Kotori siempre fue una joven con mucha gracia. Bonita y amable era una buena palabra para describirla, siempre tenía a los jóvenes de los pueblos cercanos encandilados con su belleza... Jóvenes que sus hermanos adoptivos se encargan de espantar.Hace mucho tiempo cuando la joven era apenas una bebé perdió a su madre, a su única familia quien la dejo al cuidado de los Rengoku. Shinjuro acogió a la bebé que fue bien recibida por su esposa fallecida.
Cuando Ruka falleció fue un golpe duro para la familia, en especial para Kotori, había perdido a una segunda madre en su corta vida, y luego de eso tomo el lugar como mujer de la casa, Shinjuro había caído en el vicio del alcohol por la depresión y alguien debía encargarse de sus hermanos.
Ella limpiaba la casa, cocinaba, lavaba la ropa y hacia los recados, era un peso bastante grande para alguien tan joven, pero sentía que era su obligación al ser una niña huérfana, de alguna manera debía pagarle a su familia adoptiva por todas las comodidades.
— uh... Ya está ...
Observó el vento envuelto en un pañuelo, su hermano mayor partiría a una misión nueva, Kyojuro era un cazador de demonios, tenía un rango muy importante, o eso le habían explicado. Él siempre tenía hambre y le gustaba prepararle algunos refrigerios para el camino.
Camino silenciosa a la entrada de la gran casa, donde la esperaba su hermano mayor.
— ¡Aquí tienes!, recién hecho con mucho amor...
Kyojuro recibió la comida con mucho gusto, su hermana cocinaba delicioso.
— ¡No esperaba menos de ti!... Muchas gracias hermanita.
Atrapó a la joven en un abrazo y ambos rieron. Kyojuro percibió el aroma de Kotori, era una suave fragancia a caramelo... Su hermanita adoptiva era muy importante para él, siempre se mostraba celoso cuando habían otros hombres demasiado cerca de ella... Hace varios meses había recibido propuestas de matrimonio para su hermana y se había encargado de quemarlas todas, nadie era lo suficientemente digno.
— Cuídate mucho... Te amo.
Le dió un suave beso en la frente y deshizo el abrazo para partir a su misión.
Kotori observó a su hermano irse, siguiendo al cuervo que siempre le indicaba a dónde debía ir.
Hace bastante tiempo se había mostrado interesada en el arte de las respiraciones... Pero Kyojuro se había negado en enseñarle, diciendo que era demasiado frágil para aprender, eso la había decepcionado bastante pero algo en su interior le decía que era todo lo contrario.
Igual no podía hacer mucho con esos tres hombres sobre protegiéndola... Incluso Senjuro que era un niño tomaba las tareas más pesadas del hogar para que ella no saliera lastimada.
Kotori suspiro y regreso al interior de la casa para seguir con su bordado.
La semana transcurrio bastante tranquila, Shinjuro a veces gritaba cuando se acababa el sake pero eso ya era costumbre.
Mientras estaba limpiando una de las habitaciones de la casa noto una tabla floja, la madera de había levantado... Con mucho cuidado levanto el pedazo de tabla, examinando que no tuviera ninguna plaga andando, hasta que se dió cuenta que había una tela en el hueco del piso. Fruncío el seño al ver tenía un estampado, se pregunto quién guardaría una prenda bajo el suelo.
Con cuidado saco la prenda enrollada para no alborotar el polvo y la examinó, estaba algo sucio pero aún se veía en buen estado.
La desenrolló al sentir algo pesado guardado en el interior... Al hacerlo se sorprendió al ver un par de espadas, no se parecía a la katana de Kyojuro, la cuchilla era gruesa y corta, mientras que el mango era demasiado largo.
Antes de que alguien se diera cuenta volvió a guardar el par de espadas dentro de la tela y puso la tabla donde estaba, fue directamente a su habitación a guardar su nuevo hallazgo.
Su día continuó con los quehaceres del hogar, fue en la noche que pudo tomarse el tiempo de examinar los objetos, la tela era un hermoso haori blanco, con un exquisito bordado de nubes azules, las líneas del estampado estaban hechas con hilo dorado.
Era mucho más bonito que su haori de uso diario.
Y respecto a las armas le parecían muy hermosas, el acero tenía un hermoso degradado de rojo, naranja y amarillo... Luego de un rato se dio cuenta que los extremos del mango se podían unir, no eran espadas, era una lanza.
No le dijo nada a nadie, guardo el secreto.
Un día pensó que la habían descubierto, estaba lista para recibir el regaño, pero resultó ser otra cosa.
— Te vas a casar.
Algo se había roto en la mente de Kotori al escuchar eso provenir de su padre.
— Ya estás en edad...
Escucho el gruñido. Cuando los pretendientes no molestaban a su hermano molestaban a su padre.
Se mantuvo callada para mantener el ambiente lo más ligero posible. No estaba de acuerdo con un matrimonio, no con alguien que no amaba...
Esperaba que Kyojuro volviera pronto para resolver ese problema... Pero aún así no fue posible, Shinjuro era el adulto de la casa, el padre de los tres, y su palabra era ley aunque no quisieran.
Su descontento era claro, en especial el de Kyojuro, nunca había visto a su hermano sin su característica sonrisa.
Kotori no se sentía lista para casarse...no podía hacerlo, debía pensar en un plan y debía hacerlo rápido.
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𝐔𝐧 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥 𝐂𝐨𝐧 𝐆𝐚𝐫𝐫𝐚𝐬|𝐊𝐢𝐦𝐞𝐭𝐬𝐮 𝐍𝐨 𝐘𝐚𝐢𝐛𝐚 𝐱 𝐎𝐜
Fanfiction•un ángel con garras• - "no descansaré hasta ser la más fuerte"- 𝐇𝐚𝐫𝐞𝐦 𝐱 𝐨𝐜 • no se aceptan copias 1- UN ÁNGEL CON GARRAS : en proceso de corrección