Capitulo 18

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— ¿Qué paso aqui?—volví a consultar.
— Aquí fue donde yo morí.
Mi estómago se contrajo y un horrible dolor dentro de mi pecho me hizo sollozar. ¿Cuándo mi corazón dejaría de sufrir?
Lo mire incrédula y negué con la cabeza.
— No me gusta este lugar—susurré entre dientes.
— Vamos, ¿crees que para mí es muy lindo?—preguntó tratando de sonar pasivo.
— Entonces ¿Qué mierda hacemos aqui?—grité dando media vuelta pero no halle nada, y ni siquiera sé porque busqué algo.
— Es porque tengo la necesidad de contarte lo que ocurrió conmigo—me explicó de manera lenta y calmada.
— Zayn—me opuse—no quiero saber.
— Pero debes saberlo—me retó.
Suspire y asentí mientras tomaba asiento sobre la arena, sobre la cálida y pura arena.
Él se sentó a mi lado y entrelazo su mano con la mía.
— Era un día miércoles—comenzó a contar—era un viaje en familia, de esos que hacíamos cada fin de semana sin importar el clima. Mi madre andaba más feliz de lo normal. Safaa no dejaba de decir que tenía que contarnos algo a todos. y Harry hablaba por teléfono con su novia, creo que su nombre era Danielle. Waliyha, al igual que yo iba en su mundo.
— ¿Danielle?—le interrumpí recordando el nombre de mi amiga.
— Si, Danielle—suspiró—bajamos todos de la camioneta, yo tomé mi guitarra y me senté en aquella roca—dijo apuntando hacia mi derecha en donde habían unas rocas inmensas. Y las olas de manera fantásticas chocaban contra ellas—era la primera vez que me sentía tan mal. No podía respirar bien, y me dolia mucho la cabeza, pero no quise decirle a mi madre.
— ¿Por qué?—protesté.
Zayn me miro y sonrió mientras acariciaba lentamente mi mano.
— Tarde o temprano sabrás como ocurrió todo, aunque te esmeres en interrumpir—dijo entre carcajadas.
— Ok—bufé—no interrumpiré lo juro.
— Comencé a tocar pequeñas notas, luego cree una canción. Corrí hacia el auto en donde se encontraba mi madre para mostrársela, pero en el camino caí al suelo y la guitarra se quebró. En ese instante supe que todo aquel día seria doloroso. No había nada más en el mundo que amase como amaba a mi guitarra—dijo melancólico, pude presentirlo en el tono de su voz—decidí tomar asiento sobre la arena y observar como mi familia jugaba y se amaban de manera feliz, como si yo no hiciera falta. Sabía que por lo que sufria en el colegio y mi manera de pensar, la vida me deparaba con pocos minutos de alegría. Pero aun así seguía allí, luchando para los demás, aunque el dolor en mi alma fuera negro y pesado. No podía más, no quería más, ya no quería vivir. Dime…—dijo mirándome directamente a los ojos, sintiendo como esa mirada trataba de leer lo que yo sentía o pensaba— Dime dulzura —volvió a decir mientras se acercaba a mi lentamente— ¿Cómo alguien puede respirar contra su voluntad?
Negué con la cabeza, no sabía la respuesta.
— Exacto—susurró—yo tampoco se aun como lo lograba. Corrí hasta acá—dijo palmando donde nos encontrábamos sentados—y mire el mar, el gran y espacioso mar. Y decidí que aquellos minutos serían los últimos en mi vida, tan inesperados como la muerte repentina de mi guitarra.
Lo mire incrédula y me lance a sus brazos. Tapando con mi pequeña mano sus labios impidiendo que siguiera relatando todo. No podía sopórtalo.
— Calla Zayn, calla—le pedí con un nudo en la garganta.
— Preciosa, debes ser fuerte y oírlo—dijo con tranquilidad mientras besaba mi mano y me miraba a los ojos.
— No quiero—me negué.
— ¡Yo me lance por aquella roca!—gritó al ver como yo con mis manos tapaba mis oídos— ¡me lance por allí, fui un cobarde y lo sigo siendo!—volvió a gritar.
Saque las manos de mis oídos y le mire asustada mientras mi mirada se desvanecía en dirección a la roca, en donde las olas chocaban creando hermosas imágenes. Todo se comenzó a mover en cámara lenta: La mano de Zayn tomando la mía y está zafándose de él. Una sonrisa que se había creado en sus labios quedo en nada, quedo hecha una línea recta sin emoción. Mis ojos dilatados trataron de no votar lágrimas. Pero yo sabía que aquello sería una misión imposible.
— ¡¿Por qué?!—grité poniéndome de pie. 
—Porque lo necesitaba—murmuró impaciente ante mi reacción. 
—Zayn—sollocé. 
—Lo siento—balbuceo. Y mi mente ya estaba hecha un lio. 
—Te amo—dije tratando de calmar mi respiración—pero eso no impide que odie este momento. 
—Yo te amo más—susurró y me envolvió con sus fuertes brazos—y no te pido que ames este momento, solo te pido que comprendas lo que hice. 
—Jamás podré hacer eso—susurré sobre su cuello—pero jamás tampoco podre dejar de amarte. 
—Te amo _______ (tn) y sé que te hubiera amado de esta dolorosa manera vivo, tanto como lo hago ahora muerto. Hundí mi rostro en su cuello y trate de calmar mi respiración sintiendo la de él a un ritmo lento. 
—Supongo que lo nuestro se llama destino—pensé en voz alta al momento en que buscaba sus labios

Mi Guardian Angel  | Zayn Malik y tu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora