The Weeknd - Earned It
Jimin ha accedido a mis condiciones —pensé el domingo, después de dejarlo en su casa—. Ha accedido a mis condiciones. Ha accedido... Soy un egoísta retorcido, no tendría que alegrarme tanto, debería sentirme culpable por habérselo pedido.
Jimin había accedido a vendarse los ojos y a obedecer mis órdenes cada vez que nos viésemos. Había accedido a dejarse llevar y a entregarse a mí sin reservas. Sin condiciones. Sólo en la cama.
Había accedido a que tuviésemos una relación puramente sexual. Pura, intensa, demoledora y exclusivamente sexual. Había accedido a no esperar nada de mí excepto placer, algo que yo me moría por darle. Y, a pesar de que en sus ojos era evidente que su corazón le aconsejaba lo contrario, había aceptado estar conmigo, venir a mi apartamento siempre que yo se lo pidiese, sólo con el objetivo de entregarse a mí.
Yo había sido brutalmente claro con él. Una parte de mí había esperado que me rechazase, porque sabía que aquella relación terminaría haciéndole daño. Pero al final mi egoísmo había vencido la batalla y se lo había pedido.
No ha sido tu egoísmo, estúpido —me dijo mi conciencia—, ha sido tu instinto de supervivencia, porque sabes que Jimin es la única oportunidad que tienes de llegar a vivir algún día.
—Cállate —mascullé en voz alta y di gracias por estar solo en el coche.
No soy estúpido y sé que debería ser capaz de estar con una persona sin tener que vendarle los ojos o atarle las manos, o sin necesidad de poseer el control absoluto en todo momento, pero hace años que dejé de disculparme por ser como soy. Lo mío no es ningún capricho, no es algo pasajero, es una necesidad que nace en lo más profundo de mi ser. No sé si se debe a la muerte de mis padres en aquel accidente, a mi hermana, a mi tío, a lo que me sucedió... Me he esforzado mucho para escapar de mis recuerdos y de mí mismo, y lo único que consigue mantener a raya mis demonios es eso, así que he dejado de plantearme si está bien o mal. Sencillamente, lo necesito igual que respirar, otra cosa no es posible, ni ahora ni nunca. Y eso siempre se lo he dejado claro a las personas que han accedido a estar conmigo.
«Pero ninguna te había afectado nunca como Jimin.»
No, eso era verdad. Yo nunca había besado a un hombre en la calle. Nunca había invitado a ninguno a mi casa, y mucho menos le había enseñado el jardín. Mis relaciones previas, siete en total, se basaban únicamente en el sexo y todas habían sido con personas con mucha experiencia para las que las ataduras, los antifaces, los látigos o las órdenes eran un mero juego sexual.
Jimin sabía que no era así. Él tenía una afinidad conmigo, una intuición especial, había comprendido, sólo mirándome, que lo que yo le estaba pidiendo no era ningún juego. Y había aceptado.
Por eso había roto con todas esas "parejas", porque no lo entendían. Y por eso me daba tanto miedo Jimin, porque él sí lo hacía.
Aparqué el coche y subí a mi apartamento. Me saqué la llave del bolsillo al llegar a la puerta y recordé que le había prometido a Jimin que le daría su propia llave para que pudiese entrar sin llamar.
O ésa era la excusa que me había inventado; la verdad era que quería que tuviese la llave de mi casa porque necesitaba que supiese que él era especial y no me había atrevido a decírselo con palabras.
Me burlé de mí mismo. Cómo era posible que pudiese pedirle a un hombre que no se corriese sin mi permiso y al mismo tiempo no fuese capaz de decirle que quería que tuviese la llave de mi casa porque me parecía un detalle íntimo.
Abrí la puerta, dejé la bolsa del fin de semana en el suelo y me quedé pensando.
No podía darle la llave sin más, sería absurdo. Necesitaba como mínimo algo donde llevarla. ¿Un llavero? Hortera. ¿Un sobre? Ridículo.
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LA CINTA - |YOONMIN| #1.5 +18
RomansaMin Yoongi lo tiene todo bajo control. A pesar de su tormentoso pasado, o quizá gracias a él, se ha convertido en uno de los abogados más reputados de toda Inglaterra. Su vida, planeada al milímetro, está dominada por unas estrictas normas que rigen...