4. Into the Woods [Dentro del Bosque]

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Cuenta una vieja historia
la trágica historia de una
chica de caperuza roja,
la cual al adentrarse al bosque
fue devorada por el lobo feroz
y jamás volvió a saberse de ella.

Pero las cosas no fueron...
Exactamente como las cuentan.

El lobo no era más que un joven
que siempre había vivido aislado
y caperucita, era un joven
de dorados cabellos,
que decidió no volver con
el verdadero lobo feroz del pueblo.

Aquellos cuentos esconden
más de lo que imaginas
o más de lo que podría contar...

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Recordaba a la perfección aquella tarde, la capa que había tomado de casa para ocultar su rostro y el suave aroma de la menta en el aire, todo lo había guiado de nuevo hasta la entrada del bosque, dónde esté se intensificó y encendió en el interior del rubio aquel deseo que solo su celo podía provocar.

Era él y había regresado en el momento más indicado.

Aquella conexión que compartían Luka y Adrien era una que iba más allá de "un alfa y un omega destinados", se habían entregado en cuerpo y alma en un pacto que solo ellos comprendían... Y del cual la familia del rubio era ignorante.

—Esta será la última vez que nos separemos...

Susurro Adrien, para dejar que su instinto lo guiará hacia el dueño de aquel aroma que se complementaba con el suyo.

No estaba dispuesto a pensar más en el que diría su padre o el pueblo en general, quería ser feliz y el bosque al que tanto temían los pobladores, era el único donde había una persona que realmente lo amaba por quién era.

La vainilla de sus fermonas iba anunciando su paso por el lugar, mientras el calor comenzaba a apoderarse de su cuerpo.

—Luka... Se que estás cerca...

La respiración del rubio comenzaba a acelerarse y el bochorno en su cuerpo comenzaba a ser insoportable, era tarde ya, su celo había alcanzado aquel punto de deseo en que su cuerpo necesitaba a Luka con desesperación.

Así y dejando de resistirse a aquel dulce aroma, se acercó Luka, acorralando al responsable de aquellas provocaciones.

—Creí decirte que no regresaras al bosque... Es un lugar lleno de peligros para una presa como tú, Adrien

—Solo lo es si no estás cerca de mi... Yo... No volveré a regresar a casa

El rubio hablaba entre suspiros y aunque ambos trataban de luchar contra el instinto que esta cercanía significaba, Luka comenzó a morder aquella piel que lo llamaba, buscando más que esas palabras de autorización por parte de Adrien.

—Quiero... Me quiero quedar contigo, que me hagas tuyo...~

—Mgh~ ¿Solamente en este momento Adrien?

Las manos del alfa habían comenzado a deslizarse debajo de las ropas del menor, sintiendo aquella piel erizarse y disfrutando del sonido que salía de los labios opuestos.

Luka deseaba hacer suyo a Adrien, pero está vez resistiria hasta escuchar aquellas palabras por las que había rogado en tantas ocasiones.

—Marcame y hazme tuyo para siempre, Luka... No me hagas rogar más... Mgh~

—Solo será un poco más, por todas las veces que me hiciste rogar por ti~

Susurro cerca de los labios de Adrien, dándole vuelta en un movimiento rápido para lamer su nuca, mientras con su mano, comenzaba a estimular el miembro de su omega.

El juicio de ambos era nublado por sus aromas que se mezclaban a la perfección, Luka provocaba con facilidad una combinación de sonidos y sensaciones en Adrien.

El movimiento de la mano del mayor comenzó a ser más rápido y al tenerlo de espaldas comenzó a simular el movimiento de las estocadas contra los glúteos opuestos, había conseguido lo que tanto anhelaba y al sentir que el rubio terminaba en su mano un gruñido logro escapar de los labios de Luka.

—No me detendré después de esto Adrien... En cuanto continuemos... No creo poder controlarme si no quieres que te marque como mi omega después de esto...

Un pequeño rayo de lucidez había hecho hablar a Luka, ambos habían hablado del tema en cientos de ocasiones, pero al final Adrien siempre era el que desistía a quedarse dentro del bosque con el.

Pero está vez era todo diferente y era más que nada, el hecho de que el rubio lo hubiera venido a buscar durante su celo, era el momento ideal para marcarlo.

—Yo ya soy tuyo... Está vez... Ngh~ Y para siempre, Luka~

Eran las únicas palabras que necesitaba escuchar el mayor, dejando así que sus sentidos lo condujerán en todo lo que harían.

Sin pensarlo más y bajando las prendas de Adrien se decidió a hacerlo suyo de nuevo, entrando en el de una sola estocada y obteniendo un gemido ronco en respuesta.

El estrecho interior del rubio abrazaba a Luka y sin dudarlo, comenzó a moverse, sonriendo al escuchar los gemidos de su adorable pareja.

Dentro del bosque nadie los interrumpirá, nadie los buscaría y podían hacer todo el ruido que desearan.

—L-Luka... M-me correré de nuevo...~ Hazlo ahora

Aquello último había parecido más una orden, sin embargo, Luka estaba preparando al chico desde momentos atrás y al sentir como su climax estaba próximo, acercó su boca a la nuca opuesta marcando el sitio con una mordida certera.

Era su omega por completo y ellos serían pareja hasta el final de sus días; la noche acababa de iniciar, ya por la mañana pensarían con la cabeza fría un poco más las cosas... Pero por ahora ambos deseaban celebrar hasta que sus cuerpos no pudieran más.

『Kinky Week 』LukadrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora