Rabieta demoniaca

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Personajes; Dante, Vergil, Nero

Etiquetas: Demonios,  Comportamiento bajo instinto, algo de comedia, Vergil intentando ser un buen hermano mayor y un padre.
Post DMC5
Continuación de "Como un demonio"

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Habían pasado dos días, y realmente no había mucho avance.

Una parte del cerebro de Dante había recuperado su funcionalidad ( aunque Vergil y nero, sobre todo Vergil, dudaban que eso realmente existiera desde antes), por lo que ya podía pronunciar palabras o frases cortas..

El problema es que su consciencia seguía siendo la de un demonio, o más bien la de un animal travieso.

Aunque podia decir frases, estaban mal redactadas y le costaba mucho esfuerzo, por lo que eligió no hablar mucho .

A pesar de esos avances, el veneno parecía predominar en el cuerpo y mente del albino, y tampoco había dejado de verse más joven.

Vergil se preguntó por un momento si acaso el efecto del gas sería permanente, ya que el del veneno si parecía estarse desvaneciendo poco a poco.

Aunque sería gracioso averiguarlo cuando Dante recuperara toda su consciencia, no era precisamente beneficiario para su cartera esta situación, pues la versión más joven-demonizada de su hermano parecía tener un apetito aun mayor al normal al aún estar en crecimiento...Lo que llevaba a la situacion actual, con él entrando a una tienda hecha un desorden.

Sinceramente no debería estar sorprendido de que Dante, estando con casi toda su consciencia como la de un demonio ( aunque más parecía un perro), y su hijo lograran dejar la casa hecha un desastre en lo que no estaba...pero Nero usualmente era más ordenado, y literalmente aquí parecía que había ocurrido una batalla. Muebles tirados, rasguños en las paredes y un jarrón roto.

Cuando dejó la comida en la mesa, miró a todos lados, intentando averiguar que diablos había pasado aquí...

- Padre!? Llegaste!? ¡¡¡Ayuda aquí!!!

Fue sacado de sus pensamientos por su hijo, quien estaba en el piso de arriba si los gritos no lo engañaban. Eso lo preocupó levemente, ya que Nero no era de los que se ponía a gritar por cualquier cosa, y la situación de la casa era un claro indicarte de qué algo malo había pasado.

Subió casi corriendo las escaleras, solo para encontrar el piso superior aun peor....

Y a los culpables del desastre.

Eran al menos 5 demonios, estaban todos despedazados, solo uno de ellos por corte de espada.

Encontró a su hijo y hermano rapidamente. El primero estaba justo frente a la puerta de la habitación de Dante, la cual estaba abierta y rota. Se veía algo bastante preocupado, ya había bajado a red queen, pero se notaba que aun estaba algo a la defensiva por alguna razón...

La razón resultó ser Dante.

Estaba dentro de su habitación, escondido en uno de los rincones, mostrando los colmillos y gruñendo. Tenia las manos y ropa rotas y llenas de sangre, presumiblemente por pelear con los demonios antes de que nero interviniera, y no se veía tan amistoso como hace unas horas.

Vergil nisiquiera necesito preguntar lo que había sucedido, simplemente entro a la habitación para intentar calmar a su hermanito.

En cuanto Dante lo vio, la tensión aumentó en el ambiente, parecía no reconocerlo a diferencia de tan solo unas horas atrás. También le gruñó un poco más fuerte.

- Dante, cálmate...

Dijo el mayor de los presentes mientras se acercaba y Nero miraba todo con nervios desde atrás.

Al oír la voz de su hermano mayor, algo pareció hacer click en la mente del hijo menor de Sparda, pues dejó la postura defensiva, y en cambio, se abalanzó a los brazos de su hermano mayor.

- Verge!

Eso sorprendió un poco a Vergil, aunque no se apartó y permitió que el menor lo abrazara, correspondiendo el abrazo.

-....ah?

Pudo escuchar a Nero murmurar detrás suyo.

- Ve-Verge! atacar...ellos....yo....asustado...

Vergil suspiro al oír como su hermano menor trataba de explicar lo que sucedió con su limitada capacidad de lenguaje (y pensamiento si lo analizaba bien), abrazandole en un intento de que ese pequeño demonio tembloroso se calmara.

- Esta bien, tranquilo, entiendo...

Vergil entendía el porque estaba tan asustado. Después de todo, los demonios seguían persiguiéndolo por su legado. En esta forma, incapaz de pensar de la misma manera que antes, el ser atacado por un grupo de demonios debía ser, como mínimo, aterrador...

Les tomo un rato, pero el menor de los presentes al fin se calmó, disculpándose a su manera con Nero, ya que le había gruñido mientras estaba en ese estado de pánico.




Unos días después, justo al amanecer, padre e hijo fueron despertados por un grito proveniente de la habitación de Dante.

- ¿¡PORQUE ME VEO COMO UN ADOLESCENTE!?

Antes de entrar, ambos se miraron.

-.....parece que Dante volvió....

- ......Supongo que es mi turno de explicarle

One shots Devil May CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora