Carlos se levantó de su asiento para poder guardar sus cosas cómodamente en su mochila, Daniel quien estaba sentado a su lado se quedó parado esperándole.
—¿Tenemos clase hoy y no me acuerdo? — pregunta el castaño.
El chico de ojos azules no contesta, agarra su mano para guiarle fuera del salón y el otro acepta eso. Caminan con las manos entrelazadas hasta llegar a la casa de Daniel que no es queda tan lejos de la escuela, una vez dentro el chico de sudadera negra se agacha para alcanzar los labios del otro. Esto toma por sorpresa a Carlos, evidentemente no esperaba esto pero le parece tierno lo delicado y un poco torpe que es el beso así que le ayuda a marcar el ritmo.
Una vez que se separan Daniel mantiene una pequeña sonrisita mientras Carlos no sabe si debería cuestionar, no cree que el chico sepa totalmente lo que significa hacer eso pero al final se decide por preguntar.
—¿Por qué me besaste? —.
—Quería hacerlo—.
Contesta con simpleza, con otra persona la hubiera golpeado por tomarse esa libertad sin darle una mejor razón pero con el chico bonito frente a él lo único que pudo hacer fue sonreír.
—En la puerta ¡pero bueno! —.
—¡Ostia! — brinca en su lugar por el susto.
No había notado que estaban todos ahí en la casa reunidos, sus mejillas se calentaron tornándose de un color rojo por el espectáculo que habían dado frente a los demás.
—Así que... ¿Tienes algo que decir Carlos? — pregunta Víctor.
—Eh... creo que no— mira a otro lado.
—Te besas con mi cuñado favorito ¿y no dices nada niño? — cuestiona con diversión el rubio.
—Yo... bueno... — le interrumpe.
—Me ama—.
Contesta Daniel sin soltar la mano de Carlos, todos miran esperando una respuesta y el menor lo aclara con un pequeño sonrojo acompañando sus mejillas.
—Lo que él dijo—.
—Uff... menos mal— comenta Francisco.
—¿Por qué?— interroga el castaño.
—También le gustas a Daniel, idiota— responde Lucas sonriendo.
El de ojos castaños mira al contrario y aunque este no le muestra una emoción en particular su agarre no se vuelve débil ni presta atención a otra parte más que a la cara del Carlos, así que decide creerles.
—Ahora deberás tener cuidado— menciona Manolo.
—Sí, porque como lastimes los sentimientos de Daniel te parto la cara— advierte Alexander
Su novio le abraza exclamando que se ve adorable mientras amenaza a los demás. Mientras, todos van a la sala para pasar el rato juntos. La verdad es que cuando supieron de los sentimientos de Daniel todos decidieron estar ahí tanto para explicarle a Carlos lo del tema como para apoyar al chico si era rechazado, aunque Walter y Víctor que habían estado observando al castaño ya sabían que este sentía lo mismo por su chico.
Después de eso entre ambos chicos empezó una relación muy tierna, había ocasiones donde Daniel le seguía ayudando con inglés (lo había tomado como otro tema de interés), en otros días simplemente se quedaban en casa dándose mimos (por parte de Carlos al otro, el chico de ojos azules sólo daba besos cuando de verdad quería) y sobre todo empezaron a hacerse compañía en la escuela, así ya no molestaban a Daniel pues Carlos junto a Lucas y Manolo se encargaban de cuidarlo durante las clases, y la "hermandad" (Matías, Walter y Francisco) junto a "Pantera noctugno" (Víctor) se aseguraban que ya no hubieran insultos pintados en la silla del chico.
Un día Daniel recibió a Carlos en su casa con un muñeco de pollo que su novio aceptó con una sonrisa.
—Me encanta, le pondré Alfredo—.
—Son tal para cual, poniéndole nombres a los peluches— ríe levemente Francisco.
Las mejillas del chico de ojos azules se tiñen de un tenue color carmesí y Carlos no puede evitar darle un beso en el cachete.
—Como te quiero mi niño— sonríe.
Daniel toma la cara de su pareja entre sus manos y junta sus labios con el contrario, como siempre es suave y delicado dejando que Carlos marque el ritmo de dicho beso. Sin duda el castaño no se arrepentía de haber conocido a una persona tan maravillosa con todo y su síndrome.
Fin.
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Firma:
LaDelCabelloAzul23♪
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Asperger
Short StoryDaniel es un chico especial, siempre lo encuentras con un rostro neutral sin mostrar emoción aparente. Esto hace que la mayoría de su salón le gaste "bromas" pesadas para recibir alguna reacción por su parte pero esto nunca ocurre. Carlos, siendo n...