Cabalgamos un buen rato, hasta que Brent sugirió detenerse para buscar algo de comer.—Quédate aquí. Yo iré a cazar algo para que comamos — Dijo el caballero, después de que ambos hubiéramos desmontado del caballo.
—Yo también iré a buscar algo para comer —repliqué.
—Oliver, cualquier cosa que podamos comer en el bosque, habrá que cazarla o trepar a los arboles para cortarla. No tienes habilidades para hacer eso — dijo con tono de exasperación.
—Tal vez no sepa cazar, pero si puedo conseguir frutas — dije molesto, y empecé a andar alejándome de él.
—¡Oliver, espera!— Gritó. Pero no me detuve. Seguí caminando, sin ningún rumbo en particular. Lo único que quería era estar lejos de Brent.Di unos pasos más, y miré atrás. El chico no me siguió y también ya se había alejado en dirección contraria. Seguramente iría a cazar algún conejo o algo así. Y yo, nuevamente, sería un inútil que tendría que esperar a que alguien más le haga las cosas. Me sentí aun más furioso y seguí caminando.
Empecé a mirar a mi alrededor, intentando buscar entre los árboles alguno que tuviera algún tipo de fruto comestible, pero no encontré nada. Así que decidí andar un poco más. Como temía perderme, solo pude caminar en línea recta e ir ubicando algunos arbustos que me sirvieran de guía cuando tuviera que regresar.
Después de lo que me pareció una eternidad, por fin encontré un manzano. "Y pensabas que no era capaz de encontrar comida, Brent", murmuré mientras trepaba un poco al árbol y le arrancaba algunas manzanas que colgaban de unas ramas que estaban muy cerca del tronco. En total solo pude recolectar 6 manzanas, ya que las demás aun no estaban maduras. Hice una especie de bolsa con mi capa, y las guarde ahí. Luego regresé a toda velocidad.
Cuando llegué a donde habíamos dejado el caballo, ví que a unos pasos más entre los arboles, Brent ya había encendido una fogata y estaba asando un animal en el fuego.
—¿Qué es eso? — pregunté.
—Era una ardilla.
— ¿Y eso es comestible? En el castillo no hemos comido carne de ardilla.
—Es lo mejor que encontré. Eso y algunas moras —dijo, señalando un puñado de frutas de color obscuro, que había puesto junto a la fogata.
Al mirarlas más de cerca, no las reconocí, así que dije:— ¿Seguro que son moras? En el castillo he comido moras anteriormente y no se parecen mucho que digamos a éstas.
—Claro que estoy seguro — replicó—. Déjame a mí el asunto de la comida.Su aire de superioridad me hizo enojar nuevamente. Así que me senté a un lado del fuego y me dispuse a comer mis manzanas.
— La ardilla ya está lista. Puedes comerla si quieres —dijo Brent.
— No, gracias. Yo conseguí mi propia comida.
—¿Sólo unas manzanas? — preguntó. Noté un poco de burla en su tono de voz —. Anda, no seas orgulloso. Come un poco de carne. Tienes que alimentarte bien—sentenció.
—Te dije que así estoy bien, muchas gracias— dije cortantemente, y seguí comiendo mi fruta.Él solo se encogió de hombros y también empezó a comer. A decir verdad, la carne que había asado se veía deliciosa, pero me sentía demasiado dolido con él por insinuar que yo era un inútil, por lo que solo me limité a comer mis manzanas. Me acabé tres, y las demás las guardé en el bolsillo de la capa. Su sabor no me satisfizo del todo, pero era lo único que tenía. Por su parte, Brent se había acabado su carne de ardilla y en ese momento se comía sus moras. Tenían un color obscuro bastante extraño. En verdad jamás había visto moras como esas.
El chico notó que miraba su fruta con interés, así que preguntó:
—¿Quieres probarlas?
— No, gracias — respondí, apartando la vista. Luego decidí cambiar de tema—. Por cierto, ¿donde dormiremos hoy? No falta mucho para que anochezca.
— Será mejor apartarnos del camino principal y adentrarnos en el bosque lo más que podamos. Mañana que haya luz del día regresaremos en dirección hacia la aldea Brinia.
— Está bien.
— Es hora de irnos — ordenó, y guardó lo que quedó de sus moras en un bolsa de tela que llevaba colgando al hombro.Un rato después nos encontrábamos cabalgando nuevamente. Nos habíamos desviado del camino que llevaba a la aldea Brinia y habíamos tomado un pequeño sendero que se perdía dentro del bosque. Había más arboles que en el camino principal, así que nos servirían bien para ocultarnos. Además, ya casi había oscurecido.
De pronto, Brent empezó a frenar al caballo, hasta que se detuvo totalmente.
—¿Acamparemos aquí? — pregunté.
Pero al mirarlo me di cuenta de que algo andaba mal. Aún con la poca luz que quedaba del sol, vi que el caballero estaba muy pálido.
— ¿Brent?
— Creo... que no me siento bien— susurró débilmente.
A prisa bajé del caballo, y luego intenté hacer que él también bajara, pero prácticamente se desplomó hacia el suelo.
—¡Brent!— grité, asustado.
Intenté ayudarlo a levantarse, pero fue inútil, parecía como si estuviera medio inconsciente
—Brent, ¿qué te sucede?
El caballero no me respondió, parecía medio inconsciente. Apenas y podía abrir los ojos,y murmuraba algo que no alcanzaba a entender.
— Brent, ¡reacciona! — grité, sacudiéndolo un poco, pero no reaccionó. El terror empezó a invadirme. Sentía que el corazón me latía rápidamente. ¿Qué le estaba pasando?En un impulso, saqué mi medallón y lo apunté hacía el caballero, con una mano temblorosa. "Por favor, que se cure" murmuré. La joya curativa empezó a emitir un destello verdoso.
Luego recordé que en el libro que me había dejado mi padre, se decía que la joya curativa solo podía sanar heridas, pero no enfermedades ni malestares de otras causas. ¡No podía ser!
Desilusionado, baje la mano con la que sostenía el medallón, y al instante su brillo desapareció por completo.Luego, escuché unos pasos cerca de nosotros. Guardé el medallón y me giré para ver de dónde provenía el ruido.
Alcancé a ver la silueta de un hombre que se acercaba por el mismo sendero por el que nosotros habíamos llegado. Tal vez podía ser un enemigo, pero en ese momento ya no me importó, solo le grité:—¡Auxilio, por favor! !Ayúdenos!
![](https://img.wattpad.com/cover/213538938-288-k439192.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El príncipe y el caballero
RomanceOliver es un príncipe de un reino asombroso. Brent es un caballero real que sirve a la familia de Oliver. Aunque parezca que no tienen nada en común, pronto sus vidas se verán entrelazadas por tragedias que darán paso a grandes aventuras, y entre el...