Trilogía de Draco II - Draco Sinister-Cassandra Clare (Español)

Capítulo Cinco - El País Desconocido

Tan asombrado como Draco iba a ver a Hermione, estaba aún más asombrado por la mirada en su rostro. Parecía tan horrorizada como si hubiera visto un fantasma, y no cualquier fantasma. El fantasma de alguien que amaba.

"Hermione?", Dijo. "¿Estás, estás bien?"

Ella lo miró fijamente, todavía con la misma expresión horrible, en blanco. "Oh, no", dijo. "No erestú."

La miró fijamente.

"Supongo que estás aquí para rescatarme", dijo sin ella, mirando como si fuera a estallar en lágrimas.

"Yo, bueno, sí", respondió, gritó. "¿Debo volver en un momento más conveniente?"

"¿Por qué no podría haber sido Harry?", Dijo, todavía mirándolo distraído. "¿Está bien? ¿Por qué no está aquí?"

Draco la miró fijamente. No esperaba una gran bienvenida, pero esto fue ridículo. "Había estas veelas..." comenzó, torpemente. "Y Harry está bien, está esperando afuera. Y Dios mío, Hermione, ¿qué le hiciste a Pettigrew?", Añadió, mirando por encima de su hombro.

Hermione se dio la vuelta, siguiendo su mirada, y vio Wormtail acostado tendido en su espalda en la paja. Aparentemente, cuando ella lo había pateado, había estado en la cara. La paja alrededor de su cabeza estaba oscura de sangre.

—Le pegué —dijo en breve—.

"Debo decir que lo hiciste", coincidió Draco, bastante impresionado. Luego negó con la cabeza, como si lo despejara de telarañas. "¿Es el que te mantenía aquí?", Exigió.

Hermione negó con la cabeza sin amos. "No."

"Así que hay alguien más aquí, alguien más malvado, más poderoso?" Hermione asindró con la asinción, sí.

—Correcto —dijo Draco— y se apoderó del brazo. "Vamos." Hermione no parecía querer moverse, así que Draco comenzó a arrastrarla detrás de él por el pasillo. Ella lo siguió sin querer, mirando detrás de ella cada pocos pasos como si ella esperaba que fueran seguidos.

"¿Sabes la salida?", Preguntó, jadeando un poco mientras tiraba de su brazo. "¿Y te darías prisa?"

"No, no sé la salida", respondió ella con voz de plomo. "No creo que haya uno, y está por aquí en alguna parte, no nos va a dejar irnos—"

"¿Quién es él? Voldemort?

Ella se rió huecamente. "Voldemort? No."

Llegaron a la cima de una amplia escalera, tallada en piedra deshuesada, que se extendió hasta lo que parecía que una vez había sido un hall de entrada. Draco podía ver el contorno tenue de los pilares rotos y un suelo de mármol agrietado. Se volvió y miró a Hermione, que todavía estaba mirando en blanco, aturdido, y miserable. "¿Puedes bajar las escaleras?"

"Estoy perfectamente bien", dijo, con voz recortada.

"Bien..." La miró, desconcertado, negó con la cabeza, y comenzó a bajar las escaleras. Ella lo siguió, caminando lentamente. Tuvo que resistir el impulso de apurarla hacia adelante en la exasperación. No sé por lo que ha pasado,se lo recordó a sí mismo. Cualquier cosa podría haberle pasado, cualquier cosa en absoluto. La miró de lado. Se of-­‐ veía -­‐ bien, cansada, por supuesto, y con esa madredeperla brillaba bajo sus ojos que significaba que había estado llorando. Había un corte en su labio que parecía como si lo hubiera mordido, pero aparte de eso parecía ilesa. —Hermione —dijo de repente, dirigiéndose hacia ella— "Mira, no tienes que hablar conmigo, pero sólo dime si estás bien. Sólo asinte, ¿quieres?"

—Tal preocupación —dijo una voz detrás de ellos—. "Qué entrañable."

Ambos se volvieron; Draco rápidamente, Hermione más lentamente, como si temía lo que podría ver.