Yuu estuvo manejando de lo más tranquilo, como si el auto fuese suyo. Yo sentía nervios hasta la punta de los pelos. Su forma de sostener el volante, la manera en la que realiza los cambios, cada pequeño movimiento que hacia me ponía cada vez mas y mas nervioso; pero traté de relajarme mirando la ventana. Ya había anochecido y en la ruta las estrellas se ven más brillantes por la escases de luz. El cielo se veía increíble, como si hubiera miles de destellos parpadeando. Toda esa vista me mantuvo entretenido un buen rato hasta que quedé dormido. No creo que hayan pasado más de un par o dos de horas hasta que desperté, el cielo apenas estaba aclarando; y al parecer, Yuu estuvo pensando en mi ausencia
-Hiro, hay algo que tengo que decirte… estuve pensando un buen rato si decirlo o no, pero creo que lo mejor es que lo sepas
-no lo digas –le dije. Ya sabía a dónde iba todo esto
-pero es importante
-no importa, no lo digas
-lo diré quieras o no, es mejor que lo sepas ahora antes que suceda algo malo. Y antes de que me digas algo, entiende que no fue culpa mía, yo no tengo control sobre esas cosas… solo… solo paso así y…
-¡cállate!
-Hiro
-¡No!
-Hi- -le interrumpí
-¡basta!
-un pájaro cagó el capó del auto…
-¿Qué?
-no puedes culparme de eso solo porque yo manejaba, no controlo donde cagan y donde noMe quedé confundido un momento, por poco y me da un infarto. Creí que de una vez por todas diría que no me quiere. Me causó gracia la situación y comencé a reír, Yuu no entendía.
-¿y ahora que te sucede? –Preguntó confundido
-jaja… nada ¿Por qué lo hiciste tan dramático? Parecía que anunciabas la muerte de alguien jaja
-heh, es que no sabía cómo decirlo, te veías tan nervioso cuando veías como manejaba, pensé que me echarías la culpa de eso y me mandarías al cuerno
-si hubiera sido algo realmente serio si, te hubiera mandado al cuerno y a varios lugares más, y te llevaría en el baúl
-he he he… este auto es como tu vida ¿cierto?
-si, tiene mucho valor para mí
-¿por algo en especial? –otra vez, curioso
-no, esto no tiene motivo
-ah, entiendo ¿hace cuanto lo tenés?Iba a contestarle a Yuu cuando empezó a sonar mi celular.
-¿Hola?
-¡¡PENDEJO DE MIERDA!! ¡MAS TE VALE VOLVER YA MISMO AL DEPARTAMENTO SI NO QUERES QUE TE ARRANQUE TU HUECA CABEZA!Era Hypnos, sin duda
-Hypnos ¡cálmate por favor! Te juro que no es lo que cre- -me interrumpió
-¡NO QUIERO TUS ESCUSAS! SE QUE TE LLEVASTE MI PLATA Y ABANDONASTE A TU HIJO PARA IRTE DE JODA ¡HIJO DE PUTA!
-no Hypnos, escuch- -volvió a interrumpir
-CERRA EL OJ- -no terminó de hablar que Yuu me sacó el teléfono
-perdona, no hay señal –dijo él y cortó la llamadaYuu hizo por mí lo que yo nunca pude hacer.
-Más tarde arreglaremos las cosas con él, ahora no le prestes atención.
-gracias, me salvaste de una grande
-tsk, no por mucho. Hypnos estaba más que furioso, hasta yo pude oír como gritaba. No me sorprendería verte muerto unos días después de llegar…
-gracias por animarme –le dije con tono sarcásticoLa voz de Hypnos me produjo un nudo en la boca del estomago. Sentí miedo, mucho, demasiado para ser exacto. Las ganas que tenia de volver se desvanecieron como por arte de magia.
Yuu me miró-¿Tanto miedo te da ese tipo? Estas mas pálido que de costumbre
-vos no sabes lo que es vivir con el…
-tranquilo, seguro que se le pasa cuando le explicamos todo –dijo mientras me daba unas palmadas en el hombroDe alguna forma eso me hizo sentir mejor.
Ya estábamos cerca de cruzar la frontera. Yuu se veía cansado, así que decidimos cambiar, otra vez yo manejaba. Volvió a mi esa gloriosa sensación de tener el auto otra vez, me di cuenta por la vibración del motor que él también me extraño. Acariciando el volante le susurré “tranquilo… ya estoy de vuelta…”. Yuu me escuchó, la expresión en su rostro lo decía todo.
-¿tienes algún problema? –le dije abrazando el volante en broma
Él sonrió
-he he, no, ninguno
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El Viaje
General FictionUn chico se entera de que su amor imposible quedó varado en la otra punta del continente sin forma de volver, y él decide ir a buscarlo. Lo que no se imagina es que lo mas difícil no sera encontrarlo, sino ir conociéndose mutuamente en lo largo del...