𖧷𖧷𖧷
La suave luz de luna llena se colaba entre las cortinas de una de las habitaciones de la mansión, chocando contra la cara de una bella chica de cabellos lilas platinados la cual dormía después de un agotador día.
Por alguna razón las cosas fueron algo diferente de lo que solían ser. Por primera vez en cierta cantidad de tiempo el día había sido brillante. Salió el sol, había viento, y las flores danzaban junto a las abeja y mariposas que revoloteaban por el lugar.
Flynn y Rapunzel fueron capaces de no pelear mientras estaban juntos y luego de mucho tiempo Elsa y Jack fueron capaces de mirarse a los ojos sin que se sintieran incómodos. Jack comenzaba a procesar sus sentimientos sobre Elsa y decidió que tal vez debería volver a acercarse para al fin convencerse de que la chica no era culpable de lo que pasó con los guardianes, y Elsa no parecía oponerse a su presencia, ni a la de nadie más cosa que extrañó a todos.
Ese día decidieron seguir investigando sobre aquel extraño lugar del que solo conocían el nombre. Atohallan, por lo que ahora con la mente más limpia decidieron volver a investigar para así estar más concentrados.
Las cosas se habían calmado de golpe, lo cual causó cierta preocupación en Elsa, esta calma no era natural como si hubiesen ganado una de las batallas en esta guerra, más bien era esa típica calma que llega a tu vida justo antes de una gran tormenta.
Y vaya que tenía razón.
- Hola de nuevo.
Ahí estaba otra vez, aquel espíritu que lucía y sonaba igual que su difunta madre. Esta vez se encontraban en un lugar reconocido por ella, era aquel bosque nevado cercano al cuartel de guardianes. Millones de recuerdos se le vinieron a la cabeza, los juegos, las conversaciones y todas las risas que compartió con sus amigos este tiempo.
Esta vez no tenía aquel vestido de seda ni tampoco andaba descalza. Esta vez estaba vestida de guerrera, un traje de cuero, un cinturón, adornos de plata, guantes de cuero sin dedos, varios soportes de armas y unas botas negras.
- Creí que no volvería a verte, la verdad. - Dice Elsa mientras recorre el lugar rodeando al espíritu.
- Entiendo que mi presencia no sea de tu agrado pero debes escucharme.
- ¿Cómo debería llamarte? - Pregunta Elsa cansada de referirse a aquella figura como un simple espíritu. - Presiento que te veré en más de una ocasión.
- No tengo un nombre realmente... aunque me gusta mucho Melione.
- ¿Diosa de los fantasmas? Te queda la verdad.
El silencio reinó unos segundos con la cara seria de Elsa y la media sonrisa de Melione. El viento movía los cabellos lilas de Elsa sin embargo no parecía causar ningún efecto en aquel ser que había adoptado la forma de su madre. No tenía claro que quería esta vez, no sabía que se traía entre manos o si esta vez sería clara y diría algo más que una palabra, sin embargo tenía claro una cosa.
A este punto, nada parecía ser bueno.
- Hay algo importante que debes saber, Elsa. Y a pesar de no estar siguiendo las reglas, me parece injusto que no lo sepas.
< La guerra que viene en camino es peor a la que fue en sus anteriores vidas. Esta vez Pitch tiene más aliados y ustedes están en estados vulnerables. Hay solo una manera de ganar esta guerra, entre millones de caminos solo uno es correcto. Tienen que explotar su poder, tu y tus amigos, recuperar sus memorias y sacar la mayor fuerza de su poder, de otra manera los vencerán.
- ¿Pero cómo lo haremos? Ninguno sabe nada sobre Atohallan, tampoco hay nada en libros.
- Si sabes, Elsa. Atohallan es parte de una leyenda, y una de las cosas más interesante de ello es como la mayoría de ellas no se escriben, se cuentan. Tu madre sabía más de esto de lo que crees, te contaba muchísimas cosas, también solía cantarte, no lo recuerdas?.
En ese momento a Elsa se le vino a la cabeza un hermoso recuerdo. Aquellas noches en las que su madre les cantaba a ella y a su hermana una bella canción hablando sobre un ría que contenía todas las memorias del mundo. Todo tenía sentido ahora, debían ir a Atohallan a recuperar sus memorias para tener pistas de lo que sucedió anteriormente.
Por varios segundos Elsa pensó que tal vez si se venía una pequeña calma, pero todas sus esperanzas se fueron de inmediato al ver la cara seria de Melione.
- Tu madre era una mujer muy sabia. Tenía muchísimos conocimientos sobre el mundo y el universo, sobre la naturaleza, leyendas y criaturas, pero muchas de esas cosas eran falsas.
- Creo que debes ser más clara. - Exigió Elsa confundida.
- Si no me equivoco ella solía decirte que todos los seres somos iguales. - Dijo Melione.
- Sí, solía decir que para ser una buena reina debía entender que todos los seres y criaturas somos iguales y que por tener un cargo más alto no debía creerme superior.
- Pues es una mentira. No todos nacemos iguales, hay personas que son seres superiores, los héroes, e incluso entre ellos hay jerarquías, un buen ejemplo: Los guardianes descendientes. Gente con poderes superiores que trascienden el tiempo y universos, descendientes de los seres cósmicos y las deidades más poderosas. Tú y tus amigos son parte de ellos, nacieron para salvar el mundo. No deben preocuparse por lo que alguna vez pasó, ese es su destino y nada puede cambiarlo.
Elsa estaba un poco más calmada, el saber que su poder es más grande de lo que pensó la calmó bastante, que un ser espiritual le diga que ella y sus amigos son capaces de triunfar era más útil de lo que suena.
Pero para Elsa las cosas jamás eran de color rosa.
- Una cosa más, Elsa. También he visto tu futuro. Inexorable e inevitable... te he visto morir.
Ya muchos lo han dicho antes. Es increíble como hasta el más hermoso de los sueños puede transformarse en una de las más horrorosas pesadillas.
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Princesas de las estaciones II
Fanfiction"En busca de nuestro pasado" Después de enterarse de que no es la primera vez que "The big eight" se enfrenta a la oscuridad, los chicos comienzan una nueva misión la cual recae en recuperar sus memorias de sus vidas pasadas para así averiguar cómo...