Novecientas Veinte Primaveras (Especial de Aniversario)

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Las mañanas ya no solían ser solitarias, yo no tanto al menos. No desde que Douxie despertaba a su lado. Tenían una extraña pero adorable relacion, nada era oficial, nadie quería hacerlo oficial. 

Douxie era todo un encanto, no podía negar que le encantaba pasar el tiempo a su lado, ya fuera practicando hechizos nuevos, viendo alguna película, o simplemente estando ahí, presente. El simple hecho de estar el uno para el otro la reconfortaba. 

Aquella mañana, sin embargo, si había despertado sola. Se estiró en su lugar, siendo su rostro iluminado por la luz de la mañana y no tardó en escuchar el ruido que provenía de la cocina. Después de arreglar un poco su cabello y haber lavado su rostro, se apresuró al centro del pequeño departamento. 

Vivian en el antiguo apartamento de Douxie en Arcadia, el lugar era un autentico desastre, pero había vivido en lugares peores, así que no le molestaba tanto como debería. Douxie la había ayudado a mudarse y, poco a poco, comenzaba a sentirse como su hogar. Aunque había dias en los que no se sintiera así. 

-Buen día, bella dama.- saludó Douxie una vez que Peggy llegó a la cocina.

Tanto Douxie como Nari, incluso Archie, tenían una emocionada mirada en sus rostros, los cuales eran iluminados por grandes sonrisas, las que intentaban disimular.

-Buenos dias.- respondió el saludo, pasando de ellos para prepararse una taza de café. 

Despues del desayuno, y estando los tres aun sentados en la mesa, Nari y Douxie comenzaron a susurrar algo entre ellos. Peggy no les prestó mucha atención, pues era algo que ellos hacían con frecuencia. Había veces que Nari no entendía algunas cosas sobre la vida de los humanos y sus costumbres, así que recurría a la ayuda de Douxie.

Nari dijo algo al oído del hechicero, el cual solo asintió para levantarse de su lugar y apresurarse a la cocina, mientras la Niña Planta se acercaba a Peggy a pasos pequeños. Peggy se apresuró a darle toda su atención a Nari, quien ahora había formado una enorme flor rosada, sosteniéndola en sus manos hacia la hechicera.

-Feliz día de nacimiento, Peggy.- dijo Nari, entregándole la flor con una enorme sonrisa. 

La sonrisa en el rostro de Peggy desapareció, hasta que Douxie volvió con un pequeño pastel decorado con betún blanco y tres pequeñas velas, las cuales formaban el numero 920.

-Felices novecientas veinte primaveras.- dijo Douxie dejando el pequeño pastel frente a ella, para después rodear la mesa y plantarle un beso en la mejilla, el cual ella aceptó un tanto confundida. 

Los tres compañeros esperaban ansiosos a que Peggy apagara las velas e hiciera oficial el inicio de la celebración de su cumpleaños. Sin embargo, la hechicera solo observaba como las velas eran consumidas por el fuego.

-¿Como supieron que es mi cumpleaños?.- Preguntó Peggy.

-Zoe nos dijo.- respondió Douxie.

Peggy solo asintió y sopló las velas con delicadeza. Despues de los aplausos y felicitaciones, y de haber devorado el pequeño pastel, Peggy se puso de pie, dispuesta a comenzar con su día. Nadie la detuvo hasta el momento en el que cruzaba la puerta.

-¿Te parece si invito a los demás a cenar?- preguntó Douxie.- Para cerrar este día con broche de oro ¿Qué tal?.- 

Peggy solo sonrió, sabiendo que Douxie ponía mucho de su parte para que ella se sintiera en casa, bienvenida y, sobre todo, amada.

-Yo preferiría que no.- respondió Peggy.- Es decir, no es gran cosa. Ya tuve novecientos diecinueve cumpleaños mas. No festejar uno no me hará daño ¿O si?.- 

La Aprendiz de Morgana [Tales of Arcadia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora