Anong Rathavit tiene dos hijos de su anterior matrimonio fallido.
Joong Phiravich tiene dos hijos fruto de su primer matrimonio, del cual enviudó.
Tras años sin verse, estos se reencuentran, se enamoran y se casan.
Sus hijos tendrán que aprender a c...
«En asuntos de amor, los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.»
(Jacinto Benavente).
La felicidad inundaba los corazones de Mean y Plan, se habían reencontrado y su amor seguía intacto dentro de ellos, aunque ahora evolucionaba y crecía al haberse liberado y verse correspondidos.
Siguieron besándose y acariciando entre risas y confesiones hasta que se les hizo tarde pues tenían que ir con Lay y su madre al hospital.
El castaño estaba en una nube, ya que jamás imaginó que su hermanastro también lo amase y que hubiese estado con mujeres porque quería olvidarse de lo que sentía por él.
Ese rato que habían pasado juntos en su habitación, los traía tontos de amor, Plan por su parte, sonreía todo el tiempo y se quedaba embobado mirando a su hermano mientras este conducía camino del hospital.
...-¿En que piensas?, estás muy callado- dijo el castaño rompiendo el inmenso silencio que los invadía.
-Nada en concreto, solo admiraba tu belleza y lo mucho que me fastidia no poder seguir besándote todo el tiempo.
-Vaya quién te a visto y quien te ve, hablas como un tonto enamorado—rió este—... si no fuese porque sé que eres actor te creería y todo.
El más bajo frunció el ceño y lo miró molesto.
-¿En serio crees qué te estoy mintiendo?, ¿qué no siento esto por ti?, ¿Me crees capaz de inventar que me he pasado años enamorado de ti?, ¿En serio me.....?- preguntaba sin control y lleno de indignación .
-Hey para....tranquilo Plan, hey respira hombre... te estaba tomando el pelo, claro que te creo- Mean detuvo el coche.
Plan soltó un soplido.
-Serás capullo, qué susto me has dado, casi me da un infarto.
-Vaya a que va ha ser verdad que me amas y todo- continuó mofándose el castaño.
-Oye, no juegues con fuego o te quemarás- dijo entonces el más bajo riendo y palpando pierna de este.
—Eres un berrinchudo, Plan, siempre lo has sido...un lindo berrinchudo...anda ven aquí.
Ambos se acercaron y volvieron a besarse.
Tras reanudar la marcha, ambos llegaron al hospital donde pasaron el resto del día, entre caricias, miradas y besos furtivos y aunque sus padres y hermanos, notaron su cambio repentino, no les dijeron nada pero sabían que algo ocultaban.
Tanto Mean como Plan decidieron no contarles nada por el momento, ya que primero querían ver como les iba y disfrutar todo el tiempo juntos, además se que tenían que pensar en como hacer para verse más cuando volviesen a sus lugares de trabajos.
(...)
Un buen día los médicos dieron el alta a Lay y esta regresó a casa donde sus hermanos le tenían una gran fiesta montada y un «Bienvenida campeona» ocupaba gran parte de la fachada y dentro, globos y guirnaldas no faltaban, además de un tentempié.
Estaban todos muy felices pues la más pequeña de ellos estaba respondiendo muy bien al tratamiento y el primer paso hacia la cura total estaba dado.
Esta estaba muy emocionada, por fin estaba con su familia, ya que creía ser una carga y se sentía culpable por la degradación de su preciosa madre pues el cansancio y la preocupación habían hecho meya en ella.
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Unos días después, la chica pudo empezar a ir al trabajo aunque faltaba bastante pues tenía citas en el hospital dos veces por semana.
Llegaron las despedidas pues los chicos debían volver a sus trabajos y por tanto irse a sus respectivos apartamento, estos eran un valle de lágrimas en sus habitaciones mientras hacían su equipaje, ya que no querían separarse pero ya eran adultos y tenían responsabilidades.
A Mean se le acabó el permiso y con muchísima pena tuvo que volver a la una escuela, no estaba muy lejos pero quería tener todo listo para retomar las clases.
Plan se fue días después y él si que tenía más horas de viaje, estaba muy triste pues aunque no era imposible si sería difícil pues a ambos los separaban varios kilómetros, unas 4 horas de viaje pero tendrían que sacar tiempo para verse de donde fuese posible.
Todo fue volviendo a la normalidad aunque poco a poco también surgieron algunos cambios, uno de ellos fue que que Zee y Saint se casaron y se mudaron a Trat, de donde este era nativo pues habían ido de visita y su marido se había enamorado del lugar.
La novia de Tul se volvió a quedar embarazada y estaban todos muy felices con la noticia, un niño siempre era una bendición para las familias.
Con la ayuda de sus padres, Lay abrió su propio salón de belleza, estaba desbordada de trabajo pero muy feliz.
Joong y Anong estaban muy orgullosos de todos sus hijos y de sus nietos, todos habían encontrado la felicidad, bueno todos no pues ellos creían que sus dos hijos, Mean y Plan parecían ser dos lobos solitarios.
Todos estaban convencidos de que vivían inmersos en sus carreras y no buscaban con quien compartir su vida pues a pesar de los meses transcurridos desde su declaración mutua, no les habían dicho nada aún.
Estos habían estado viéndose cuando el trabajo se lo permitía pero nunca les era suficiente, aunque siempre era mejor que estar solos, así que siguieron adelante.
Llegó un momento en el que el castaño empezó a plantearse pedir una plaza en un colegio cercano a donde vivía Plan y así estar mucho más cerca, aunque no dijo nada por si fracasaba, además le daría una gran sorpresa si al final lo conseguía.
Por su parte, el más bajo también estaba muy triste por extrañar tanto a su novio, menos mal que pasaba muchas horas ensayando en el teatro y lograba mantener su mente ocupada.
En los fines de semana, recorrían la distancia que los separaba para estar juntos, al principio los compañeros de del actor y su director no se pudieron creer que este fuese gay y mucho menos que tuviese un novio tan guapo pues Mean pues levantaba pasiones entre las féminas actrices.
Entre estreno y estreno, entonces llegó la Navidad y este tuvo la genial idea de pedirle al dueño del teatro y a sus compañeros actores, el favor de hacer varias funciones con fin benéfico para donar la mitad de la recaudación a la Fundación de Víctimas de Leucemia Infantil, a la que su hermana Lay pertenecía y todos aceptaron gustosos pues era una buena iniciativa para concienciar a la gente con la enfermedad, ayudar a niños como su hermana y además se correría la voz y sería una buena publicidad para el teatro.
