Nosotras somos Una. (V. 1)

♠️Capítulo 12♠️

Jack Kenway.

Alexandra se quedó dormida encima de mi, (es jodidamente guapa) pensé mientras le acaricio el pelo. Se la ve tranquila en cambio yo estoy aun enfadado, las cosas no era llegar hasta este punto con Hugo pero al menos había ganado a James.

No estaba en mis planes pegarme con mi hermanastro pero ahora sé que es competencia.

No se cuanto tiempo ha pasado hasta que se levantó, su cabello se colocó por delante de sus hombros mientras se incorpora. Se sentó y se quedó en mis piernas de rodilla por unos segundos a la vez que abría los ojos.

-Buenos días bella durmiente. -Le dije mientras me aguante la risa.

-Ho... Hola. -Bostezo en medio de la palabra.

-¿Qu...Qué hora es? -Pregunto aún algo dormida seguido de otro bostezo.

-No lo sé. -Respondí con un tono suave.

Aún no me había fijado en su mejilla pero lo hice ahora, es una mezcla de rosa y rojo. Hugo le abofeteó con tanta fuerza que la tiró al suelo, (hijo de la gran puta, a una mujer no se le pone la mano encima) pensé a la vez que coloque mi mano en su mejilla, está caliente aún.

-Hugo se pasó contigo. -Dije con un tono más grave pero sin pasarme.

-No es nada, estoy bien. -Me respondió con una sonrisa encantadora.

No se que tiene esta chica pero cada vez que sonríe así algo dentro de mi hace que mi corazón se acelere y odio sentirme así. Nunca sentí nada así por alguien, no sé qué hace esta chica para que sea diferente pero tengo que alejarme de ella para averiguarlo. James y yo quedamos en que solo me la follaría y no volvería a hablar con ella y así será.

-Ya. -Respondí ante su comentario.

La carga suavemente y la deje al otro lado de la cama, (ya es hora de acabar con todo esto) me dije a mi mismo mientras me paraba de la cama. Sentía la mirada de Alexandra, está confusa, cualquiera en su lugar también lo estaría.

-¿Te vas? -Preguntó.

-A si es, tengo que ver a mi novia. -Fue la única respuesta que le debía de dar para que no pensara nada del otro mundo.

De reojo vi su rostro, se puso pálida, no se esperaba esa respuesta al parecer pero así fue. Su mirada está en algún lugar del suelo, se aguanta las ganas de reprocharme.

No dije más, salí de su habitación y de la casa hasta llegar al coche. Una vez dentro no pude aguantar las ganas de mirar por la ventana para ver si me miraba y era así.

Cuando la vi por unos segundos volví a sentir esa necesidad de volver a dentro y sentirla en mi cuerpo. Esa chica me comía la cabeza asique decidí hacerle una visita a Angie que había vuelto hoy de Madrid, al parecer por lo que me fijo James tuvo problemas con sus padres o algo así.

La casa de Angie está a unos cinco o minutos o menos de la de Alexandra y calculando seguramente me tocaría con ella en el instituto. Una vez llegue a su pasa, agarré una camiseta que tenía en los asientos de atrás y me la puse, se me había olvidado que le di la otra a Alexandra.

Bajé del auto y caminé hasta la entrada de la casa, una vez delante de su puerta empecé a golpearla varias veces.

-Ya ya voy. -Oí decir a Angie.

En respuesta volví a golpearla más fuerte a este ritmo haría un agujero en ella. Justo cuando pare Angie abrió la puerta.

-¿Quien e... -Abrió la puerta y en ese momento no deje que respondiera.

La agarré de la cara y la besé, ella siguió el beso y en eso la levanté del suelo colocando sus piernas alrededor de mi cadera. Una vez entre con ella en brazos cerré la puerta y me dirigí al sofá donde la dejé suavemente mientras seguíamos besándonos.

-Jack... -Gimió ella mientras la besó el cuello.

-Mmm... -Fue lo único que hice.

(Necesito más) pensé.

En eso le baje los shorts deportivos con la tanga, en ello ella me desabrocho los míos, yo los baje dejando afuera sólo mi polla.

Del bolsillo trasero saqué un condón y me lo puso mientras me hacía una paja con sus manos. (Aún no es igual) dije otra vez para mi. Cuando me lo puso, le agarré las manos y se las puse por encima de la cabeza mientras metí mi polla hasta el fondo de su útero.

-Aaah... -Gimió de placer.

-Jack...más... -Empezó a pedir.

Ella necesitaba más pero yo solo estaba aquí para olvidarme de ella y era imposible. Volvió a penetrarla más y más rápido y con mayor fuerza.

-André... -Gimió de  repente.

-Alexandra... -Gemí yo.

En ese momento paré y saqué mi miembro de su vagina. Me separé de ella y me vestí, sabía que íbamos a discutir así que me lo ahorré, hice un nudo en el condón.

-¿A dónde vas? -Saltó de repente.

-A ti no te importa. -La respondí de mala forma igual que a mi.

-No me digas que te vas a ir a ver con esa zorra. -Gritó.

En ese momento me di la vuelta y me dirigí a la puerta principal.

-Esa "zorra" como tú la llamas folla mucho mejor que tú. -La respondí.

Salí de esa casa y caminé hasta llegar al coche, justo había aparcado al lado de una papelera así que tiré el condón usado.

Una vez entre al coche llame a James mientras arrancaba el motor.

-Ey tio. -Respondió James al otro lado de la línea.

-Tio te vienes a la casa del bosque, necesito alejarme de todo. -Respondí saliendo del barrio de Angie.

-Si claro. -Contestó él.

-En quince minutos estoy en tu casa. -Dije yo y colgué.

Luego de colgar puse un CD de música hip hop, es el único estilo aparte del reguetón que soporto. Conduje por las calles de Londres hasta llegar a mi urbanización donde me esperaba James.

No más llegar a la entrada vi el coche de cuatro por cuatro aparcado delante de mi casa, al parecer la familia Co se había quedado a dormir ahí. Pase de largo la casa y me dirigí a la de James, se encontraba ya en la acera esperándome. Una vez aparque delante de él, metió una mochila de deporte en el maletero y se subió al coche.

-¿Nos vamos? -Pregunto.

-Jajajaja, vámonos. -Me eché a reír y respondí a su pregunta irónica.

En todo el camino estuvimos hablando de lo que pasó con Alexandra y con Angie.

-Tio no me lo puedo creer te has puto enamorado hermano. -Dijo medio chillando.

-¿Yo? ¿Enamorarme? Jamás. -Respondí totalmente sorprendido.

-Señores y señoras Jack Kenway se ha enamorado, jajajaja. -Empezó a burlarse de mí.

Tras dos horas en las que James estuvo metiéndose conmigo, llegamos al sendero que nos conducía la casa del bosque. Se encontraba a menos de  dos minutos andando desde aquí.