Cande se despertó con la voz de Nico y un fuerte olor a café.
— ¡Eso! — la alentó Nico. — Despierta que tenemos que hablar.
Cande se tapó la cara con la almohada.
— Apaga esa luz, hombre.
— No, son las 8, he mandado a Luz a la escuela temprano... levántate, te quiero bañada, con ropa decente y en la cocina en 15 minutos máximo.
Nico la dejó sola y se fue a esperarla en la cocina, en 20 minutos, entró con unos jeans ajustados y una blusa negra. Llevaba su pelo recién lavado suelto, y se notaba el esfuerzo que había hecho por taparse las ojeras. Se sentó a regañadientes en la pequeña mesa de la cocina.
— Siento que la cabeza me va a estallar. — le advirtió. — ¿No podríamos dejar esto para otro día?
— No. — replicó Nico con firmeza. — Vamos a hablar te guste o no. — Le trajo una taza de café y ella lo miró. — Un Candelazo, ¿lo recuerdas? Mexico fue su nidito de amor y se conocieron por este rico sabor.
Cande sonrió nostálgica.
— Sí... era un lugar bastante turístico y no entendíamos por qué todos los americanos se llevaban su café cuando era tan lindo sentarse a disfrutarlo, platicando, conociendo... — Tomó un sorbo del café, era tan rico, pero nadie lo hacía como él. Suspiró. — No es lo mismo.
— Yo también lo extraño. — admitió. — Era mi mejor amigo, Cande. pero ya no está, murió. — Cande empezó a llorar, estaba siendo un poco duro con ella, pero necesitaba que reaccionara.
— No puedo sin él, Nico. Tú no entiendes.
— Yo lo único que entiendo es que tienes una hija hermosa y la estas descuidando, te estás perdiendo la etapa más linda de su vida... disfruta el café y piensa bien lo que vas a hacer. Yo necesito bajar al negocio.
Se fue dando un portazo. Cande negó con la cabeza. Él no la podía entender, necesitaba beber, beber para olvidar que se fue, para olvidar que estaba sola.
========
El día había sido largo para Lali, ya no estaba haciendo simple copias, estaba ayudando a dirigir un colegio y no sabía lo complicado que sería. Al salir se juntó con Rochi para ir a ver a su jefe.
— Hasta que te dignaste en aparecer. — dijo su jefe. Le ofreció un asiento. — Gracias, rubia, déjanos solos.
— Vamos a dejar una cosa clara, Justo, no me gustan esas llamaditas como si fueras un novio celoso buscando a su novia.
— Bueno tranquila, no me contestabas y me preocupé. Te he dicho que este caso es importante.
— Vale, te tengo información.
Sacó una carpeta de su bolso.
— Vaya que eres eficiente.
— Siempre, no estoy para jueguitos, vine a trabajar y es lo que hago. — le dio la carpeta. — Es un informe detallado de los manejos de la escuela, los archivos más importantes, contactos, colaboraciones... parece que todo está normal por ahí. — sacó su libreta de dibujos. — Aquí encontraras perfiles de las personas que entran y salen con frecuencia, sus nombres y datos. También están lo que apenas han ido. — hizo una pausa. — Parece un colegio común y corriente, Justo.
— Pero no lo es. — aseguró. — Han muerto varias personas en esa escuela que estaban vinculadas con el caso de el agente que estaba a cargo antes que tú. Los de esa escuela corren peligro si no conseguimos esa información.
— ¿Debería cambiar a Noah? — preguntó preocupada.
— No, pero sí ten cuidado, esto es un caso serio, si logramos encontrar lo que necesitamos o mejor aún, el que está detrás de esto, todo se solucionaría.
— Bueno. — se paró. — Seguiré investigando. Ten en cuenta que esto no se resolverá en dos días. — caminó hacia la puerta, después dio media vuelta. — Ah, que sea la última vez que mandes a un inepto a MI CASA para obtener un informe, porque te lo devuelvo gateando.
Justo soltó una carcajada.
— Eres brava. — la elogió. — No sé qué le vio mi hijo a esa otra que no te vio a ti.
— Sabes que ese tema está cerrado para mí y está terminantemente prohibido.
— Vale, no te enojes. Sólo digo que para mí, tú siempre serás mi nuera, no esa.
Lali salió y se fue con Rochi en bicicleta.
— ¿Sigue el plan de pasear por el Parque del Oeste? — preguntó Lali.
— No, tengo una mejor idea.
— ¿Sí?
Rochi sonrió.
— Está por empezar un Alleycat, he escuchado que son muy divertidos. Pero necesitamos cambiar de bicicleta ya.
ESTÁS LEYENDO
Caída Libre - Buscando Esperanza
Romance¿Qué es la caída libre? Para algunos es una etapa, para otros es un momento fugaz. Hay quienes lo consideran el momento o situación en la cual todo se ha ido y no queda más que saltar, y otros que la toman como un estilo de vida. Así es la vida d...