Amor de Mentira

capítulo XXVI

Wiliam estacionó el auto frente al edificio donde vivía antiguamente, Anna sentada a su lado observaba el entorno, se sentía bien, al conocer y adentrarse en la vida de Will.
Decendieron y William le ajustó la bufanda, le beso la nariz enrojecida y sonrió.
Subieron los escalones y Wiliam saludo al conserje.

La llevaba de la mano, subieron por el ascensor y apenas se cerraron las puertas, la acorraló contra la pared, apoyándole su cuerpo en el de ella, la tomó de la nuca y comenzó a besarla, le metió la mano debajo de la ropa hasta acariciarle los senos, Anna que  perdía la cordura debido a la exitacion, estubo a punto de decirle que la tomara ahí mismo. Hasta que el ascensor se abrió y William se aparto rápido de ella. Ingresaba una señora con un carrito de compras.

Willam miró de reojo a Anna que seguía con las mejillas coloradas y los labios rojos e hinchados debido a los besos.

El ascensor se cerró nuevamente y pasaron unos minutos hasta que les tocó llegar a su piso. Salieron del ascensor y empezaron a reír al verle la cara de pocos amigos de la señora.

Willam saco de su bolsillo la llave del departamento y enteraron.

A Anna la impresióno el orden que había, muebles modernos, las paredes estaban pintadas de un gris oscuro que le quedaba muy bien.

Wiliam empezó a abrir todas las ventanas para ventilar el lugar, y prendió la calefacción, Anna osbervaba los muebles y  los objetos personales de Wiliam, luego entró a la habitación y vio todo perfectamente ordenando. Vio una mesa donde estaba el espejo y vio todos los perfumes que había.
Marcas conocidas, como Ralph Lauren, Paco Rabanne, tomó uno y lo olió. Amaba su perfume.

Willam llamo a Anna, ella apareció enseguida,

—¿Qué te parece si hacemos un poco de café mientras empacamos? —

—Claro, enseguida preparo—

Wiliam siguió ordenando, puso en cajas la ropa y artículos personales, fue hacia el comedor y empezó a guardar, mientras  llenaba de papel de diario cuadros, y adornos. Hasta que oyó que golpearon la puerta.
Wiliam fue rápido hacia la puerta, tanteo su arma que la tenía calzada detrás de la espalda.
Antes de abrir, pregunto quién era.

— Soy yo yo Jesica —

Wiliam miró hacia atrás y vió que Anna no estaba, abrió la puerta.

— Hola Jesica, ¿cómo estás?—

La chica era linda, tenía buen cuerpo, llevaba calzas y un top deportivo, una colita alta, se ve que venía de hacer ejercicio.

— ¿Bien y vos ?, Escuché algo de ruido y pase a ver si estabas en casa, hacia mucho qu no te veía —

—Oh, si he estado trabajando mucho y por eso no he venido al departamento—

Anna ingreso al comedor y escucho unas voces, no sabía que alguien vendría, se quedó quieta escuchando, hasta que distinguió una de mujer, dijo algo divertido por qué Will reía. "¿Quién mierda es?". Anna avanzo hacia la puerta y ahí los vió, Wiliam hablando apoyado con un brazo en el el marco de la puerta y ella embobada sonriéndole,  prácticamente desnuda, ¿qué no se daba cuenta que afuera está helando ?. Zorra".

Apareció en escena abrazando a William, Jesica la miró abriendo los ojos.

— Mi amor, ¿te estaba esperando en la cama por qué no venías?— luego movió su vista hacia la chica—Ha hola, un gusto, soy la novia de
Wil—

La chica la miró y miró a William que sonreía, lanzo una sonrisa incómoda.

—Hola, soy Jesica, vecina de willam, solo pasaba a saludarlo—

—Un gusto Jesica, si no te importa estamos algo ocupados, chau— y le cerró la puerta en la cara.

Wiliam la observaba aún apoyado en la pared y con las cejas levantadas.
Anna que estaba parada cruzada de brazos lo miró con cara de enojada.

— ¿Qué? —

Al ver la contestación, de Anna Wiliam soltó una carcajada.

—¿acáso estás celosa?—

Anna lo miró y elevó los ojos al cielo.

—¿Qué te hace creer que eres tan importante?, ¿Por qué me pondría celosa, de una zorra, que está prácticamente desnuda, cuando hace 10 grados bajo cero, y que además, viene a coquetearle a mí novio?—

Willam se rió y la abrazo besándole el cuello.

—Me encanta verte así celosa, mi amor te ves tan hermosa, Jesica es solo una vecina nada más, y no tienes por qué preocuparte, podría venir la chica más linda, pero yo solo tengo ojos para vos, y ninguna se compara con vos—

Anna más relajada, le sostuvo la mirada.

—¿Ha si ?, ¿Solo tenés ojos para mí?—

Wiliam asintió con la cabeza.

—Mmmm bueno, voy a hacer como que te creo, que te parece si voy a dar una vuelta por el edificio para conocer a tus vecinos —

Y mientras terminaba de hablar se quitaba el suéter, mostrando su esbelto cuerpo.
Anna comenzó a caminar hacia la puerta, Wiliam la tomó del brazo, de un jalón,  había cambiado su expresión a una más sería, y comenzó a besarla, y a  sacarle la remera manga larga.

—Sos mía Anna y no admito que nadie mire ni toque lo que es mío—

La levantó y Anna ajustó sus piernas en su cintura, la llevo y la tiró al sillón, comenzó a besarla y a sacarle el corpiño, restos de saliva le dejaba en su cuerpo y la brisa fría le hacía erizar la piel. La despojo del pantalón, el también hizo lo mismo con su ropa, en ningún momento El le saco la Vista de ensima, se dió cuenta que no traía condones y amago para apartarse, Anna lo agarro del brazo y con una mano le mostraba un preservativo.

— Lo tomé de tu cajón—

Se lo quitó y se lo colocó rápidamente hasta que la penetró, comenzó con las embestidas rápidas, le tomó la mano y la juntó con la de ella, le hablo al oído.

—Eres mía y yo soy tuyo, y siempre será así—

Anna lo miró y comenzó a besarlo.

Hasta que el orgasmo llegó, willam estaba sudando, Anna tomó una manta qué colgaba y se cubrieron, aún agitados por el momento. Se recostaron. Anna lo abrazó y apoyo la cabeza en el pecho de el, el le besaba los hombros, la frente, y las manos.

Luego de unos minutos, le levantó el mentón con los dedos, y le habló.

— Nunca dudes de mi amor Anna, nunca dudes de lo mucho que te amo y que eres la mujer de mi vida—

Anna lo miró, y se perdió en sus ojos, tan hermosos color café y en sus pestañas largas y negras, y nego con la cabeza.

— Vos tampoco lo dudes, eres el amor de mi vida—