⬆La imagen de arriba pertenece a @ mkm_storage en Twitter. Vayan a seguirla, tiene dibujos muy bonitos.
_______________________________________Yo sé que fui un cabrón
Que no merezco tu perdón
(...) Si soy culpable de tu dolor
Y ahora por mí eres peor
No quieres que nadie más te hable de amor
Pero yo...
Te deseo lo mejor
Ojalá que te olvides de mí
Yo sé que fui lo peor
Y tú mereces ser feliz
Me voy antes de que sea tarde
Y el corazón te destroce otra vez
Ya sé que soy un cobarde
Si quieres, haz que no me conoces, está bien.(Te deseo lo mejor de Bad Bunny)
...
La alarma de su celular sonó con esa irritante melodía que debía escuchar todos los días por las mañanas. Aún somnoliento, se arrimó al aparato tecnológico para apagar de una buena vez el molesto sonido. Volvió a acomodarse en su cama y cerró sus ojos por unos segundos, analizando velozmente todo lo que haría en el día.
Era martes; no tenía clases en la mañana, sin embargo, debía ir a su sesión diaria de gimnasio y boxeo.
Con pasos vacilantes, se puso de pie y se dirigió al baño a hacer sus necesidades y arreglarse. Posteriormente, se colocó un buzo negro con dos líneas en cada costado, una camiseta blanca sin mangas, un polerón con cierre del mismo color que su pantalón e igualmente abierto en la parte de los brazos, zapatillas deportivas en azul marino, y, para finalizar, una gorra azabache. Generalmente, en el trayecto desde su casa hasta el gimnasio, había momentos en los que se iba trotando suavemente para preparar el cuerpo y, por supuesto, entrenar.
Para variar, no había nadie en casa. Sus padres trabajaban a esas horas del día. En la solitaria cocina, se preparó un café bastante cargado y se comió una manzana. Solía merendar algo bien ligero porque, o si no, en el momento de trotar, su estómago era un caos. Cuando hubo terminado su desayuno, fue rápidamente a lavarse sus dientes para partir al gimnasio.
...
Katsuki rondaba por la ciudad, esquivando a todas las personas que se le cruzaban por su camino. Trataba de concentrarse en su trayecto, sin embargo, le era tan imposible. No podía parar de pensar en el peliverde, ese chico que le volvía tan loco, pero de amor.
Tras haber estado andando por las calles a una velocidad tenuemente más fuerte de lo usual, se detuvo en un semáforo con luz roja. Exhalaba e inhalaba con tranquilidad. Ya trotó lo suficiente y ahora podría caminar, después de todo, le quedaban unos cuantos metros para llegar a su destino. Fue en eso cuando, por desviar su mirada a los locales que se hallaban en frente, distinguió al pecoso acompañado del chico de cabello bicolor. Lo peor fue que los pilló en un suceso que no hizo más que abrir la herida que llevaba en su corazón; ambos jóvenes estaban besándose. Toda serenidad dentro de su ser se esfumó; no podía asimilar lo que sus ojos acababan de contemplar. Simplemente no lo comprendía. No sabía en qué momento habían pasado tantas cosas.
‹‹¿Por qué están juntos? ¿No que no eran novios? ¿Todo es un insignificante sueño o la realidad?››
Un montón de preguntas aparecían en la cabeza del rubio, sin embargo, la que más le afectó en definitiva fue:
‹‹¿Él es la razón por la cuál no fuiste el día Viernes a hablar conmigo?››
Fin, era el fin. Era su fin. Aquel pequeño rastro de esperanza que existía en su cuerpo desaparecía de poco en poco.
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El chico de los piercings ⛓ // [katsudeku] || TERMINADA
FanfictionIzuku Midoriya, un joven universitario, de veintitrés años, cumple uno de sus mayores sueños: abrir su propio local de piercings y tatuajes. Gracias a su éxito, el nombre de su negocio ha recorrido toda su universidad, incluyendo las de otras comuna...