La ambición de Thalia

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Mi señora... escucho que la llamaban fuera de su habitación.

Thalía: Pasa - ordenó mientras terminaba de cambiarse.

Siervo: Llegó el grupo C de su misión - informó sin rodeos.

Thalía: Avisales que estaré en 10 minutos, ahora retírate - indicó mirándose en el espejo.

Vaya que los años dejaron de pasar para ella, se sentía satisfecha de poder poseer nuevamente el pozo de Lázaro, aún vivirá muchos años para poder ver a los futuros líderes de los Al Ghul pero no permitiría que cualquiera sangre se mezclará con la de su familia, la mejor sangre tenía que pertenecer a su familia.

Como lo tuvo a su hijo.

Pero a veces se arrepentía de haber permitido que su único hijo se fuera con su padre, aquel hombre le enseño el camino del mal heroísmo, el nunca sería capaz de eliminar el mal de raíz, no era como el anterior Ras quien para ella y todos sus fieles, el buscaba un mundo con bien, sin maldad, pero ese pensamiento quedó en el olvido para Damián, pues hace algunos años se negó tomar el manto como el nuevos Ras Al Ghul.

Ante tal incumplimiento su castigo debía ser la muerte, pero antes tenía que asegurarse que le dejara una descendencia y esa solo aceptaría que fuera con la hija de su señor Trigon.

Tenía aún que planear como cumplir ese plan.

Ya la ciencia había fallado, el organismo de aquella demonio era muy complejo, ahora tocaba cumplir el plan al método antiguo, talvez al mismo que ella en una ocasión usó con el murciélago de la noche.

Pero talvez no sería del todo complicado, total la bruja con anterioridad estuvo en el equipo de su hijo, pero nunca supo que tan cercanos fueron... también imaginó que talvez no tuvieron ningún acercamiento a causa de las diferencias de edades, que para ella eran prácticamente pocas, solo tres años, pero eso era del pasado.

Thalía se fijó por última vez aspecto en el espejo detallando que no tuviera ningún tipo de imperfección se levantó y salió de la habitación para proceder a buscar la sala principal

Llegando hizo una señal a un sus sirvientes quien abrió la puerta y permitío el ingreso a un grupo de tres soldados.

Cuando los tres entraron se inclinaron con respeto entre la empoderada mujer.

Thalia; hablen - les ordenó.

Soldado uno: Mi señora tenemos información su respecto a la mujer que usted anda buscando - inicio el primero.

Una sensación satisfactoria invadió a la calculadora mujer.

Soldado dos: Aquella mujer si fue vista en San Francisco, pero ninguna de las ocasiones con su hijo - indicó el segundo.

Thalía: Dígame con quién ha estado todo este tiempo?

Soldado uno: todo este tiempo ha estado con uno de los de los hijos adoptivos de Batman, Red Robin

Thalía: Están seguros que no hubo algún acercamiento con mi hijo? - pregunto

Soldado tres: Estamos seguros mi señora, el solo a estado en sus misiones y ella pocas veces ha salido del departamento de aquel joven.

Thalía: Bien pueden retirarse - ordenó - cualquier cosa yo los mandara llamar.

Ante esas palabras los tres fieles soldados se retiraron.

Más a los pocos minutos mandó llamar al hechicero pelirrojo, quien en obediencia no tardó mucho en aparecer.

Hechicero: Mi señora mandó a llamar

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