—Y fue cuando el americano le dijo — agudizó la voz un poco más ronca — "No tienes las pelotas para dispararme chino de mierda" y escupió en el suelo pero entonces "bam" —simuló el sonido de un disparo— una bala atravesó su pierna. Cayó al suelo llorando como un bebé y fue cuando el Capitán se paró frente a el llorón y le dijo con su voz profunda "No soy chino imbecil, soy coreano".
Las carcajadas inundaron la pequeña oficina donde estábamos todos reunidos entregando el informe de nuestra misión.
Mi última misión.
Estaba cansado y soñoliento solo quería irme al hotel y dormir por tres días pero con lo quisquilloso que es el Coronel Serrano nos tiene aquí una vez el avión piso tierra.
—Cielos, no creí que fueras tan recto con tu nacionalidad Capitán —dijo el rubio mientras se tocaba su barriga riendo.
—Ese idiota tuvo que tragarse sus palabras —continuó el menor cruzado de brazos sonriendo — tanta mierda que gritaba antes que el Capitán le disparara.
—Bueno, ya sabes lo que dicen —sonreí de lado recostado en la silla mirando la mesa — "Perro que ladra no muerde".
El menor iba a hablar cuando la puerta siendo abierta y una voz lo detuvo.
—Buenas tardes señoritas — hablo el Coronel Serrano entrando a la oficina, las risas cesaron y todos se pusieron rectos excepto yo — confío hallan completado el papeleo con todos los detalles.
—Si — dije rodando los ojos— no crees que es un poco desconsiderado de tu parte hacernos venir aquí a llenar papeles justo cuando bajamos del avión.
Aunque es un poco estupido seguir quejándome de lo mismo cuando llevo ya cuatro años trabajando para Serrano.
—Lo siento si herí tus sentimientos Capitán — dijo con indiferencia— pero conocen mi lema.
Cierto, su lema es: "Los informes deben servirse calientes sino, no sirven."
—Si no fuera así, esos papeles estarían vacíos y faltos de detalles que para mi son necesarios — rodé los ojos al escucharlo explicarse — pero ya con el papeleo completado tendrán su ansiado descanso.
—Si — celebró el menor —esto se merece una celebración.
—Hablando de eso — dijo el rubio— me encontré con Fernán en el elevador, dijo que invitó a toda la agencia a su fiesta de cumpleaños este sábado.
—Genial, cerveza y traseros es lo que necesito — dijo el menor.
—Tu siempre piensas en traseros Ortiz —le golpeó el hombro Gutiérrez.
—¿Viene con nosotros, Capitán?
—Paso —dije levantándome finalmente de la acojinada silla, loco por dormir más de 8 horas luego de estar casi 32 horas despierto.
—¿Porque? —se quejó Ortiz — Usted debe venir, Capitán. Estarás en boca de todos en la fiesta por tu hazaña en FortLouis.
—Si, Capitán — afirmó el castaño — un poco de cerveza y mujeres es lo que necesitas.
—Quizás la próxima— caminé a la puerta despidiéndome.
Salí de la oficina sin darles tiempo a idear como convencerme de asistir a esa fiesta, aunque definitivamente no iría ya que tenía otro compromiso.
Mientras esperaba que el elevador llegara para largarme, Serrano me detuvo.
—Capitán, ven a mi oficina — demandó caminando hasta el final del pasillo.

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Soy REAL
FanficCada noche te pierdes en sus ojos color miel, en sus manos tocándote, en sus labios besando tu piel, su voz profunda reclamándote como suya y al abrir los ojos te das cuenta que solo es un sueño del que no quieres despertar. Pero que sucede cuando...