♠️Capítulo 7♠️

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Jack Kenway.

Cuando llegué del viaje, me quedé a dormir en casa de James, no me apetecía nada ver a mi padre a esa hora. Yo dormí en una colchoneta en el suelo y él en su cama, apenas podía cerrar los ojos, cada vez que los cerraba veía la misma imagen una y otra vez, siempre era igual.

Eran ya las doce y pico y me encontraba en el porche de la casa, ya me iba a ir y me estaba despidiendo de James. Mi padre me había llamado diciéndome que hoy había una cena con una familia española y no estaba de humor para ello.

-Tío cálmate. -Me dijo él.

-Aj.

Llevaba desde el hotel sin saber nada de Angie y había publicado un video en Instagram liándose con otro. Siempre las cosas eran así, yo la engañaba y ella me engañaba, todos lo sabían.

-Luego soy yo. -Dije dirigiéndome al coche.

- Ey mira el lado bueno. Tienes a un hermanastro a quien joder hoy. -Chilló James mientras se reía.

Eso es verdad, aún no me había hecho a la idea de que mi padre tuviera una nueva mujer, la nueva Sra. Kenway. Ella había llegado a Londres hacía ya un año con un chaval que siempre estaba de mal humor, él iba a ser mi nuevo hermanastro, como si yo necesitara uno.

Yo solo me reí ante lo que había dicho James, hoy me tocaba ser un cabrón integral. No tardé demasiado en llegar a casa, ya que, James y yo vivimos en el mismo barrio pijo. Cuando entre en casa, Hugo, mi hermanastro, no se encontraba en la planta baja, solo estaba Eva, la mujer de mi padre, yendo de un lado a otro se la notaba nerviosa. Tardó unos minutos en darse cuenta que la estaba mirando desde la puerta del salón.

-Oh, Jack ya llegaste. -Me saludó ella con una sonrisa radiante.

Ella siempre intentaba hacer lo que fuera para que me sintiera cómoda con la nueva vida.

-Hola Eva. -La dije mientras me separaba de la puerta para subir a mi habitación.

-A las ocho o nueve llegarán los invitados. -Me dijo antes que pudiera subir las escaleras.

Pasaron las horas, Eva y Hugo estaban ya arreglados, ella llevaba un vestido largo blanco, siempre que se ponía el blanco le lucía su piel morena. En cambio Hugo lleva un vaquero azul con una camisa blanca, mientras yo me estaba poniendo una camisa negra con un pantalón vaquero negro, siempre iba de negro.

Cuando baje al salón ellos estaban sentados en un sofá, uno al lado del otro, yo me dirigía al porche a fumar.

-Necesito relajarme para no joder esta cena. -Decía en voz baja.

Cuando iba a salir justo entra mi padre, también nervioso, pero me hizo volverme para ir al salón.

-Estás muy guapo. -Me dijo Eva cuando entré al salón.

-Siempre de negro. -Masculló Hugo.

-Cierra tu maldita boca si no quieres que te la estampe contra el suelo. -Le grité.

-Chicos basta. -Dijo papá poniéndose entre los dos.

-En cinco minutos llegarán los invitados no quiero que lo jodáis ninguno de los dos. -Siguió diciendo él.

No respondí, solo me fui de la casa y me senté en un sofá del porche. Mientras pasaban esos cinco minutos llegó un coche blanco, un cuatro por cuatro, no es de mi estilo prefiero los deportivos la verdad.

De él bajo una familia, delante camina un señor blanco con un traje negro del brazo de una mujer de piel oscura con un vestido rosa claro. Detrás de ellos había otro dúo, una chica blanca de pelo negro rizado, de unos diecisiete años, lleva un vestido rojo que le sentaba demasiado bien, en cambio el crío de unos seis años lleva unos vaqueros grises con una camisa blanca.

Cuando más se acercaban a casa más recordaba quien era. Era la familia del aeropuerto, perfecto lo que me faltaba, puse los ojos en blanco y seguí allí sentado.

El hombre llamó a la puerta sin fijarse que estaba ahí, mi padre le abrió y se saludaron en ese momento la chica me miró, tenía una mirada de quererse irse de aquí, igual que yo.

Pasaron unos minutos y ella salió de la casa, se la veía cabreada. En ese momento fue al coche pero no le hizo nada, empezó a caminar de un lado al otro y ahí Hugo salió corriendo.

-Alexandra espera puedo explicarlo. -Decía él acercándose a ella.

En ese momento fui a la acera para evitar las cosas pero cuando más se acercaba Hugo a la chica, ella se echaba atrás.

-Si sigues así acabarás en la carretera. -La dije acercándome a mi coche.

Ella no me escuchó, seguía caminando hacia atrás, ya se encontraba en mitad de la carretera y en ese momento pasó un coche a demasiada velocidad, ella no lo visualizo.

-Mierda. -Dije corriendo a donde ella.

Una vez llegué me tiré con ella al otro lado de la carretera.

-Te dije que tuvieras cuidado. -La dije poniéndome de pie.

-¿Puedes sacarme de aquí? -Me pregunto mientras se levantaba.

No dije nada, solo me dirigí a mi coche y ella detrás mío. 

Nosotras somos Una. (V. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora