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Las noches de asahi ya no eran como antes, desde que conoció a la chica no podía dormir tranquilo, frecuentemente soñaba con ella provocando que se despertara a media noche. Desde el momento en el que la conoció, su vida cambio, ahora cada cosa que hacia le recordaba a ella.

Dio un ronco suspiro, las horas de sueño perdidas le estaban comenzando a afectar, observo su meñique centrando su mirada en aquel delgado hilo de color, un color rojo brillante, ¿realmente había encontrado a su alma gemela?, o ¿solo era una especie de ilusión provocada por su cerebro?, quería respuestas, necesitaba saber si aquella chica era su alma gemela. Sujeto su libreta, como un intento de distraerse, quería dejar de pensar en ella, aunque sea por unos minutos, comenzó a trazar con dificultad líneas sin forma sobre su libreta, sus espasmos y el dolor que sentía en su muñeca no le ayudaban a distraerse, solo le hacían recordar que debía acudir al hospital, mismo hospital en donde conoció a la chica.

--asahi—.suga observo con preocupación a su amigo, la mueca de dolor que había hecho lo alerto, significaba que el chico no estaba bien.—sabes que no tienes que forzar tu muñeca--.

Asahi simplemente asintió, en ese momento odiaba que en su vida hubiera aparecido la osteoporosis, si no fuera por esa enfermedad no tendría que acudir todos los meses al hospital, tendría una vida tranquila en la cual jugara voleibol sin preocuparse en que si golpeara el balón con fuerza sus huesos se fracturarían, y, sobre todo, no hubiera conocido a la chica que le quitaba sus preciadas horas de sueño.

--suga--.asahi observaba su libreta, ¿cuándo fue que había dibujado a la chica?, ya era el colmo, ni siquiera podía intentar dibujar algo ya que terminaba dibujándola a ella.—¿cuándo supiste que daichi era tu alma gemela?--.

Suga miro extrañado a su amigo mientras traía consigo una taza con café, desde que asahi se había enterado que no tenía su hilo rojo, habían dejado de hablar sobre ese tema.—pues me enteré cuando vi mi hilo rojo, ¿porque la pregunta?--.

--puede que halla encontrado a mi alma gemela--.

Suga casi escupe su café al escuchar a su amigo, estaba shockeado, pero feliz.—¿quién es?, ¿Cómo se llama?, ¿dónde la conociste?--.tenía muchas preguntas que hacerle, quería saber todo con lujo y detalles.

--es una chica, la conocí en el hospital--.

--¿cómo se llama?--.estaba impaciente, ya quería contarle la noticia a daichi, su "pequeño" amigo había encontrado su alma gemela, eso ameritaba una celebración.

Asahi se arrepintió de haberle contado a suga, a pesar de que le tenia bastante aprecio y confianza, a veces podía ser como un huracán de preguntas, sobre todo si se trataba de temas importantes.—no sé cómo se llama--.

--¿a que te refieres?, como que no sabes como se llama--.el chico bebió de su café, ahora tenia muchas mas preguntas que hacerle a asahi.

--solo la conocí y ya--.

--¿hablaste con ella?, ¿le preguntaste su nombre? --.

Asahi asintió.—hable un poco con ella, pero no alcanzo a decirme su nombre--.hizo una pausa.—al parecer se había escapado de su habitación hospitalaria--.

--¿una chica rebelde?--.

--no lo creo, si fuera rebelde no hubiera asistido al hospital--.

Pasaron todo lo que quedaba del día conversandosobre trivialidades, los viajes que hacía Noya y sobre el trabajo de ambos.Asahi por fin había podido olvidarse por unos momentos de la existencia de lachica, y de todas las cosas que tenia en su mente, era como si se hubieradesconectado del mundo por los instantes en los que converso con suga.

𝓗𝓲𝓵𝓸 𝓡𝓸𝓳𝓸 ||𝐀𝐳𝐮𝐦𝐚𝐧𝐞 𝐀𝐬𝐚𝐡𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora