Ignorado

385 64 37
                                    


Entre las cuatro paredes de una amplia y escalofriante habitación reinaba la penumbra, bajo el más glaciar silencio; y el pálido joven que permanecía en ella, se encontraba despojado de todos sus sentidos en un imperturbable sueño. No obstante, tan solo unas cuantas horas atrás esa misma habitación había sido fiel testigo de los agonizantes gritos que este soltó, mientras era profanado.

*****

El retumbar de unos golpes lo alerto, seguía hecho un ovillo sobre su cama y la conmoción no abandonaba su sistema; se sentía ultrajado y aterrado, tanto que no se movió ni un ápice.

—Naruto, ya es tarde no vas a ir al colegio— soltó tras la puerta su hermanastro mayor.

—Me siento indispuesto—articulo con voz temblorosa, causando que el mayor se adentrara en la habitación.

— ¿Qué tienes? — preguntó Itachi preocupado, yendo hasta su cama.

—No es nada grave, creo que he comido algo que me cayó mal y preferiría no ir al instituto en este estado— dijo lo más natural que pudo, intentando no hacer mucho contacto visual con el mayor.

—Le diré a mamá, para que te lleve al hospital.

—No es necesario, solo necesito permanecer en casa.

— ¿Seguro?

—Sí, estaré bien. No hay necesidad de que me lleven al hospital.

—De acuerdo... descansa, pero de todas formas le diré a nuestros padres. Para que estén al pendiente, por si tu malestar empeora.

Asintió con un ligero movimiento de cabeza, y en cuanto su hermanastro salió de su habitación, volvió a hacerse un ovillo.

*****

Sus padres se acababan de ir a trabajar, cuando su hermano mayor bajo.

— ¿Y nuestros padres?

—Se acaban de marchar.

Su hermano hizo una expresión de preocupación, y empezó a escribir en su celular.

— ¿Naruto no va a ir al instituto? —preguntó.

—Se siente indispuesto, le estoy enviando un mensaje a mamá para que este al pendiente.

—Bueno, si no va a ir, me voy. No quiero llegar tarde— dijo caminando hacia la salida.

—Sasuke, espera. Podrías saltarte la última clase, para ver si Naruto mejoro, o empeoro.

—Nunca me he saltado una clase.

—Podrías hacer una excepción.

—Naruto no es un niño pequeño, si se siente mal, llamara a mamá o a Minato.

—Como si no conocieras a Naruto, él no va querer molestar a ninguno de nuestros padres. Además, está muy pálido, me preocupa.

—En ese caso, por qué no te saltas mejor tus clases tú.

—Me saltare las ultimas, solo quería que tú llegaras primero y me informaras, ya que sales mucho más temprano y tu instituto queda más cerca que mi universidad.

—Está bien, llegare temprano a ver cómo sigue—comentó no de muy buena gana.

*****

Permaneció dos horas más, solo acostado en la cama, perturbado por la pesadilla que experimento, antes de animarse a levantarse.

Lo primero que hizo en cuanto se levantó, fue ir a darse una ducha, necesitaba pensar y dejar que el agua caliente relajara su adolorido cuerpo. No obstante, no encontraba una respuesta lógica al origen de sus perturbadoras pesadillas, nunca antes había tenido ese tipo de sueños, intuía que estas estaban relacionadas con la pérdida de su don.

Era extraño, pero también la respuesta más lógica a la que podía llegar, solo así se explicaba que sus pesadillas fueran tan reales.

Temeroso, toco con mucho cuidado su ano, notando que un ligero dolor aun persistía, sin embargo, a pesar de que claramente había sentido como fue profanado, este no se sentía dilatado.

Sus pesadillas le causaban heridas, heridas que solo podía sentir, pero que no eran visibles en su cuerpo. Y ya se estaban saliendo de control.

*****

Sus clases estuvieron ese día particularmente aburridas, por lo que al final no le termino molestando del todo el saltarse la última clase, aunque tampoco le entusiasmaba mucho el tener que ir a ver como seguía Naruto.

Recordaba vagamente haberlo visto una que otra vez en la enfermería.

Llego a su casa y antes de ir a ver al rubio paso a su habitación a cambiarse de ropa. Toco a la puerta de su hermanastro, pero este no reacciono así que decidió pasar sin permiso.

— ¿Quién te dijo que podías pasar? — le dijo Naruto sentado en un sillón con la mirada pensativa.

—Sigues molesto por lo de ayer, en ese caso supongo que no estás muy enfermo.

—Como si te preocupara mi salud, seguramente alguien de la familia te mando a ver como seguía.

—Tienes razón, Itachi me mando y como veo que estas bien, te dejo.

Salió molesto de la habitación del rubio, hasta cuando intentaba ser amable este se las arreglaba, para hacerlo enojar.

Al día siguiente, en el desayuno no pudo evitar notar que Naruto no desayuno y solo se fue directo hacia el carro y durante todo el trayecto, no lo miro ni le dirigió la palabra para nada.

El siguiente día fue casi igual, Naruto no desayuno y no reparaba en su presencia, el muy cabrón lo estaba ignorando.

Mientras conducía el rubio empezó a cabecear un poco, así que le toco ligeramente el hombro con la intención de decirle que no se durmiera. Pero solo toco ligeramente a Naruto, cuando este casi salto y le lanzo un manotazo.

— ¡No me toques! — soltó el menor un poco alterado, luego lo vio con acritud y giro su rostro hacia la ventana.

*****

Estaba un poco cansado había optado por no dormir y a pesar de que su cuerpo no sufrió ninguna violación, aun así, el contacto de otras personas sobre su piel le desagradaba; Intentaba actuar normal cuando estaba con sus amigos y familia para no preocuparlos, pero le era un poco complicado.

Por la tarde cuando llego a su casa acompañado de Gaara, se despidió de su amigo y se fue directo a la cocina, a prepararse un café.

Necesitaba beber un poco de dicha bebida antes de ponerse a investigar, sobre sus pesadillas. Ya no podía seguir ignorándolas, tenía que hacer algo para detenerlas. No obstante, por más que busco en internet información referente a lo que le estaba pasando, no encontró nada que le fuera de utilidad.

*****

Se encontraba en su cama pensando en la extraña reacción que tuvo Naruto en la mañana, el muy cabrón le lanzo un manotazo de la nada, pero ignoro aquel hecho debido a lo alarmado que lo noto. Su hermanastro estaba actuando aún más raro de lo normal; pensando en eso se quedó dormido.

Se despertó en la madrugada, extrañamente con la garganta muy seca así que fue a la cocina a buscar agua, encontrándose con Naruto preparando mucho café.

Iba a preguntarle para que, hacia tanto café, pero el rubio lo ignoro, y aquello lo molesto. 

la habitación del suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora