WAYWARD「 La adolescencia es una etapa por la que experimentamos cientos de cambios, tanto emocionales como físicos, eso es algo que Holly y Harry Harper tenían muy presente, pero nadie nunca les dijo que parte de esos cambios podría llegar a ser la...
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LA MIRADA CARAMELO de Harry se posó en la casa de Lydia Martin, esperó a que alguna de las dos personas que lo acompañaban hiciera o dijera algo, pero cuando no lo hicieron, giró su cabeza a la izquierda para así poder encontrarse con los ojos atentos de su hermana y de Stiles, sus miradas parecían decir que él era el que debía ir, pero Harry no pareció comprenderlo así que preguntó.
—Entonces, ¿quién va a ir? — Inquirió el hombre lobo.
—Yo paso. — Dijo rápidamente Holly para zafarse de la situación. —Ustedes son los que están enamorados de ella, ustedes son los que van a ir a verla.
—Pero tú fuiste la que nos dijo que deberíamos venir. — Se quejó su hermano, enarcando una ceja.
—¿Quién dijo que estoy enamorado de Lydia? — Preguntó Stiles, obviamente más interesado en saber quién le había puesto esa idea en la cabeza a la chica que ahora le gustaba, en vez de prestarle atención a la situación.
—Scott me lo dijo. Y, escuchen, no hay manera en este mundo ni ninguno de los círculos del infierno, ni siquiera en el cielo, para que yo entre esa casa. Uno de ustedes irá, arréglenlo con un piedra, papel o tijera o yo que sé. — Declaró la chica, dejándose caer contra el asiento trasero del jeep.
—Bien, Harry vas tú porque eres el hombre lobo en riesgo de muerte, tal vez hasta huelas algo, como al alfa que quiere que mates a alguien para confraternizar. — Lo animó Stiles, incluso inclinándose para abrirle la puerta del jeep y haciéndole señas para que saliera, Harry lo miró mal e iba a replicar, pero las señas de Stiles le indicaban que él le sacaría la verdad a Holly, solo entonces el hombre lobo asintió y salió del jeep.
Harry sabía que su hermana se preocupaba demasiado por él en aquellos instantes, y que era capaz de ocultar su propia situación para no preocuparlo más a él, pero si Holly le contaría la verdad a alguien que no fuese él, si la chica tuviera que pedir la ayuda de alguien en que confiara plenamente y ese no fuera su mellizo, Harry tenía bien claro que esa persona sería Stiles. Harry podía sacarle la verdad a Stiles, si no se lo decía voluntariamente entonces un par de ojos amarillo resplandeciente bastarían para que le dijera.
Un profundo suspiro de nerviosismo salió de los labios de Harry antes de tocar la puerta, la señora Martin abrió casi al instante, recibiéndolo con una cálida sonrisa.
—Buenas tarde, señora Martin. Soy Harry Harper, amigo de Lydia. — amigo, claro, ella ni siquiera lo conocía realmente —. Me preguntaba cómo estaba porque hoy no fue a la escuela y, eh y-yo estuve en la tienda de videos ayer después de lo que pasó y fue horrible, así que no me extraña que ella no haya querido ir a la escuela después de eso, pero estaba preocupado y... y quería saber si está bien. — La velocidad y la cantidad de palabras que salían de la boca de Holly solo podían comparase con las de una persona, y esa era su propio hermano cuando estaba nervioso, como en ese preciso momento. Harry ni siquiera estaba seguro de que la señora Martin haya entendido una sola palabra del vomito verbal que soltó, pero ella aun así le sonrió.
