Los rizos dorados llegaban hasta su cintura, su mirada tierna e inocente no había cambiado para nada, aún mantenía aquella escultural pero delgada figura que observé la última vez que estuve con ella, se veía tan preciosa parecía el mismísimo ángel que había caído a la tierra para traer miles de problemas.
Con aquella postura inocente comenzó a acercarse hasta nosotros como si nada malo hubiera ocurrido en el pasado y ya a un par de metros de nosotros volvió a detenerse soltando su voz como una suave melodía.
-Mew…- volvió a decir y segundos después como si recién notara mi presencia se giró unos centímetros para luego pronunciar- Hola Gulf- dijo apenada obligando a que recordara la primera vez que la había conocido.
-Hola pequeña como haz estado, hace tiempo que no te veo- contesto mi acompañante con una sonrisa en su rostro.
-Si, estuve un poco ocupada con mis clases en estos meses- contesto como si aquellas palabras fueran verdaderas- Me gustaría volver a reunirnos como en los viejos tiempos- pronuncio y al escuchar aquello sentí la misma puñalada que había atravesado mi corazón meses atrás.
Sin poder decir nada deje que dicha pareja siguiera conversando cómodamente sin mi, mientras daba un par de pasos hacia atrás desapareciendo de dicha escena que lo único que causaba era abrirme las heridas pasadas.
Camine en silencio por las calles pensando porque había sido yo el que había terminado lastimado en aquel triángulo amoroso y sin más busque mi teléfono llamando a la única persona que tenía en mente.
Primer pitido, segundo pitido y antes de que sonara el tercer pitido la voz molesta de Mild contestó.
-Al fin te dignas en dar señales de vida, no sabes lo preocupado que estaba por ti y más aún en ese estado- hablo enojado tal vez frunciendo el ceño.
-Lo siento amigo estaba un poco cansado- fue lo único que dije y este al escucharme noto que las cosas no estaban del todo bien conmigo.
-Está bien, pero llámame o avísame- comentó- ¿Hablaste con Mew? - pregunto de manera directa tal vez sospechando que el causante de aquel disgusto era dicha persona ya nombrada.
-Si, hoy fuimos al hospital- respondí de manera directa.
-Me alegra oír eso, sabes estaba pensando que…- trato de decir, sin embargo, mis palabras interrumpieron las suyas.
-Esta será la última vez que vaya con el, si llego a tener a ese bebé seré solo yo el responsable. No quiero de ese idiota se siga involucrando en mi vida, ya no lo tolero– comente generando que un par de gritos se escucharan al otro lado de la línea.
-ESTAS LOCO, SABES CUANTO CUESTA CRIAR A UN BEBÉ MAS AUN ESTADO TU SOLO- grito-Dime dónde estás iré a buscarte- ordeno y sin más tuve que darle la dirección del lugar en el que me encontraba.
Las hojas de otoño comenzaban a caer adornando el pasto de una tonalidad color marrón me encontraba solo pensando en lo desdichado que era mi vida hasta que unos cálidos brazos se apoyaron en mi espalda.
-Me hiciste correr demasiado- dijo la voz agitada de Mild el cual tomaba asiento al lado mío – Me debes una bebida- comentó estirando una de sus manos.
-Ok ok te la daré cuando vayas a mi casa, ahora no tengo nada- respondí desganado colocando mi mejilla sobre mis rodillas.
-Dime que fue lo que pasó con Mew ¿Tan mal estuvo la cita con el doctor que te hizo tomar aquella decisión tan extrema? - pregunto de manera inocente.
-La cita estuvo bien el problema fue cuando llego…- murmure pronunciando de manera inaudible las últimas palabras.
-No me digas que…
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Embarazado de un idiota [Mewgulf]
FanfictionMiro por décima vez la prueba de embarazo que traía en sus manos, agarro su teléfono y marco el número de la persona que tenia en mente. -ESTOY EMBARAZADO IDIOTA-grito furioso para luego colgar aquella llamada. Gulf se sentía muy terrible al enterar...