Amor impensable [Kirino x Kariya]

Capítulo 10

Mil perdones la tardanza del nuevo capítulo pero he andado con cero ideas y he estado bien ocupada con esto de las clases y la poca motivación 🤪 Así que espero q disfruten el nuevo capítulo. Les tkm

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Era un nuevo día en el instituto Raimon. Se encontraba el equipo reunido más que nada para charlar en una estrategia para el partido de los próximos 3 días. Tuvieron un entrenamiento bastante agradable ya que la relación del equipo mejoro bastante gracias al partido anterior.

Ranmaru se encontraba en su posición algo despistado, en pocas palabras no estaba atento con lo que ocurría a su alrededor. Tenma se dirigía junto a Tsurugi y Shindou para hacer su ataque combinado por lo cual Masaki le gritó al pelirosa pero este no hizo caso. Ambos delanteros junto al medio campista efectuaron el ataque ya que Kirino no los detuvo. El impacto golpeó su rostro lo que provocó que este cayera al piso algo atontado. Masaki sorprendido por lo que acababa de ocurrir corrió con gran velocidad hasta el mayor. Pudo notar en como la nariz de Kirino sangraba. El entrenamiento se detuvo para de esta forma sacar al pelirosa de la cancha.

Se encontraba en la banca y a su lado estaba el peliaqua quien asustado miraba al mayor y ya estaba pensando lo peor. En parte se quería reír porque Kirino no tendía a cometer ese tipo de errores pero a la vez estaba preocupado de que este no abriera los ojos.
Pasaron algunos minutos y Ranmaru finalmente abrió los ojos, Masaki suspiró aliviado y comenzó a mover su hombro intentando que el mayor espabilara.

— ¿Qué sucedió? —Pregunto Kirino intentando ponerse al día.
— ¿Eres idiota? ¿De verdad no recuerdas lo que pasó? —Cuestiono el menor.
— Por algo estoy preguntando —Levanto su mano y la llevo hasta su rostro sintiendo un algodón en su nariz.
— Ugh, te llegó el ataque especial de Tenma, Tsurugi y Shindou-senpai. —Comento desviando su mirada.
— Ya entiendo. —Dio un leve suspiro y se acomodó sacando así el algodón de su nariz.— Bien, ya estoy mejor —Se levanto y sacudio un tanto su ropa. Observó con disimulo al peliaqua y una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
— ¿Qué? —Miro con extrañeza el menor.
— Nada, nada... Solo qué, uhm, olvídalo —El tono de voz del pelirosa se oía un tanto nervioso y rápidamente volvió a la cancha.

Kirino paso una de sus manos sobre su rostro algo avergonzado por la actitud del mayor y bufo molesto ¿Qué le pasaba? ¿Tenía cara de payaso? La tiene de vez en cuando pero en estos momentos no. No le dio más importancia y volvió a la cancha igualmente.
Había terminado el partido de entrenamiento y el equipo se dirigió a las bancas para de esta forma descansar y beber algo de agua. Kurama se acercó al pelirosa dándole así un golpe en la espalda.

— ¿Qué fue eso?
— ¿Eso de qué? —Respondió Kirino
— Lo de hace un momento... Oí como Kirino te hablo y tú estabas como un árbol. —Comento Kurama.
— Ah eso, solo me desconcentre, eso es todo no hay más explicación —Levanto su pulgar indicando que todo estaba bien. Kurama solo suspiro y se resigno a ser preguntándole a su amigo.

Una vez descansaron lo suficiente se dirigieron a los camerinos para poder cambiarse, bañarse y así poder ir a sus clases normales.
Las clases transcurrieron con normalidad y llegó la hora del receso. Kariya se encontraba con su grupo de amigos y a lo lejos divisó la cabellera rosa de su compañero de equipo.

— Quédense aquí un momento, necesito hablar con Kirino-senpai. —Los chicos junto Aoi asintieron y se quedaron en ese lugar.
Kariya metió ambas de sus manos al bolsillo de su chaqueta como si buscará algo y una vez se encontraba más cerca del mayor saco un paquete de galletas.

— Kirino! —Exclamo el menor. El pelirosa bajo su mirada y sin entender el gesto del menor levantó su ceja extrañado.
— ¿Qué?
— Toma, un regalo por lo tonto que eres —Dejo escapar una risa burlesca y le entrego el paquete.
— Gracias enanito —Molesto al menor y acepto las galletas guardandolas en su chaqueta.
Kariya golpeó con suavidad su hombro y se estaba despidiendo, alcanzó avanzar unos tres pasos y sintió como alguien agarró su brazo, era el pelirosa.
— Oye, este...¿Mañana estarás libre? —Pregunto sin pensarlo mucho y al darse cuenta de su acción sus mejillas se tornaron rosadas.
— ¿Mañana? Creo que sí ¿Quieres invitarme a una cita? —Pregunto con un tono burlesco provocando aún más vergüenza en el mayor.
— Tómalo como quieras —El pelirosa hizo un sigo de paz con sus dedos y esbozo una sonrisa soltando el brazo del menor. El peliaqua se encogió de hombros y sus mejillas se tornaron de un color rojo intenso.
— Por cierto, vámonos juntos hoy.
— Está bien, pero si quieres que me vaya contigo cómprame un jugo.
El pelirosa asintió ante la petición ajena y se despidió de este. El mejor hizo lo mismo y volvió a su grupo de amigos.