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Narra la señorita Cackle

Había pasado un tiempo desde que Ágata se envió al hoyo desvanecedor y aún no puedo superarlo incluso con lo que hizo no puedo tener ni un poco de desprecio por mi hermana aunque por mi ella sienta todo lo contrario. Siendo sincera la extrañaba, todavía guardo recuerdos de nuestra descontrolada niñez y cada vez que la recuerdo tengo ideas raras aunque intento evitarlas pues tengo mayores prioridades como vigilar el fin de año para las chicas, por fin tendrán vacaciones lo cual las pone muy alegres.

Di el discurso de fin de año para las chicas y luego de esto todas ellas se retiraron a sus habitaciones junto con los profesores con el propósito de empacar sus cosas para ir a casa, bueno casi todas pues la señorita Hardbroom siempre acostumbra quedarse junto a mi, aunque no lo reconoce le cuesta despedirse de la escuela cada fin de curso pero fuera de la nostalgia que trae finalizar cada año escolar todo se veía en orden, por lo que decidi  hacer lo que los demás hacían.

Mientras ordenaba mi oficina encontré una vieja foto mia y de Ágata cuando teníamos once años y al admirar la foto volvían a relucir mis raros pensamientos, estos no duraron mucho pues por la señorita Hardbroom se hizo presente en mi oficina. - Las alumnas y profesores ya han abandonado la escuela - dijo ella con su característica seriedad aunque no tarde en expresar mi gratitud
- gracias señorita Hardbroom pero
¿porqué no ha empacado usted también sus cosas? - ella hizo una cara de asombro para luego justificar, - bueno pensé que usted y yo cerrariamos las puertas al atardecer tal y como cada año - pero no tarde en decirle - tranquila señorita Hardbroom este año lo haré yo todavía me faltan algunas cosas por guardar, usted puede retirarse a casa-. Ella simplemente asintió con seriedad para dar la media vuelta aunque antes de que lo hiciera le exprese con gratitud - agradezco sus fieles servicios de todos estos años - la señorita Hardbroom asintió con una media sonrisa para finalmente desaparecer.

Pasadas las horas cerré las puertas de la escuela conmigo dentro, me dirigí a mi oficina con una idea en la cabeza la cual intente meditar durante el día, se trataba de traer de vuelta a Ágata con un hechizo del viejo libro de brujas de mi familia pero se trataba de un difícil debate pues por un lado ella fue un potencial peligro y por otro lado se trataba de mi hermana mayor, la única familia que me queda. Aun con todo esto fui al cuarto de pociones con un debate en la ccabeza, tome un caldero y varios ingredientes, abri el libro para ver el hechizo para acto seguido empezar a hacer la mezcla y recitando las palabras indicadas sentí un fuerte luz, ahí estaba mi hermana.

-Hada- dijo ella dando un paso adelante e hizo algo que jamás imaginé en estas circunstancias, ella me abrazo fuertemente yo solo pude sonreír para decir felizmente,
- funcionó estas aquí, de vuelta - ella articulo - Gracias, solo quiero que sepas que lo siento, lamento haber hecho tanto mal a la escuela, tu escuela. - y aunque estaba muy feliz de ver a Hada debía pensar con claridad - estoy feliz de que estas de vuelta pero te debo enviar con el gran mago hiciste un terrible mál - . Por un momento me sentí mal pues la sonrisa de Ágata se desvaneció y ella dijo con cierta tristeza en su voz, - lo se a este punto solo agradezco estar de vuelta y se lo que merezco - intente ser buena con ella por lo que le dije - quizás podemos ir mañana temprano por hoy te puedes quedar a dormir en mi habitación - , ella solo agradecio.

Se trató de una gran noche, por un momento sentí que volvía a estar con mi hermana cuando éramos niñas pero se hizo tarde y debimos dormir.

Sentí los leves rayos del Sol en mi cara, con una leve sonrisa lista para un día pesado, intente mover mi mano para tomara mis lentes pero se encontraba atada y al abrir los ojos pude ver con más claridad que me encontraba con ataduras mágicas en todo el cuerpo. Antes que pudiera pensar o decir algo, la figura de mi hermana se hizo presente - ¿De verdad te creíste ese repertorio de culpabilidad de ayer? Ya no quiero Cackle, ahora te quiero a ti - En ese momento todo se hizo borroso y solo pude sentir como si todo dentro de mi fuese absorbido, me sentía cada vez más debil, cada vez más adolorida, todo se hizo negro.

Abri los ojos con demasiada dificultad, demasiado poco pero suficiente para ver como Ágata y Hardbroom peleaban aunque la segunda se encontraba perdiendo, necesitaba ayudarla por lo que con demasiada dificultad concentre la casi inexistente energía que me quedaba para deshacer las ataduras que puso Ágata sobre mi, no tarde en hacer mi mejor intento de hechizo, junto con la fuerza de Hardbroom y la mía logramos atar a Ágata. - señorita Hardbroom, gracias ¿cómo supo que estaba aqui? - la nombrada solo ladeo la cabeza diciendo - supe que algo raro pasaba desde el atardecer así que decidi volver por la mañana y me encontré con esto -acto seguido ella miro a Ágata, no perdió más el tiempo por lo que agarro un el comunicador sobre un pequeña mesa - gran mago tenemos a Ágata Cackle -.

No pasó más de cinco minutos y el gran mago se hizo presente, me miro a mi,  - ¿usted no había dicho que su hermana se envió a la hoyo desvanecedor? - estaba por quebrarse y decir la verdad pero la Señorita Hardbroom se adelantó - al parecer era un plan de Ágata, para poder absorber la magia del hoyo desvanecedor y traerse de vuelta-. El gran mago asintió para dirigirse a Ágata - Por todos sus crímenes la sentencio a que jamás nadie se habrá de acordar de su existencia,  ni siquiera usted -. En un momento sentí un gran destello, ya no recordé nada.


Me quedé un poco corta esta vez.

Gracias por leer...

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