Capítulo 18

10.2K 1.7K 1.2K
                                        

Capítulo 18: de mentiras piadosas a verdades horrorosas.

BaekHyun recargó la cabeza en la pared, pero de inmediato se colocó correctamente, cruzando los brazos y mirando con seriedad al chico que yacía de pie delante suyo, postrado y sentado en una banca, con la mejilla descansando en la palma de su mano, y la mirada perdida en algún punto de las baldosas, que tenían pequeñas machas grisáceas. Entonces BaekHyun de sintió un poco incómodo, pero no tanto como en el principio de la situación cuando fue avisado de algo que preferiría no saber.

     — Es muy amable de tu parte... —menciona el mayor, rompiendo el silencio—. Venir cuando no conoces al chico.

     JungKook miró a BaekHyun, por primera vez, con algo de lástima, lo cual fue recibido por el otro con algo de curiosidad. El pelinegro entrecerró sus ojos, con una expresión poco clara, y terminó por suspirar, mientras la parte trasera de su cabeza caía con fuerza en la pared, también blanca, del hospital. Sin mucho más que decir, JungKook rascó cercano a su lagrimal, con algo de delicadeza antes de abrir los ojos y morder sus labios con nervios. De repente, sentía todo como un sueño. No sólo era por el sonido casi irreal de las ambulancias llegando, de las enfermeras conversando tranquilamente mientras había gente quejándose, o tal vez el zapateo de los tacones por las doctoras y doctores que caminaban, tal vez era un factor más importante y fantaseoso que todo aquello, pero no lograba dar con él.

     El chico miró a BaekHyun y le sonrió.

     — TaeHyung me necesita.

     Era irreal que una mentira tan pequeña, probablemente inocente e inofensiva, hiciera tanto daño. El problema de JungKook era que cargaba con muchos delitos, muchas mentiras y engaños que no eran tan simples y sencillos como se lo quiso plantear la primera vez que se abrió paso en esa casa. Por mucho tiempo se cuestionaba esa situación, "¿qué pasaría si...?", un montón de veces se vio orillado a soltar toda la sopa, pero entonces comenzaba a culpar a BaekHyun, y se daba cuenta de lo equivocado que estaba, después culpaba a Jennie, y volvía a decirse que nadie tenía la culpa de su banal sinceridad.

     E incluso cuando ya iba a decir la verdad, a pesar de que nadie se lo preguntaba, se detenía a sí mismo repitiéndose que jamás se vería en el infortunio de ser evidenciado. Sus fallidas predicciones daban frutos: podía ser evidenciado. ¿Por qué seguía sosteniendo eso que lo comenzaba ahogar?

     — JaeHyun no había aparecido en un buen tiempo —musita BaekHyun parándose recto en su lugar—. Es extraño que me llamaran a mí, en vez de TaeHyung.

     — Su teléfono estuvo sonando un largo rato antes de que tú me llamaras. Él tuvo un mal sueño, así que lo dejó pasar.

     — Sigue siendo extraño, TaeHyung nunca deja pasar una llamada... Como sea, vengo enseguida, tengo que tomar algo. ¿Quieres un café u otra cosa?

     — No, gracias.

      El llegar al hospital fue un viaje realmente ajetreado, de hecho apenas y tenía memoria de eso. Primero a TaeHyung bajando las escaleras como un loco y tropezándose unas cuantas veces, saliendo del edificio a paso de velocista, sin saber qué hacer. JungKook tuvo que tranquilizarlo, tomándolo del brazo antes de que cruzara una calle donde era casi seguro que TaeHyung terminaría atropellado. Fue así que después de muchos intentos de tranquilizar al castaño, que no estaba ni cerca de poder respirar con serenidad, terminaron subiéndose al primer taxi que vieron, dirigiéndose al Hospital que BaekHyun acababa de enviar por mensaje. El trayecto fue lento, preocupante y asfixiante, con TaeHyung temblando y mordiéndose las uñas, y JungKook sujetando sus manos de vez en cuando, diciéndole que todo estaría bien. Vio a TaeHyung dejar tirado su abrigo en cuanto el auto se detuvo enfrente de las puertas del hospital, y él salió corriendo para poder alcanzar a su ex novio, quien se presumía había llegado hacía pocos minutos desde el lugar del accidente.

REPLAY | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora