VII.

1.6K 101 1
                                    

Como ya lo había dicho, pasaron increíblemente volando los meses y Luke seguía llevándome consigo a donde sea. Con decir que no me dejaba ni siquiera ir a hacer pipí sola, ya se pensaba qué me iba a suicidar en la bañera o que se yo.

Les tocó hacer gira y entre los países estaba México. México, donde viví toda mi vida hasta que nos mudamos a Australia. Bueno, en lo que viví aquí, fui a la escuela como toda chica normal, tenía una mejor amiga con la que no nos separábamos para nada. Fuimos amigas desde 1ero de Secundaria hasta que al iniciar el bachiller me mudé a Australia. Créanme que me dolió mucho tener que dejarla sola... pero no tenía opción alguna, salvo que pedimos a ambas mamás que me dejarán vivir con ella, a lo que mi madre se negó.


En fin, Luke me llevó con ellos de gira por muchos lugares, hasta que por fin estábamos en México. Con la banda, como de costumbre, nos llevaron a algún hotel donde se quedarían en lo que era su concierto.

Era de media tarde, le conté a Luke sobre mi mejor amiga y la historia, y le pedí que me dejara salir del hotel. Si, tenía que pedirle permiso al rubiecito, porque si no, no se despegaba de mi. Total que, como era obvio, no accedió. Me acompañó a buscar a mi mejor amiga, que no veía en años. Tenía su misma dirección, así que no fue difícil.

Estábamos frente al portón negro de su casa ahora color azul, yo estaba nerviosa aunque entusiasmada por volver a verla. Toqué el timbre y salió un pequeño muy sonriente.


— ¿Quién eres? —me dijo apenas se le entendía.

— Soy Abril, pequeño ¿está tu hermana? —supuse que el niño era hermano de mi amiga.

— Sip —dijo remarcando la "p" —¿le llamo?

— Por favor —le sonreí y él se fue hacía adentro de la casa. Yo me giré a Luke con ambas manos cruzadas.

— Tengo nervios Luke, hace mucho no la veo —le dije poniéndome las manos en mis mejillas.

— Todo saldrá bien, ya verás —me abrazó.

— Espero que se acuerde de mi —dije mirando un punto "x" en la calle.

— ¿cómo no se va a acordar de su mejor amiga? —se rió. —es como si yo no me acordara de Calum, Michael o Ashton.

— Ya entendí rubio... —suspiré.

— ¿A...Abril? —se escuchó por fín esa voz con toque tierno e infante. Me di la vuelta y ahí estaba ella, Fernanda, mi mejor amiga.

— Hola —logré decir y sonreír de me dio lado con todos los nervios absurdos que tenía.

— ¡Amiga! —se aventó literalmente hacia mi —Dios, mírate, estás tan distinta, tan grande —dijo con tono de una de mis tías que no veía en años.

— Y tu, estás tan diferente, tu cabello... ¿qué pasó con tu largo cabello? —pues tenía el cabello por los hombros. —te extrañé como no tienes una idea.

— Ejem, señoritas, yo al rato regreso por esta señorita —me apuntó. —no hagan travesuras —dijo el muy maduro. —no ya, no intenten nada peligroso —sabía que se refería a mi. —Vuelvo en unas 2 o 3 horas, tengan cuidado.

— Dios, no seas paranoico, yo te llamo —le dije, él asintió y se fue.

— Amiga —dijo alargando la "a". —¿y ése chico tan ahsjdkad? ¿es tu novio? —me quedé sería con su pregunta. —perdón, ¿dije algo malo?

— No Fer, para nada... sólo que ese chico salvó mi vida —ella pareció no entender. —Fernanda hay tantas cosas que pasaron en Australia, que sólo de recordarlas... —no pude terminar de hablar cuando ya estaba llorando.

—Tranquila Abril, ¿quieres contarme? —yo asentí. -vamos adentro, mamá preparó chocolate hoy.


Asentí y entramos juntas, caminamos abrazadas. Me limpié las lágrimas antes de entrar, saludé a su madre y me hizo esperar en su sofá, en lo que ella traía las tazas con chocolate. Una vez así, subimos a su habitación. No recordaba lo bien que se sentía estar con ella. Ella sabía todo de mi, mis secretos, mis problemas, todo. Es bastante lindo tener una amiga que conoce lo peor de ti y sigue aquí, conmigo a pesar de todo.

No Lo Hagas; lrh. (2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora