XX.

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1 año despues.

Estar con los chicos ya era lo más normal, Fer vivía con nosotros, lo que nos costó convencer a su mamá... pero lo conseguimos.

Todo estaba yendo genial, Luke y yo no habíamos discutido y tampoco habíamos tenido problemas. Era prácticamente perfecto.

—Abril... ¿podrías venir un momento? —Él subió las escaleras y yo lo seguí.

Entré en la habitación y Luke la cerró.

—Preciosa, quiero que salgamos esta noche a un lugar. Ya sabes, por nuestro 1er aniversario juntos, además de 9 meses perfectos sin problemas —Tomó mis manos.

—De acuerdo pingui, pero nada de fiestas —él asintió. —te amo —lo besé.

Salimos de la habitación y fuimos abajo, le conté a Fer sobre eso y ella me llevó a casa de Ashton porque, por obvias razones, no podíamos arreglarnos Luke y yo en la misma habitación. Luke ocupaba todos los espejos. Fer me ayudó a escoger un vestido, a peinarme y eso.

~ En la noche ~

—Abril, Luke está abajo —avisó Ashton abriendo la puerta a su habitación.

—Gracias Ash —le sonreí.

—Por cierto, te ves linda —me sonrió y se fue.

—Oye, ese hombre es mío —dijo Fer entre cerrando los ojos y yo exploté en una carcajada.

—Todo tuyo amiga, sólo quiero aclarar que Ashton es como un hermano o algo así, no tienes de que preocuparte, tengo a mi Lukey —ella rodeó los ojos y sonrió al final.

Salí de la habitación de Ash y Luke estaba volteado de espalda a mi. Volteó y me miró sonriendo al final. Se acercó y me besó. 

—Le haces honor a tu sobre nombre, preciosa. Te ves hermosa

—Gracias Lucas, tu también te ves guapo —él me guiñó un ojo. Yo sonreí y giré hacia Fer. —Nos vemos mañana, muchas gracias —le dije abrazandola.

Salimos de ahí, nos subimos al auto y Luke lo puso en marcha. El viaje fue algo tranquilo, llegamos a un restaurante, algo cliché para ser la sorpresa de Luke pero pues había que tener algo que lo hiciese diferente y especial. Luke se bajó y rodeó el auto para abrir mi puerta, lo hizo y tomó mi mano para ayudarme a salir.

Caminamos hacia adentro del restaurante, era muy hermoso, elegante y había mucha gente que parecía de "clase". Me refiero a hombres con traje y mujeres en vestido.

Luke habló con el recepcionista y este le indicó la mesa. Enseguida un mesero nos llevó hasta ella. Luke le dio la gracias, sacó mi silla para que me sentara y después de sentó en la suya.

Hablábamos de todos los momentos juntos, mientras nos tomamos una mano y sonreiamos cada vez que contábamos un recuerdo.

—¿te acuerdas cuando tratamos de hacerle una broma a Calum con el balde de agua y se nos cayó toda el agua a medio pasillo? —ambos reímos.

—Lo recuerdo perfecto, fue un desastre —Luke se rió y asintió. —Este recuerdo es algo triste, pero es importante. ¿Recuerdas cuando me salvaste? Tenías cara de niño asustado, de niño perdido en la imagen —sonreí, él suspiró  y sonrió.

—Creo que tomar ese camino como atajo es lo mejor que pude hacer. Nunca había tomado esa ruta —le sonreí y limpié una lágrima que había salido llevándose un poco de mi lápiz de ojos.

—Gracias Luke, probablemente esté agradecida eternamente o en lo que me dure la vida —ugh Abril, acabas de arruinarlo. —digo, hoy estamos mañana quien sabe —traté de remediar mis palabras.

Después de un rato, Luke pagó y nos fuimos. Llegamos a la casa de nuevo, no había sido algo tan espléndido pero con el hecho de que Luke lo haya planeado y eso, lo hace super tierno. Entramos a la casa, no había nadie. No estaban las muchachas de servicio, no estaban los chicos, prácticamente estábamos solos.

