Capítulo 1

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Nueve Años después

REGINA POV

¡Mamá!, ¡Papá!, —gritaba y gritaba mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.

Coloco mis manos en mi cara, porque sentía que algo caliente que me corría por mi rostro, veo sangre, me pongo histérica, trato de buscar un espejo para ver de dónde salía la sangre, pero miro hacia al lado mío veo a mi hermana Ana desmayada trato de que despierte, pero es inútil. Me pasó adelante, no puedo llegar hacia donde esta mamá y papá el agua casi cubría todo su cuerpo. Veo que papá se mueve, lo toco y él me mira, me pide que saque a mi hermana que él se encargaba de mamá, no lo dude un segundo, le quito el cinturón de seguridad a ella, trato de abrir la puerta, pero estaba trabada, así que rompo el cristal con mis pies, no sé de donde saqué la fuerza, pero la lanzo hacia afuera y luego salgo yo, trato de llegar hasta la orilla. Cuando dejo a mi hermana tendida en la orilla desmayada aún, vuelvo hacia donde estaban mis padres para ayudarlos, pero no se veía rastro del coche, me hundo, pero el agua estaba turbia no se veía nada, vuelvo a donde estaba mi hermana Ana, empiezo a gritar auxilio, pero ningún alma en ese momento no pasaba por allí. Seguía insistiendo, pero era en vano, ya estaba perdiendo la fuerza que me quedaba, aún podía sentir la sangre correr por mi rostro, me toco la cabeza y de allí provenía la maldita sangre, al parecer me di un fuerte golpe en la cabeza. Cuando parecía que todo estaba perdido por el agotamiento de tanto grita y la sangre que estaba perdiendo en ese momento siento que alguien me llama, —Regina, despierta, —dijo aquella voz.

Pero cómo sabía mi nombre, —dije sin fuerza, trato de levantar la cabeza, pero ni un alma estaba allí.

Seguía escuchando mi nombre, pero a nadie veía, parece que todo veía de mi mente. Cuando en eso siento como si fuera me falta el aire. No entendía por qué me faltaba el aire si estábamos fuera del agua. De repente salto y me encuentro en una habitación. Miro a mi alrededor y veo a mi hermana Ana que me está sosteniendo.

Tranquila Regina, ha sido una pesadilla, —dijo ella mientras se colocaba al lado mío y me abrazaba tratando de tranquilizarme.

Mi corazón aún está latiendo muy fuerte, ya estaba tomando el control, había sido solo una pensadilla, estaba reviviendo el momento del accidente donde mis padres murieron apenas yo tenía en ese entonces 17 años faltaba poco para que cumpliera los 18 y mi hermana Ana solo 11 años. Me alegre de verla ahí, no me había acordado de que ella estaba ahí. Desde que empezó la Universidad y se mudara para Madrid, solo venía a visitarme los fines de semanas.

De nuevo la misma pesadilla de siempre, ¡no!, —dijo ella mientras asentaba con la cabeza.

Me da un otro abrazo y nos tumbamos en la cama, y empezamos a conversar, no sé en qué momento me quedé dormida, pero no tuve más pesadilla en toda la noche. Cuando me despierto mi hermana aún estaba dormida, miro el reloj son las 6 de la mañana, me dirijo al baño me lavo y me aseo, me pongo la rompa de hacer ejercicio y salgo a correr un poco. Necesitaba despejar la mente, no podía demorarme mucho porque dentro de dos horas tenía que ir a trabajar. Le dejo una nota a Ana diciéndole que fui a correr.

Cuando regreso, la veo que está preparando el desayuno voy hacia donde está ella para saludarla.

No te atrevas acercarte así, estás toda sudada, ve a darte una ducha yo te esperaré para desayunar, —dijo ella.

Síiii, mamá, —dije de forma burlona mientras ambas nos reíamos.

Voy corriendo hacía al baño, me meto en la ducha pongo el IPod con la música de Shaw Méndez y el tema ¨In my Blood¨, permanezco allí por lo menos media hora. Cuando salgo y vestido, voy hacia la cocina. Veo a mi hermana casi terminando el desayuno.

Cara o CruzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora