11. Toc, toc. ¿Quién soy?

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CAPÍTULO HP.

😳👍




























































Los an0


















Perdón por la inactividad de casi 6 meses y perdón adelantado por la que sigue.











Anteriormente:

No pudo descansar sus piernas, estar parado en frente de la casa de alguien durante diez horas seguidas cansa.

¿Verdad China?






























Continuación

No ha pegado el ojo durante tres días seguidos.

Dos bolsas negras y arrugadas colgaban desde el comienzo del ojo.

Veía cosas que no estaban ahí y sombras cada vez que volteaba.

La noche anterior fue la peor, el extraño ya no solo se limitaba a observarlo desde su pórtico. También hacía algunas cosas que le erizaban la piel.

Es como si estuviese jugueteando, como un gato y un grillo, como si supiera que el todavía estaba despierto, ahí, con la colcha hasta la cabeza y sudando a más no poder.

¿Quién es el gato y quién es el grillo?

La puerta sonaba, lo llamaba constantemente y cuando el tricolor se armaba de valor y contestaba el teléfono, aterrorizado por cierto, sólo se oía una respiración.

Calmada y ronca.

Bajo su puerta principal encontró una nota.

---España

¿Cómo sabe?

Ninguno de sus amigos más cercanos sabía de esto, absolutamente nadie.

Ya no lo soportaba más. Es como si aquel extraño supiese lo que él hace. Oh, no. Si ese tipo llegase a sospechar estaría a tres metros bajo tierra.

Odiaba esa situación, odiaba al extraño, odiaba no poder contarle a nadie, odiaba sus ataques de pánico, se odiaba a sí mismo, odiaba la gotera en la llave de la cocina que tampoco lo deja dormir, odiaba todo.

Se siente culpable.

Creyó que era Ucrania el que lo atormentaba en su penumbra, iluminada por la luna.

De verdad lo creyó. Las miradas incómodas, las sonrisas, el acoso.

Sin embargo todo eso cambió cuando recibió la llamada de Rusia feliz diciéndole que él y su "hermanito" se iban a quedar en la casa de Bielorrusia durante algunos días.

Se sentía despreciable por esa y otras cosas más.

Y esa noche la misma sensación de incomodidad se hizo presente.









Otra vez.





















. . .

El ruido que había en aquella sala lo aturdía a niveles inexplicables.

Solo quería dormir, y si era posible no despertar.

A lo bien, ¿Sí me entiende?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora