Capitulo 2

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Demonios. Hace una semana que no duermo y eso me está matando poco a poco, mi batería no va a aguantar tanto y menos si estoy acostumbrado a dormir 14 horas por día. Pero ya estoy muy cerca, no puedo parar ahora.

Pase por al menos 5 países diferentes en auto, tuve que hacerme pasaportes de toda clase para que no pensaran que trafico drogas. La única droga que tengo es mi veneno, pero la gente no sabe que tengo eso incorporado en mi ser.

Mientras viajaba Yuu me llamaba para ver que estaba tratando de hacer. No quise contestar, estaba muy nervioso de la estupidez que estaba haciendo, además, no quería parar y perder tiempo en una llamada, así que cuando debía detenerme en semáforos o peajes le enviaba mensajes de texto.

Cada vez estaba más cerca… más cerca de quedarme dormido y provocar uno de esos accidentes múltiples en la ruta, de esos que siempre pasan en el noticiero. Pero no, había algo que me daba un poquito más de energía, algo que me impulsaba, algo que me daba la esperanza de encontrarlo y saber que mi esfuerzo no fue en vano.

Salí de la ruta y entre en la cuidad. Mi corazón estaba como loco, agitado, sentía un nudo en la garganta que no me dejaba respirar ¿Qué demonios me está pasando? No quiero sentirme así por ese imbécil. Imbécil al que estaba desesperado por ver

Llame a Yuu para ver en que parte de Denver estaba pero en cuanto atiende lo veo parado en una esquina. Mi corazón se detuvo en cuanto lo vi. Le toque bocina y el volteo hacia donde estaba yo. Tenía cara de confundido cuando subió al auto. Traía una mochila y una campera negra

-¿Qué estás haciendo acá?- me pregunta
-Te vine a buscar
-he he -sonrió- estas demente, tremendo viaje solo por eso. ¿Por qué lo hiciste?

¿Qué respondo a eso? “porque soy tu amigo” suena muy imbécil considerando que el casi ni me registra. “porque tu hermana me obligo” ¿Qué clase de excusa es esa? “porque tenía tiempo libre” esa excusa ni mi unidad madre se lo creería, soy demasiado vago como para hacer un viaje así. “porque te amo y eres muy importante para mi” me sonrojo del solo pensarlo, NUNCA podría decirle eso, ni aunque estuviera muriendo.

-¿Por qué no? No hace mal sacarle el polvo de vez en cuando a este auto
-No creo que hayas venido solo “porque si”
-¿Qué otro motivo tendría?- lo miro con cara de fastidio
-hmmm… tienes razón- baja la mirada- Bonito auto- dice tratando de cambiar de tema
-Gracias.

Mi auto es de esos típicos autos “tuneados”, o como yo le digo, ajustado a mi medida.

-Oye, te ves cansado…- me dice

¿Qué crees? No he dormido en 3 días

-No es nada, puedo manejar igual

Mis ojos no pueden mantenerse abiertos, mi batería debe estar al límite

-¿no quieres que maneje yo?
-¡N-NO!- le grité

Me quedo mirando, sorprendido.

-e-es... ¡que tiene los cambios ajustados a mi manera! Se te hará difícil usarlo

No quise gritarle, es que no me gusta que otras personas toquen mi auto

-Ah, ya veo, entonces descansa y mañana volvemos. Conozco un hotel por aquí…
-No tengo dinero

En realidad si tengo pero prefiero guardarlo por cualquier inconveniente con el auto.

-tranquilo, yo te pago. Es lo menos que puedo hacer ahora que me viniste a buscar.

Ah claro, puede pagar un hotel pero no puede pagar un micro… o un avión para volver. Estaciono el auto y lo sigo hasta el hotel. Estaba muy cansado como para verle el lado pervertido de todo esto, ¿voy a pasar la noche en un hotel con él? Me vale, yo quería dormir.

Nos dan la llave y nos indican donde está la habitación. “12” es el numero que hay en la puerta. Ni bien Yuu abre la puerta entre y caí desmayado sobre la cama. Así como caí, igual desperté al día siguiente. Abrí los ojos y mire a mi alrededor, era una habitación pequeña, dos camas individuales y una mesita de luz en medio de ambas, la habitación parecía estar bastante deteriorada con humedad en las paredes. Creo que por eso estamos en este hotel, seguramente es barato… menos de 2 estrellas diría yo. Yuu estaba cambiándose al otro lado de su cama.

-Al fin despertaste- dice con tono irónico –creí que te habías muerto o algo así, tienes el sueño muy pesado. Anoche caíste en esa cama y no pude despertarte con nada, hasta te tire un vaso de agua encima y no despertaste jaja

¿Que hizo qué? Me toque la cabeza y sentí mi pelo húmedo

-¡Oye! ¡Pude haberme enfermado!

No realmente, soy inmune al resfriado.

-tranquilo, te seque con una toalla luego de eso, apenas si habrá quedado húmedo
-hmmm… - me queje
-Bien, alístate que ya tenemos que irnos, en 15 minutos nos cobran una hora mas
-Okay, dame un minuto que voy al baño

Me levante de la cama y entre en el baño, está en las mismas condiciones que el resto de la habitación. Había un espejo con una esquina quebrada. Me mire allí y me arregle el pelo. Dios, estoy hecho un desastre… igual que este lugar.
Cuando Salí de allí Yuu ya no estaba, dejo las llaves en la puerta y salió. Revise bien la habitación por si hayamos olvidado algo, aunque en realidad no trajimos nada. Cerré la puerta y le di las llaves al encargado, al parecer Yuu ya había pagado y se había ido. Cretino, ¡gracias por esperarme!

Salí de ese lugar y vi a Yuu dentro del auto revisando por todos lados

-¡Oye! ¡¿Qué crees que estás haciendo?! – Le grite
-Nada, solo revisaba
-Hazme el favor de NO tocar nada en este auto
-¿Qué? ¿Acaso tienes algo que ocultar?
-¿Y tu quien eres para revisar mis cosas? ¿Mi madre? – me saque otra vez, realmente detesto que las personas toquen mi auto
-No pero…
-¡Pero nada! ¿Que harías si entro a tu casa y me pongo a revolver tus cosas?
-Okay! ¡Tranquilo! ¡Ya entendí!

Encendí el auto y conduje hasta una carretera. En todo el viaje no volví a hablarle, y el tampoco a mí. El camino estaba vacío, parecía que solo nosotros estábamos allí y aun así iba despacio, creo que a menos de 100km/h. Mis días de ir a toda velocidad terminaron hace tiempo, pero al parecer a Yuu le molesto.

-¿Por qué vas tan despacio?
-Voy al máximo- le dije
-Tienes un auto de 5 velocidades con una máxima de 320km/h y me dices que el máximo es 90?
-Mira bien- le mostré una señal de transito

“90 máximo, 70 con niebla/lluvia”

-¿Es enserio? ¿Vas a respetar las reglas ahora que no hay nadie? Eso es solo para cuando hay mucho transito
-¿Y qué? No quiero multas
-¿Multas? ¡Pero si aquí no hay nadie! ¡¿Quién demonios va a ponerte una multa en medio de la nada?!

No creí que viajar con el seria una pesadilla. En ese momento lo que sentía por él se transformo de amor a odio, yo solo quería llegar a casa los más pronto posible para deshacerme de él.

El ViajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora