FOR LIFE N' DEAD| JASPER HALE

【０８】

—¿Dónde estás? — la voz femenina le hablaba con diversión, totalmente cargada de burla, ella era quien mandaba, quien estaba a cargo, no había ningún rival en su territorio.

Su territorio.

Si, claro que lo era; había llegado totalmente ajena y había hecho del lugar totalmente suyo, su lugar de caza personal.

Ella era la fuerza suprema, un monstruo, su mayor miedo.

— Me estoy poniendo triste estando aquí afuera sola, ¿sabes? — su tono era de una sensación deprimente, tuvo ganas de vomitar; era un ser horrible — Bueno, en realidad no estoy tan sola — dijo alargando el "tan"— Osea, estoy acompañada, si — hizo una leve pausa— ¿pero es buena compañía?, no; claro que no, verás es que son muy aburridos, ¡no me hablan en lo absoluto! y eso es desesperante, si

>>Antes estaban muy habladores, y llego yo y dejan de hablar, me siento insultada, enserio.

Su voz se dejó de escuchar y ella se largo a llorar, tenía miedo, mucho miedo.

Sus piernas se abrazaron a su pecho y las sostuvo allí con sus brazos, procurando que se mantuvieran en esa posición y no moverse tanto para no hacer ruido y no la descubriera, era totalmente consciente de que si sabía cual era su posición estaría muerta.

Muerta.

Al igual que sus amigos, o al menos la mayoría.

Todo había cambiado tan rápido.

Estaban sentados alrededor de una pequeña fogata que habían hecho, totalmente tranquilos y felices, riendo y compartiendo bromas, estaban disfrutando del día.

Su día libre.

Hace poco que se habían acabado los exámenes, estaban ya totalmente evaluados, solo faltaban algunas materias de dar las calificaciones finales, unos molestos días de papeleo y falsas despedidas para poder terminar la preparatoria; estaban a nada de graduarse y cumplir sus sueños, todo había estado tan cerca, pero en menos de un minuto todo se había acabado.

Había llegado de la nada una chica realmente hermosa, piel perfectamente limpia y blanca, castaño cabello, largo y sedoso que a la luz del fuego podía verse relucir en rojo, y su belleza, Dios, era realmente bella, tanto que había atrapado a todos los chicos tan rápido, todo había sido sumamente rápido.

Eran adolescentes hormonales al fin de cuentas, no se cuestionaron su sospechosa llegada por que era hermosa, y también porque estaban pasados de copas, se lamentaba todo tanto.

En un momento eran todos conversando con ella, tratando de averiguar de que escuela venía y tratando de ligar, cuando de un momento para otro ella había pasado sus picudas uñas por el cuello de Dylan, un chico de primer año que había querido ir con ellos, lo había matado en cuestión de segundos.