Esto no estaba en el plan

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Personajes: Urizen, Dante(niño), Nero, V
Mencion de Eva y Sparda

Etiquetas; Comedia, rejuvenecimiento, Dante niño, urizen sigue siendo vergil aunque no lo diga.
Esto realmente fue más tierno de lo que se suponía iba a ser
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Urizen había escuchado un estruendo mientras se encontraba en su trono, aguardando por la llegada de los tercos cazadores.

Al levantarse brevemente a revisar, ya que desde el trono no podía ver que o quien había aparecido, se llevó la sorpresa más grande que jamás pensó ver.

Dante.

Pero no el mismo terco e insolente cazador que ya le había enfrentado antes, no.

Un Dante muy distinto.

Sentado ahí, mirándole con total sorpresa e incluso algo de miedo, se encontraba un pequeño niño albino de unos ocho años, aun llevaba la ropa que su padre y madre habían elegido para él.
A su lado yacía una espada de madera, una de las que el pequeño solía llevar a todas partes, en un intento de persuadir a su hermano de que jugara con él y dejara su libro. Raramente funcionaba.

Urizen no tenia la más mínima idea de qué, cómo o porqué estaba haciendo aquí la versión más joven e inocente de su hermano de la que tenía memoria. ¿Era una ilusión? ¿O todo lo que había hecho con el Qliphot de alguna forma habia hecho aparecer a este niño?

Por la expresión sorprendida en su rostro, podía deducir que el infante tampoco tenía la más mínima idea de lo que sucedía.

Sin embargo, seria tonto de su parte no aprovechar esta oportunidad. Niño o no, era Dante. Una versión demasiado fácil de vencer o asesinar.
Se acercó unos pasos al menor, cuando el pequeño finalmente decidió hablar.

- ¿Vergil?

Se quedó quieto casi al instante...¿Como había este niño notado quien era? Incluso el Dante adulto había tardado un poco...y probablemente no lo hubiera averiguado de no ser porque su otra mitad se lo dijo sin pena alguna.

-¿Perdón?

Ver la expresión del niño lo desconcertaba. No había miedo o temor por su vida de ningún tipo. Solo sorpresa asombrada, con los ojos bien abiertos llenos de curiosidad infantil hacia el demonio.
De ser todavía mitad humano, hubiera sentido nostalgia y hasta ternura de ver aquello.

- ¿Eres vergil, no?

-.....¿Que te hace pensar eso, mocoso?

¿En verdad estaba entablando conversación con este niño? Podria matarlo en cuestión de segundos y acabar con esta anomalía..... Entonces...¿Porque ninguna parte de él se estaba moviendo para acabar con la existencia de esta versión  más joven de su miserable hermano menor?

- No lo sé...el aire que te rodea me recuerda a mi hermano....más agresivo y tenebroso, ¡Pero es el mismo! Eres vergil, no? ¿Porque te ves así?

¿Aire? ¿Estaba Dante sintiendo su presencia tal y como hacen los demonios? No recordaba que su hermanito tuviera esa capacidad.
Sin embargo, claramente había acertado, pero no iba a ceder, aun tenía pensado acabar con ese mocoso.

- No lo soy, niñato.

- ¡Si lo eres! ¡No puedes engañarme a mi! ¡Soy tu hermano pequeño, incluso si te pusieras un sombrero o casco me daría cuenta! ¿Porque te ves así? ¿Es un disfraz?

"Un disfraz" ¿Dante pensaba que su apariencia era un disfraz? Sin duda alguna la inocencia e ingenuidad de ese pequeño revoltoso estaba a otro nivel.

Espera espera,¿Pequeño revoltoso? ¡Ese era un apodo demasiado cariñoso! ¡Se supone que va a matarlo!

- No soy vergil, Dante....ya no el que conoces.

Dijo agachándose a su altura para poder apreciar mejor al niño.

¿Porque estaba explicandose ? Esta versión de Dante no debería porque saber nada de lo que sucedía. Era un niño que no estaba en su tiempo correspondido.

- ¿De qué hablas...?

El pequeño ladeó la cabeza mientras frunció un poco el ceño, pero en vez de enojo, había tristeza y confusión.

Oh, Urizen aún recordaba la manera en que su parte humana odiaba tanto ver esa clase de expresión en el rostro de su hermano, casi queriendo consolarlo.

Una de las tantas razones por la que diferían.

Esa expresión solo era una muestra de debilidad. La tristeza por cosas insignificantes solo demostraba lo débil que era su sangre por culpa de la mezcla.

- Ya no soy el vergil que conoces, así de simple. Ya no soy tu hermano.

Esperaba ver al niño asustado, lo cual logró por un segundo....antes de ver cómo sus ojitos se cristalizaban, lo cual lo tomó por sorpresa. ¿Iba a llorar? Oh no, eso es lo último que necesita.

- ¿Y ahora porque lloras?

- Eres un mentiroso....

El pequeño llevó sus manitas a su cara, intentando no mostrar las lagrimas.

¿Mentiroso?

- ¿qué?

- ¡Dijiste que nunca me ibas a dejar y ahora dices que ya no eres mi hermano! ¡Vergil mentiroso!

El pequeño no estaba haciendo un buen trabajo en ocultar sus lágrimas como tanto se esforzaba.

Al ver al pequeño en lágrimas, Urizen decidió que matarlo no valdría la pena. Era solo un insignificante y llorón mocoso. Tendría que aguardar por el Dante adulto.

Ahora...¿qué hacia con el niño que lloraba frente a él?

- Agh está bien, soy tu hermano, deja de llorar, bebé llorón

Dijo en un intento algo desesperado porque se callara, lo cual pareció funcionar, porque las lágrimas disminuyeron mientras el niño le miraba sorprendido, para luego inflar las mejillas un poco.

- No soy un llorón...

Quizo reír por la ironia del asunto.

- aja...lo que digas...

Al final del día terminó teniendo que responder cosas como "¿porque te ves así?" O "¿Volveras a la normalidad?" De las cuales solo dijo verdades a medias, con tal de evitar otro ataque de llanto.

Cuando ya no supo que hacer con el niño, hizo que las raíces del Qliphot trajeran un libro de colorear que encontraran en la ciudad y unos crayones. Mientras le pedía al niño que se quedara al lado del trono dibujando.

Para su suerte, el pequeño le hizo caso.

Rato después,no sabia con que cara ver al cazador de demonios más joven, quien al llegar lo primero que notó fue al pequeño Dante, quien hablaba muy feliz en dirección a Urizen, mostrándole su "obra de arte"

One shots Devil May CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora