Inmobil Solo Para Mi - Cap 5

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Ya pasaban unas horas desde nuestro delicioso desayuno. Ella se quedo dormida gran parte de la mañana. Nos saltamos el almuerzo y ya cayendo el atardecer decidí levantarme para prepararle la comida para cuando se despertara. Pero antes quería que se sorprendiera al despertarse. Ya se había quedado dormida desnuda, ya que llevábamos dos días sin usar ni tan siquiera una camisa, así que me lo dejaba todo en bandeja de plata.
Lentamente para q no se percatara, le inmobilice las manos de forma que no pudiera juntarlas para q no se desatará quedando con las manos abiertas, luego amarre las piernas a cada lado de la cama, dejándola vulnerable a mi x completo.
Salí de la habitación dejándola acostada y fuy a preparar la cena.
Cuando termine ella seguía dormida, pero estaba tan expuesta que no aguante la tentación de fotografiarlo. Cuando termine decidí despertarla, así q caminando a su lado, fuy deslizando mi mano x todo su cuerpo, haciendo un poco de énfasis en su vagina y sus pezones.
Busque una vela y con el mechero la encendí, deje caeg unas gotas de cera sobre su abdomen, al momento se despertó, menuda cara de asombro al verse atada y sentir la cera sobre su cuerpo. No me detube y seguí derramandola sobre su pecho y sus tetas, (dejándola caer desde la altura adecuada la cera se enfría lo suficiente para no crear ampollas ni quemarla pero si que se sienta caliente) , deje caer unas gotas sobre su pelvis, una zona más sencible, y sobre sus piernas. A la vez que estaba casi cubierta de cera gran parte de su cuerpo, cambie la temperatura, y pasando un hielo por todos los lugares que había sentido el calor , su cuerpo se erizaba con cada toque y cada mobiendo del hielo.
Seguí acariciando su cuerpo, de vez en cuando metía la punta de mis dedos en su vagina que ya se empezaba a calentar. Agarre el cinto q se encontraba en el suelo y un pañuelo, los cuales cumplirían la función de látigo y mordaza. Una vez amordazada tome el cinto y dándole un leve golpe en su vagina corri el cinto por todo su cuerpo. Comenzaron los azotes por sus piernas, luego en ambas tetas a la vez, unos cuantos en las costillas y el abdomen, otro más en su vagina, y así seguí por un rato más. Con cada azote su cuerpo se estremecía e intentaba soltar sus amarras pero no tubo éxito, solo me detuve una vez que vi su cuerpo completamente rojo. Su respiración se notaba agitada, así le quite el pañuelo de la boca para que pudiera respirar mejor. No se por que al verla tan agitada después de tantos azotes, pensé que habían sido demaciados, me arrecoste en la cama a su lado y la bese lentamente mientras acariciaba su cuerpo, es mi sumisa pero también mi niña consentida.
Mientras la bese mi mano llegó hasta su vagina por la cual caía su dulce miel hasta meterse entre sus nalgas. Me moje el dedo con sus fluidos y me los lleve a la boca para saborearlo y besandola otra vez, empecé a meterle dos dedos por su vagina, quedando asi sus gemidos dentro de mi boca. Lentamente la fuy masturbando, en ocasiones jugaba con sus pezones, ya ella estaba bien caliente cuando saque mis dedos de su vagina y pare de masturbarla. Pase un pie de cada lado de su pecho y me arrodillé quedando sentado sobre sus tetas la agarre x el pelo para levantarle un poco la cabeza y coji mi polla y se la metí en la boca. No me costó trabajo, es tan viciosa que apenas la agarre ella ya estaba esperándola, se la acerque hasta la boca para q pasara su lengua primero, desde los testículos hasta la punta y separando la lengua dejando un hilo de saliba entre mi polla y su lengua. Aora si la agarre fuerte por el pelo y metí la polla en su boca lentamente hasta que choco en su garganta dejándola bien apretada, las arqueadas que daba probocaban más saliba en su boca, así q su saliba chorreaba por mi pene y se deslizaba mejor, le puse mis testículos en la boca para que también los chupara mientras le daba pequeños golpes en la cara con mi pene.
Ya estábamos bastante calientes los dos, me levante coloque una almohada bajo su cintura para que la misma quedara levantada y su vagina expuesta por completo. Deslice mi lengua desde su ano hasta su clitoris y acerque mi polla hasta tocar la punta con su vagina. Lentamente la fuy metiendo mientras quedaba oculta dentro de ella como lobo escondiéndose en una cueva, hasta que mi pelvis choco con la suya.
Se siente más que bien como mi polla entra y sale de su vagina bien caliente y mojada de su dulce néctar mientras la embisto lentamente para disfrutar ese momento mientras unos leves jadeos salen de sus labios, q van aumentando con cada embestida mientras intenta zafarse de las amarras. Su piel ya ardía en llamas al igual que yo. Me detuve un momento y desate una de sus manos y una pierna pero solo para ponerla de lado, con la misma la volví a atar pero esta vez las dos manos y los dos pies atados del mismo lado de la cama. Me acoste a su espalda, quedando mi polla entre sus nalgas y mientras acariciaba sus tetas y con pequeños lametones saboreaba todo su cuello mientras poco a poco metía otra vez mi polla en su ardiente vagina, mientras sus gemidos exitaban mis oídos y me probocaba embestirla cada vez más duro.
La agarre x el pelo jalandolo hacia mi pecho para así lograr q empinada sus nalgas hacia mi para que así la sintiera bien adentro, de vez en cuando le daba unas fuertes nalgadas, tanto q mis dedos estaban marcados en sus nalgas, su piel irritada de tantos azotes y nalgadas que había recibido, estaba muy sencible al tacto de mi piel rozando con la suya.
Ya estábamos completamente exitados y a punto de correrme...
Ya la había castigado en el desayuno arruinando su orgasmo esta vez quería que lo disfrutará al mismo tiempo q yo. Cuando le dige que me correría me me dijo q ella también que lo hiciera dentro. No soy de acatar ordenes pero realmente es lo que tenia pensado.
La agarre fuerte del cuello mientras llevaba a cabo las últimas embestidas hasta correrme de una vez dentro de ella. Al sentir mi semen dentro de ella no tardo nada en correrse también quedando empapados los dos sobre la cama.
Al terminar desate sus piernas para que pudiera sentarse y volví a amarrar sus manos a cada lado de la cama. Salí del cuarto a buscar la cena, se la lleve hasta su cama y le di la comida como mi muñequitos consentida, con el requisito que si no se lo comía todo volvería a ser castigada...

Mi sumisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora