La Aprendiz de Morgana [Tales of Arcadia]

Capítulo 5: Amigos

Peggy despertó de pronto, bruscamente se sentó en la cama, espantando a la pobre felina que dormía junto a ella.

-¡Al fin despiertas!- exclamó Lilith acercándose y restregando su rostro contra el de ella.

-¿Que sucedió?- preguntó Peggy sosteniendo su cabeza, pues está comenzaba a doler un poco.

-Lo que sucedió es que yo tenía razón.- dijo Lilith, mientras ponía una de sus patas es su pecho, alabandose a sí misma.

Entonces Peggy lo recordó todo. El Mephit Sombra y como los nuevos inquilinos usaban magia como ella lo hacía.

Rápidamente se levantó de la cama y corrió escaleras abajo, seguida por Lilith.

Al ir a media escalera, un delicioso aroma inundó su nariz. Comenzó a bajar la velocidad de sus pasos, guiándose por el olor que inundaba el primer piso de la casa.

Entró a la cocina, nido de aquel aroma, y encontró a Nari sentada en la pequeña mesa que normalmente Peggy y la Señora Rodríguez compartían en las mañanas.

Nari estaba sentada, completamente entretenida y fascinada por el joven de cabellos oscuros y azules mechones, mientras este hacia volar un hotcake por los aires, para atraparlo con el sartén nuevamente.

-¡Eres tan habilidoso, Hisirdoux!- decía Nari mientras reía y aplaudía ante las payasadas del joven.

Peggy aclaró su garganta, con la pura intención de llamar la atención de sus compañeros.

Su plan resultó efectivo, pues ambos le voltearon a ver, con evidente sorpresa en sus rostros.

Douxie no duró mucho para cuando ya tenía una gran sonrisa en su rostro.
-¡Que bien! Ya despertaste.- dijo Douxie.-¿Nos acompañas?- preguntó, señalandole un lugar en la mesa, para después poner un plato frente a ella.

Peggy observó el plato frente a ella: eran simples hotcakes con tocino y un abundante vaso de jugo de naranja.

Tomó un pedazo del tocino y se lo ofreció a Lilith, quien miraba con deseo aquel trozo de carne porcina.

Miró a Nari, quien evitaba su mirada a toda costa.
-¿Sucede algo, Nari?- preguntó Peggy, tomando un bocado de comida.

Nari la vio, con los ojos bien abiertos.
-No. Nada.-  dijo velozmente.

Peggy asintió, sabiendo que Nari estaba nerviosa, que ocultaba algo. Sabía lo que eran, y aún así, se lo ocultaban y fingían que nada había sucedido.

-Entonces.- dijo Peggy.- ¿Limpiaron el desastre del jardín anoche?-

Douxie se sentó junto a ellas y comenzó a degustar su comida. Sus compañeros se miraron entre ellos.

-¿Que desastre?- preguntó Douxie nervioso.

Peggy siguio comiendo, como si, realmente, estuvieran teniendo una conversación normal.

-Oh, ya sabes.- dijo ella.- El desastre de las raíces enormes y el Mephit Sombra y todo eso.- decía Peggy, moviendo el tenedor de un lugar a otro.

Douxie y Nari se miraron entre ellos otra vez, para después soltar una risa nerviosa.

-Si que tuviste un sueño divertido ¿no?- preguntó Nari, evidentemente nerviosa.

Peggy se levantó de su asiento y se dirigió a la pequeña ventana de la cocina y corrió la cortina.

Al mirar a través de esta, se sorprendió al ver que las enormes raíces aún estaban ahí, desenterradas, a plena vista.

-¿De verdad?- preguntó Peggy con sarcasmo.