Punto tres

18 3 2
                                    

Miró la hora en se celular y suspiró. Llegó hace quince minutos y ella no aparecía, tendría que llamarla o algo, pero no tenía su número. No sabía que era lo qué harían hoy, era un total misterio, y suponía que sería así todo el tiempo.

-Inojin, lo siento tuve que hacer algo- se acercó a él y sonrió.

Himawari sin decir o explicar su tardía llegada, tomó la mano de Inojin y lo guió por toda la calle. Podría parecer una escena bastante normal para ella, pero para él no lo fue, había pasado bastante tiempo desde que alguien lo tocaba así.

-Hima, sueltame, por favor- susurró seriamente.

-No te preocupes, hemos llegado- y sin soltarlo le señaló el lugar.

-¿Por qué este lugar?

-Solo entremos- sonrió débilmente y dejó que él entrara primero.

Al verlo caminar frente a ella, el dolor de cabeza volvió, ¿qué era este lugar? sentía desmayarse de nuevo, pero no, no podía pasarle ahora.

De pronto imágenes le vinieron a la cabeza, Inojin estaba ahí, sonriendo y con alguien más ¿quién era? la imágen desapareció y de nuevo apareció otra. Una mano en dirección a su rostro; el sonido hizo que abriera los ojos de golpe.

-¿Estás bien? Podemos irnos si quieres, estás pálida- se acercó y la tomó del hombro.

-Entraremos por esa puerra y haré lo que tengo que hacer.

Tuvo que aguantarse las náuseas y entró al lugar, al parecer era muy colorido y alegre, algo que tranquilizó su estrés.

-Iré a tomar asiento- avisó Inojin al mismo tiempo que reía al ver la postura de la menor, era muy tierna.

Ella, ignorando su mirada caminó a la barra.

Nada más voltear el chico que atendía, este se quedó en shock, ¿qué le ocurría? Decidió esperar, era extraño, pero quiso ser paciente, pero fue demasiado cuando esa persona se alejó.

-¡Tú no deberías estar aquí!- susurró-. Tú y esa chica tienen prohibido entrar.

-No sé quien seas. Mira, te explico rápido, perdí la memoria, no sé que pasó aquí y si puedes darme dos de las bebidas del día, te dejaré en paz- pidió rápidamente al sentir como su cabeza seguía dando vueltas.

El chico sin comprender la obedeció, sabía de lo que era capaz y no quería un alboroto dentro de la tienda. Le tendió los dos vasos y ella caminó a la mesa.

-Entonces... aquí estamos de nuevo, no hay recuerdos demasiado agradables aquí- dijo al mismo tiempo que miraba alrededor.

-Sí, supongo- torció sus labios en una pequeña mueca y finalmente suspiró-. Dijo que teníamos que venir, hablar o lo que sea que quisiéramos.

La miró más de lo que era normal, estaba seguro que Himawari fingía que no ocurrió nada ese día, tal vez Sumire le pidió que no dijera nada, sin embargo; no era para nada cómodo para él estar ahí. Ella le miró también y sonrió.

-Himawari yo...

Silencio de nuevo cuando esta le prestó atención con esos ojos bien abiertos con un azul muy claro, no puedo decir ninguna palabra. Había olvidado todo de ella, ni si quiera recordaba su voz cuando se reencontraron, y ahí de nuevo estaba mirando sus gestos, analizando cada parte de su rostro como si fuese a grabarlo en su mente.

-¿Qué quieres saber?- canturreó-. Sigues teniendo dudas, dime lo qué quieres, estaremos juntos todo este tiempo.

-Quiero ver sus notas.

-No puedo dartelas- negó con la cabeza.

-¿Por qué?

-Te lo dije muchas veces- tomó de su bebida y sonrió-. Hay cosas que aun no puedes saber, así que se paciente y deja de preguntar y hablemos ¿cómo te va en la escuela? ¿qué estudias?

Inojin esperó para responder ¿en serio tenía que hablar como si fueran amigos? La menor lo siguió mirando y esperando a que dijera algo.

-Artes, voy en mi tercer semestre- comentó un poco forzado-. Soy uno de los mejores de la clase, pero no soy tan social con mis compañeros así que algunos...me hacen enojar y yo termino por caerles peor.

-Has cambiado Inojin, aun así eres el mismo que conozco, ya sabes, un tipo sarcástico e irónico, eres una mala opción- bromeó ella y cambió de tema-. Tal vez yo siga el camino de Boruto y papá, aunque hay varias opciones, me gusta todo.

-¿Administración?- preguntó extrañado-. No deberías seguir ese camino solo porque es de tu familia, te conozco y también lo que te gusta.

Los dos sonrieron, estaban teniendo una conversación real por primera vez. Siguieron hablando hasta que la llamada de la madre de Himawari sonó.
.
.
.

Tercer punto

Llévalo a esa cafetería, no creo te detengan en la entrada, y deberían hacerlo después de lo que pasó, pero tendrás que recordarlo tú sola.

Perdón, pero no puedo hacer que me odies tan pronto, porque en primera no me recuerdas, así que volviendo al punto, bueno, espera, si logras recordarme con esto, entonces solo sigue la lista por compromiso.

Hablen de la escuela, del futuro, de cualquier cosa, él se pone tenso siempre que habla con alguien de eso, de todas formas lo hará bien contigo, porque la razón es obvio: eres tú.

Sumire
.


.
.
.
.
.
.
.
.

Ha pasado mucho tiempo desde que actualicé y pido disculpas. Todo esto que está pasando ha complicado mis ganas de seguir escribiendo, pero estoy segura de que tengo que terminar esta historia, no ahora, seguiré actualizando.

Así que quiero agradecer si es que la siguen leyendo y una vez más pedir disculpas por este gran retraso. Pronto iré dejando de lado este tipo de rellenos, y me decidí a acerlerar un poco más las cosas.

La lista para perdonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora