La Aprendiz de Morgana [Tales of Arcadia]

Capítulo 11: Una Niña De Luz De Luna Y Sangre

-¿A que hora te dejas de comportar como un idiota?- preguntó Zoe, mientras caminaba unos pasos detrás de Douxie.

El de mechones azules caminaba rápido y en silencio, pero su molestia podía sentirse en el aire.

-¿Que?- preguntó el chico, mientras seguía caminando.

-La forma en la que trataste a Peggy fue horrible.- dijo Zoe.

Douxie la ignoró y siguió caminando.
-Se que estas molesto.- dijo Zoe.- Pero conozco a Peggy, y se que no lo hubiera hecho sin una buena razón.-

-¿De qué lado estas?- preguntó Douxie, mientras se detenía en seco.

-No voy a elegir.- dijo Zoe.- Pero los conozco a ambos. Y se que no la odias.-

Douxie le dio la espalda y siguieron con su camino, en completo silencio.

No sabía cómo sentirse. ¿Estaba molesto? Si, suponía. ¿Culpaba a Peggy? De alguna manera, así era.

Sin embargo, no sentía que debía ser así y, quería pensar, había una buena razón detrás de sus actos.

Aún así, el sentimiento de traición aún estaba sembrado profundo en su corazón.

°°°°

Después de que sus amigos se fueran, Blinky había sugerido que lo mejor sería asegurar a la joven hechicera.

Le sujetaron las manos con una soga que habían encontrado y la habían dejado sentada en la sala de estar.

Lilith, a quien el equipo no habia podido ni tocar, se acercó a ella y sento a su lado.

-Una cuerda no puede detenerte.- dijo Lilith.- ¿Lo saben, verdad?-

Peggy observaba como el grupo discutía en la cocina, incluyendo a Nari.

-Quiero que confíen en mi.- dijo Peggy.- Y si esto los hace sentir seguros, entonces supongo que está bien.-

Unos pasos ligeros se acercaron a ellas y al voltear a aquella dirección, se encontraron con Clara, quien traía consigo un pequeño plato con galletas.

-Pensé que tendrías hambre.- dijo la chica del mechón blanco.- ¿Puedo?-

Clara apuntó al lugar junto a ella, a lo que Peggy simplemente asintió, mientras tomaba una de las galletas y se la llevaba a su boca.

Clara la observaba, manteniendo una considerable distancia, con la mirada fija en ella.

Peggy sintió enseguida la profunda mirada de la bruja y, dejandola galleta de lado, se sentó recta en su lugar.

-Me parece que algo te molesta.-dijo Peggy.

Clara se sonrojó y se tensó en su lugar.
-Lo siento.- dijo Clara, bajando la vista.- Es que jamás había conocido a alguien como tú... Como yo.-

Peggy sonrió ante las palabras de la chica.
-Puede llegar a ser abrumador.- respondió Peggy amablemente.-¿Que edad tienes?-

-Dieciséis.- dijo la del mechón blanco.

Peggy la vio con impresión. Todos los hechiceros, magos y brujas que había conocido o, al menos la mayoría, tenian por lo menos un siglo de edad.

Pero Clara no.
-¿Y que tal? ¿Se te facilita la magia? - preguntó Peggy.- En lo personal siempre me fue fácil hacer magia, aunque haya dejado de usarla por un tiempo.-

Peggy deshizo las sogas que la sujetaban y extendió su mano hacia Clara, quien la tomó lentamente.

Comenzó a leer las líneas de la mano de la chica, mientras Clara la veía con asombro.