El regreso de Myrddin Emrys

Capítulo 14:Reflexiones de Dumbledore y amuletos Patronus.

Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, director de Magia y Hechicería de Hogwarts, y muchos otros títulos que realmente le importaban una mierda, se sentó con cautela en su escritorio. Fue en las primeras horas de la mañana, más de tres semanas desde que él y Harry encontraron la diadema maldita.

Al mirar dicha diadema, ahora partida por la mitad, y el diario encantado destrozado del año anterior, supo sin lugar a dudas cuáles eran. Horrocruxes. Algunas de las magias más viles conocidas por los magos. Creado por Tom para 'anclar' su alma a este plano de existencia.

Un Horrocrux era lo suficientemente horrible, pero ¿varios? El pensamiento hizo que la bilis comenzara a subir por la garganta del viejo mago. Era repugnante por decir lo menos, pero ¿cuántos hizo el tonto chico? Albus sospechaba que la muerte de Myrtle se usó para crear la primera. La verdadera pregunta era: '¿Cuántos?'

Había usado varios encantamientos diferentes en muchos intentos fallidos de destruir el Horrocrux. Al final, fue tan simple como usar la Espada de Gryffindor. 'Veneno de basilisco', pensó. 'Eso debe haber sido.'

Dudaba que la espada Goblin Forjada fuera capaz de tal hazaña por sí sola, pero cuando el joven Harry mató al basilisco, 'apuñalándolo a través de la cabeza de la serpiente, debe haber atravesado sus sacos de veneno, impregnado la hoja con su veneno mortal'. pensó con un suspiro.

"Tan joven, y ya enfrentó más terror que la mayoría de los adultos en toda su vida". dijo Dumbledore, mirando a su familiar, Fawkes.

Luego estaban los sueños y las habilidades, que parecían emerger lentamente. El sueño que le habían mostrado, muy pocas personas sabían más que leyendas cuando se trataba de Merlín. Pocos sabían de oscuros rumores sobre una esposa e hijo secretos. De hecho, estaba casi seguro de que era el único alma viviente que lo hacía. Su antiguo Maestro, Nicholas Flamel y su esposa Perenelle fueron los otros. De hecho, había sido Nicholas quien le había contado dicha leyenda.

Cuando su aprendizaje estuvo casi completo, le dijo al joven Albus de una Orden secreta que vigilaba la línea de Merlín. Nicolás iba a ser el último, como se profetizó. Se dijo que el último de esta Orden transmitiría sus conocimientos al líder de la luz, quien a su vez sería el tutor del alma reencarnada de Merlín.

Albus siempre había pensado que el tema de la Adivinación era inexacto y bastante inútil a menos que nacieras con el don. Incluso había considerado eliminar la clase del plan de estudios de Hogwarts.

Luego vino Sybill Trelawney. Ella había dicho la profecía que finalmente había llevado a la desaparición de los Potter, y la situación en la que Harry se encontraba ahora. Cuando ella hizo su predicción, él comenzó a reconsiderar su posición sobre lo que Nicholas le había dicho tantos años atrás.

Había sido el destino de la Orden secreta llegar tan lejos y no más. Con la muerte de los Flamel menos de un año pasado, parte de su profecía se había cumplido. La pareja se sintió devastada cuando se enteró de la muerte de los Potter, pero se sintieron aliviados cuando se enteraron de que el joven Harry había sobrevivido. Cuando Albus preguntó por qué, simplemente le dijeron que se lo revelaría a tiempo.

Albus se sentó con Nicholas y Perenelle mientras yacían en su lecho de muerte. Cuando les contó las hazañas de Harry con la Piedra, la pareja de ancianos había compartido una mirada de felicidad. Las últimas palabras de Nicholas fueron, "Es él, Albus. Ha regresado. Finalmente" mientras él y su esposa exhalaban sus últimos suspiros.

Hasta que Harry le habló de sus sueños, Albus no había estado dispuesto a enfrentar la verdad. No quería que el niño cargara con tal carga. Habría dado todo por Harry para tener una vida normal. El chico debería estar preocupado; grados, encontrar un lugar adecuado para besuquear a cierta jovencita con los ojos azules más profundos y cabello color miel, Quidditch, fines de semana de Hogsmeade y amistades. No; muerte, destrucción, magos oscuros que querían ver su cabeza en una pica, profecías o ser Merlín reencarnado.