🐻‍❄️ Capítulo 13

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Relámpagos adornaron el cielo, las nubes grises cubrían la mayor parte. Burlándose de ellos.
La lluvia no tardó en caer, calmando las fuertes llamas azules que incendiaron el antiguo hogar de JiMin, todo quedó en cenizas. Ahí quedaron varios recuerdos y momentos con su hijo que nunca olvidaría.

La batalla aún continuaba, TaeHyung estaba herido, JiMin era acorralado por la Ivonne, mientras que JungKook observaba todo el espectáculo desde lejos. Una sonrisa cruzó el rostro del vampiro, cuando vio a lo lejos que el JiMin caía inconsciente a manos de la bruja.

—Bien hecho —Murmuró exponiendo sus filosas garras negras, acercándose a pasos largos, disfrutando la sensación que le recorría en ese instante—, muy, muy buen trabajo, Ivonne.

[...]

Minutos antes y a muchos metros de aquella escena; un niño temblaba debajo de la cama en la que estaba escondido, casi sintiéndose ahogado, pues el humo del fuego en el exterior se filtraba por el pequeño cuarto de jardinería.

El grito de su padre resonaba en su cabeza cada segundo, como una audio terrorífico que ya no quería escuchar más.

Sus ojitos redondos iban de un lado a otro con cada sonido mínimo, estaba atento y muy alerta. Su oso de peluche era su única compañía ahora. Pero entonces el gato negro se infiltró ruidosamente a la habitación, haciendo que Bae pegara un brinco desde donde se encontraba.

—Señor gato, estás bien… —Susurró bajito, estirando su mano para que el animal se acercara a él—. ¿Has visto a papá? —Preguntó cuando el gato se arrimó contra él, ronroneando.

Contempló con detalle los ojos salvajes del animal y entonces el gato comenzó a maullar, explicándole lo que estaba pasando. Bae tapó su boca con ambas manos, las lágrimas volvieron a decorar su rostro.

—¡No, no, no! ¡Mientes! ¡Papá no está muerto, gato tonto! ¡Cállate! —Gritó empujando al animal, quien soltaba un chillido indignado.

El sonido grave de botas entrando al pequeño cuarto le hicieron retroceder sorprendido y hacer silencio, se apegó completamente a la pared, tratando de hacer el mínimo ruido posible, sus ojos se habían abierto en grande mientras divisaban aquellas mojadas botas marrones caminar por el piso de concreto, lentamente, como si buscara algo.

Aún bajo la cama, Bae aferraba el peluche muchísimo más contra sí mismo, incluso el Señor Gato se había erizado.

Las botas se detuvieron justo frente a sus ojos, la persona murmuró una grosería para después suspirar pesadamente. De repente, Bae vio la punta de unas alas blancas rozar el piso.

¿Él es como yo? Se preguntó mientras inconscientemente se inclinaba hacia adelante, buscando ver más de aquellas alas blanquecinas que se sacudían alerta.

—Sé que estas aquí, niño. No te haré daño.

Congelándose por unos segundos, el pequeño parpadeó confuso, y para cuando prestó atención, unos ojos le veían atentamente. El gato a su lado se espantó y salió corriendo por la orilla, abandonándole.

Agachado, el ángel le tendió una mano al niño asustado, tratando de mostrarle confianza.

—Te voy a ayudar, solo sal de ahí.

—¿Qui-Quién es usted?

—Kim NamJoon —respondió con una pequeña sonrisa.

—¿Me llevarás con papá? —Preguntó con tono desconfiado.

—Sí, toma mi mano.

Y entonces Bae accedió.

Lamentablemente NamJoon no había llegado a tiempo, pero aún había oportunidad de que aquella profecía por la que tanto se habían ocupado, se cumpliera.

El corazón del Arcángel | YoonMin (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora