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Ahh

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Ahh... todo parece estar yendo en cámara lenta. Sabe que no podrá escapar pues el otro carro está muy cerca de él, a la misma altura de su asiento, así que el impacto probablemente lo termine matando. Reggie cree que es una desgracia que el tiempo parezca detenerse y que memorias de toda su vida comiencen a pasar por su mente, siendo un preámbulo de que su tiempo vivo ya está terminando.

Batallas, viajes, medallas ganadas, criando a sus Pokémon... pasan tan fugaces que solo son imágenes instantáneas para él. Tuvo una buena vida, hizo muchas cosas, así que debería irse en paz cuando el choque dé lugar.

Entonces... un recuerdo de hace tanto aparece. Una hermosa mujer de cabellos morados le habla y le muestra a un pequeño bebé durmiendo en su regazo. Reggie, siendo en esa memoria un niño, observa el bulto con curiosidad y nota que se trata de su pequeño hermano.

— Ven aquí, Reggie. Te presento a tu hermanito: su nombre es Paul.

El pequeño niño observa con curiosidad al bebé que yace dormido. Ríe un poco al notar el ceño fruncido con el que descansa Paul, imaginando que sería una persona seria en el futuro. Aun así, se siente muy feliz de por fin tener a alguien con quien podrá jugar.

— Cuidarás de él, ¿verdad?

— ¡Por supuesto! — replica, quizá muy fuerte pues Paul comenzó a llorar — ¡Lo sien...! Lo siento...

La mujer solo asiente y comienza a calmar al bebé, mientras Reggie sigue observándolo.

— Estoy segura de que serán buenos amigos.

— Espero que él también piense lo mismo. — se dirige ahora al pequeño — Paul, ¡te prometo que seré el mejor hermano!

El corazón del Reggie adulto se estremece y quiere llorar.

No quiere irse, aún no ha podido pasar suficiente tiempo con su hermano. Quiere verlo, quiere abrazarlo, decirle que lo quiere mucho. Sabe que la personalidad de Paul es difícil, pero también es consciente de que su hermano menor lo quiere aunque no se lo exprese constantemente. No desea dejarlo solo, ¿quién estará ahí para él? Hasta ahora no se da cuenta de lo que siente por Dawn así que conociéndolo se encerrará en su mundo cuando Reggie ya no esté. Ruega a lo que sea, a quien quiera que esté ahí para oírlo en ese milisegundo donde pasa todo, pero sabe que será en vano.

— Por favor Paul, cuídate mucho. — susurra... y todo se vuelve negro.

********

El cementerio poseía un aura lúgubre a pesar de que el día era soleado. Dawn y Paul buscan la tumba del criador Pokémon, pasando por lápidas tanto decoradas como no y uno que otro Pokémon fantasma. Finalmente, logran dar con el lugar donde hace meses atrás ocurrió el entierro. Dawn nota nuevamente los nervios de Paul expresados como un temblor constante en la mano de él que ella agarra con firmeza. La tumba de Reggie tiene flores frescas, rosas blancas, en un ramo que yacía echado encima de la lápida. Ambos lo observan con curiosidad, preguntándose quién fue la persona que las dejó aquí.

Sonríe para mí, sonríe para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora