Lentamente Jihoon abrió los ojos con esperanza de encontrarse a Chan, con la esperanza de haber muerto, pero en vez de esa soñada escena se encontró con la figura borrosa de SeungCheol junto a un doctor de pulcra bata blanca, un nudo se formó en su garganta, nuevamente le había faltado tiempo, nuevamente aquel pelinegro le arruinaba la vida salvándolo de la muerte.
--Señor Jihoon, me alegra que haya despertado... tenemos algunas preguntas que hacerle...--Habló el medico formal y correctamente, pero con un tono de voz burlón, altanero, un tono de voz que lograba generar desconfianza en el rubio – Su amigo presente lo trajo por una intoxicación letal de Cefalmin...mire, no daré más vueltas, no creo que usted sea tan necio como para tomarlo por accidente... ¿Porque intento acabar con su corta vida?
Jihoon quedo en silencio mirando sus manos finas y pálidas que en antaño le parecían bonitas, cada palabra que decía aquel especialista le perforaba el corazón, hacía que sus demonios despertaran recriminándole su desastroso fallo, su desastrosa vida.
Con aquel dolor en su pecho jugó con el marcapasos en sus dedos sintiendo como cada palabra le destruía, ¿era una necesidad que SeungCheol escuchara todo eso?, ¿Era una necesidad reírse mientras miraba su historial médico? ¿Era una necesidad que golpeara su camilla para que respondiera más rápido?, quería gritarle y decirle a ese doctor que no era de su incumbencia, que si había sido un estúpido, que eso había sido un accidente, pero se contuvo al sentir la triste mirada de SeungCheol en él y solamente negó con la cabeza dándole lo que quería a ese licenciado, la sonrisa del profesional le dio asco, era como si hubiera encontrado un nuevo juguete, como si hubiera encontrado a otra mente rota la cual descuartizar y torturar.
--Lo presentía...en el lavado encontramos una serie de cortes en su cuerpo y ya hemos avisado a sus padres...desde que salga de este hospital queda bajo total custodia de Choi SeungCheol, sus padres ya firmaron lo necesario, no necesitan hablar con nadie más, también tendrá que venir semanalmente a una consulta general y psicológica que sus padres elijan de nuestros especialistas...--Comentó de manera brusca sin ningún tipo de anestesia, cortándole cualquier esperanza al frágil rubio quien lo miró sin creer lo que había salido de su boca
--¿Qué? ...—Fue el único susurro que salió, su cabeza y corazón dolían, su garganta ardía por el procedimiento realizado y solo podía mirar la cabeza gacha del pelinegro, no entendía cómo sus padres se habían desecho de él tan rápido, como lo habían dejado completamente a merced de un desconocido, como se habían lavado las manos ¿Porque no podían dejarlo ir?, ¿porque lo querían encarcelar?, ¿porque lo querían seguir torturando?, él quería volver a encontrarse con su hermano, quería dejar de sentir dolor, quería dejar de estar cansado, quería ser feliz.
--Se que no te gustara la idea, conozco a los de tu tipo así que ni pienses en idiotizar a tus padres, ellos hacen una buena acción por ti, en unas horas te dan de alta, suerte con tu vida señorito Lee Jihoon...—Habló cortante el doctor desapareciendo por la puerta en que sus padres aparecieron, la sala se llenó de llantos y gritos que Jihoon ignoraba tratando de no marearse ni sentirse mal, no quería hablar con ellos, estaba enojado, triste y perdido, no tomaron en cuanta su palabra, no preguntaron si aquel chico era su amigo, no indagaron más allá de lo que los resultados médicos dijeron, no hacían más que gritarle, remecerlo y culparlo de lo que le estaba pasando.
No le daba confianza lo que había dicho el doctor, aquello de dejarlo con un desconocido no debía ser legal y menos ético para un tipo con bata blanca, se sentía como un fenómeno, una creación de un científico loco, se sentía utilizado y aun que intentara dar a conocer su preocupación con sus padres estos no querían escucharlo, repitiéndole que era su culpa, que él solo quería verlos llorar, que su hermano no estaría orgulloso de él.
Luego de que las horas pasaran y lo dieran de alta, sin delicadeza alguna lo subieron al auto llevándolo a su casa y lo obligándolo a empacar algunas cosas aun cuando su débil cuerpo temblaba y se iba cayendo por las paredes adornadas con cuadros de su familia.
Mientras sacaba sus cosas más importantes escuchaba como sus padres se quejaban de su inmadurez, de su falta de fuerza, del gasto que llevaría su recuperación, sintió un nudo en la garganta y pensó en pararse en medio de la calle para esperar que algún auto lo golpeara, pero tuvo que borrar aquel pensamiento cuando lo llamaron, caminó cabizbajo y miró a sus padres en silencio escuchando como le encargaban su vida a SeungCheol, a un desconocido, a alguien que no merecía toda esa presión, a alguien que no tenía nada que ver en todo esto, el mayor asentía a cada advertencia, él no hablo, en ningún momento le pidieron su opinión.
Una vez sacó todo lo necesario su padre lo subió al auto y le pidió la dirección al pelinegro, partieron a su nueva casa de ahí hasta que se "recuperara".
Se sentía fatal, sentía que nadie podía verlo, que nadie lo escuchaba, que a nadie le importaba y se sintió la peor persona del mundo cuando en medio del trayecto el mayor dejó que se apoyara en su hombro y llorara pues su corazón no aguantaba más sin derramar alguna lagrima acida, él no merecía nada de lo que le estaban obligando a hacer, no quería ser una carga para otra persona, no quería ser una carga para SeungCheol.
Al llegar a casa sus padres lo apartaron para decirle las últimas palabras, no los escuchó, no quería escuchar el discurso de "lo hacemos por tu bien hijo", no quería llorar frente a ellos, lo abrazaron y su padre lo dejó dentro de la casa para irse sin despedirse del pelinegro, suspiro mirando a la nada, quería irse, pero aquel chico quien le sonreía lo hacía dudar a segundos.
--Jihoon... por favor, tienes que comer y tomar algo...—Habló SeungCheol horas después de llegar a la casa mientras empujaba la sopa al callado rubio, había arreglado su propia habitación para Jihoon, había cocinado y este seguía sin moverse del asiento donde su padre lo dejo sentado diciéndole que se comportara como un adulto por primera vez en su vida antes de irse.
--Cállate y llévame a casa...--Demandó Jihoon con la voz quebrada sin querer ver al mayor, había logrado para su llanto hace menos de una hora, no quería mirara aquellos grandes ojos y sentirse la cosa más inútil del planeta.
--No puedo Jihoon... harán seguimiento y tus padres ya firma...—Intento decir SeungCheol siendo asustado por el salto que pegó Jihoon para salir de la mesa, el pequeño miró lo directamente mostrando su rota sonrisa y sus ojos escasos de vida.
--¡¿Y acaso yo no tengo voz!?.... – Explotó por fin luego de horas de aguantarse todos esos sentimientos que le comían la cabeza -- no te conozco, no me conoces, de seguro ni quieres verme más...no quiero que me cuiden SeungCheol, no quiero ser una carga para ti... no quiero depender de alguien, no quiero...NO QUIERO SER UN PUTO EXPERIMENTO DE UN DOCTOR LOCO, NO QUIERO TENER SEGUIMIENTO COMO SI FUERA UN PELIGRO PARA LA SOCIEDAD, NADIE PIDIÓ MI MALDITA OPINIÓN, NADIE ME PREGUNTÓ SI QUERÍA SEGUIR AQUÍ, ¡NO QUIERO HACER NADA! ¡NO QUIERO ESCUCHAR MÁS LASTIMA Y ENOJO HACIA MI¡!SOLO QUIERO QUE ME DEJEN TRANQUILO! – Gritó desgarrándose la garganta para después correr a lo que sería su habitación cerrando de un golpe la puerta, tarando de aislarse de aquello que le sobrepasaba, tratando de que el mayor no viera como por el pánico se hacía daño a el mismo.
SeungCheol dejó caer la cuchara y apegó su cabeza a la mesa cuando escuchó como su puerta se cerraba bruscamente, entendía al rubio, pero sus padres habían confiado en el como la única persona capaz dentro de su extenso circulo para poder ayudarlo, para contenerlo.
No le gustaba nada la situación, no le gustaba el contexto en que le habían dejado la custodia de aquel chico, pero quería confiar en el doctor y ese método que les aconsejó a los padres de Jihoon, quería confiar, quería confiar en el renombre de ese hospital, quería confiar en que aquel acto tan extremo de aislación ayudaría al rubio. Sabía que había sido metido en algo que no le incumbía en un abrir y cerrar de ojos, pero tenía que lograrlo, tenía que ayudar a aquel chico y ya no solo porque se lo habían pedido, o porque el medico se lo había dicho, sino porque quería ver a Jihoon feliz, quería verlo sonreír verdaderamente, quería ver sus hermosos ojos sin rastro de sufrimiento, quería ser su amigo, quería conocerlo, quería saber si apartada toda la pena de aquel chico, su corazón seguiría saltando y confundiéndolo.
Quería saber si su corazón latía por un posible amor o por un simple deseo de ayuda, quería comprobar sus sentimientos aun cuando desde el segundo uno no podía dejar de pensar el Jihoon.
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He's in the Rain ~• Jicheol
Fanfiction°• El lago y la lluvia nunca habían significado algo para él, eran simples cosas sin importancia, eso hasta que se vio a si mismo hundido en la densa agua estancada mientras la lluvia borraba sus lágrimas y ganas de morir •° °• ...He's in the rain...