Luke término de entrar y cerró la puerta. Se pegó a mi abrazandome, besandome y tomándome por sorpresa con la intensidad de sus besos. Subimos a su habitación. Entramos entre beso y beso, logré empujar la puerta para que se cerrara.

—Espera... Luke... —dije separándome para tomar un poco de aire.

—¿Que... qué pasa? —me miró con desesperación. —vamos, relajate preciosa —siguió besandome.

—No, Luke... espera —él bufó.

—¿Qué sucede, cariño?

—¿No hay nadie en la casa? —él sonrió y negó.

—Estamos completamente solos, por si te preocupa que te escuchen —sonrió y volvió a besarme.

De a poco fuimos caminando así hasta la cama. Él bajó el cierre de mi vestido, con toda la calma del mundo, mientras yo le desabrochaba cada botón de su camisa. Él sin camisa, yo sin vestido. Me recostó en la cama y se puso sobre mi, apoyándose en una mano para no aplastarme. Siguió con los besos un rato.

—Luke... —él se detuvo y me miró —Te quiero —él sonrió.

—Yo te quiero más, preciosa —dio un pequeño beso en mis labios para continuar lo que hacía.

Él intentaba desabrochar mi sostén, torpemente no lo consiguió. Bufó y le sonreí, le ayudé y me lo saqué yo. Tenía pena, bastante pena. Él sacó sus pantalones y sus boxers. Ni siquiera podía mirar, era bastante penosa para ver. Él sonreía tierno, aunque sus ojos parecían haber cambiado de tono de azul. Fue un momento a un cajón y regreso con un empaque plateado. Lo abrió y sacó el preservativo, se lo puso y me miró.

—¿Estas lista? —me preguntó antes de hacer nada.

—Eso creo —dije sólo mirándolo a los ojos.

—Tranquila, no tengas miedo. Seré suave mi amor —él sonrió de medio lado. Se acercó bien a mi y abrió ligeramente mis piernas. Yo no apartaba mi mirada de la suya.

Luke se puso en mi entrada, sin despegar su mirada de la mía... entró. Yo hice un pequeño gesto de dolor, él se quedó sin moverse.

—¿Te he hecho daño? —yo negué. —si lo hago, dime —asenti.

Empezó a moverse despacio, mientras yo intentaba aguantar los gestos que salían sin avisar. En un momento los movimientos se hicieron más rápidos y fuertes, intenté aguantar los gemidos por un rato pero no pude hacerlo mucho. Mis uñas se encajaban en las sabanas, supongo que podías escuchar los gemidos hasta afuera, pero no importaba. Él se detuvo, salió de mi y me levantó. Me besó y se sentó en la cama, hizo que me sentará sobre él, yo era bastante torpe para esto, así que él era el que controlaba el ritmo. Escondi mi cara entre su hombro y su cuello, y ahora mis uñas eran las que se encajaban en su espalda. . .

En la mañana desperté y noté los brazos de Luke a mi alrededor, sentía su respiración pegando contra mi cuello, sonreí de inmediato. Vi la hora... 03:25, se nos estaba haciendo costumbre despertar tan tarde. Me moví un poco para que Luke me soltara, cuando lo conseguí, me puse la camisa de Luke y mi ropa interior inferior, salí de la habitación sintiendo algo de frío pero lo ignoré.

Preparé el desayuno, bueno, desayuno-comida por la hora. Escuché la puerta de la habitación cerrarse y al instante a Luke en la cocina.

—Buenos días preciosa —volteé a verlo y noté que seguía desnudo.

—Luke, ponte un boxer, por Dios —me reí y él sonrió.

—Mi camisa te queda mejor que a mi, deberías dejartela puesta todo el dia —se acercó y me abrazó por la espalda.

—Desayuno listo —me giré y lo besé.

—Eres la mejor, mi amor —me dio un beso en la frente y nos sentamos a desayunar. No sin antes mandarlo a que se pusiera un boxer, por Dios.

No Lo Hagas; lrh. (2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora