Ch9: Un día demasiado pesado para ser real...

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I

Caminó con una pesadez notoria, una pequeña joroba se le formaba por como andaba, la lluvia se mantenía con la misma intensidad. Los documentos no se habían mojado, pero él atraparía un posible resfriado.

Ya estaba a solo unas cuantas casas de la suya, aunque no podría darse un merecido descanso porque tenía trabajo acumulado y el tiempo en casa era muy valioso. Trataría de evitar frustrarse porque de nada valía... por el momento.

II

—¡Linky! —Leni notó lo mojado que estaba su hermano.

—Hola Lenita —la saludó con una sonrisa apenas imperceptible.

Tras de ella aparecieron Lily, Luan, Lana y Lisa. Todas no creían que su hermano haya estado en la estación de policías. Al principio pensaron que había cometido un delito, pero después de varios minutos de suposiciones, lo dejaron hablar.

—No, nada de lo que dicen, solo fue algo casual —estaba sentado en la silla del comedor, estaba esperando que su computador portátil encendiera.

—Pero... unidad fraternal, es algo sumamente raro... casi de mala suerte —no estaba convencida de los azares, pero lo de su hermano era uno.

—Creo que lo de hace dieciocho años se está cumpliendo... parece que tengo mala suerte, je —se notaba muy cansado.

En ese momento se levantó y fue a la cocina a prepararse un café, pero antes de que lo hiciera, Luan ya lo tenía listo.

—Gracias Risitas —le dio una agradable sonrisa.

—No es nada, Linky —se notaba encantada por la expresión de su hermano—. ¿No quieres cenar?

—Si te soy sincero solo necesito el café, lo que me pasó hizo que perdiera el apetito —se sentó nuevamente en la mesa, se notaba algo triste.

Lana y las demás notaron ese momento algo extraño, pero lo dejaron pasar y se concentraron en charlar con su hermano. Él inventariaba las cosas de sus carpetas y escuchaba a sus hermanas, le costaba concentrarse y no dormirse.

—Tu coche ya funciona, no fue nada arreglarlo —le contó la fontanera, notó a su hermano sonriente.

—Te lo agradezco mucho, en serio —paró de teclear, suspiró y posó su mano sobre la de su hermana que estaba a su izquierdo, no se dio cuenta de la gran sonrisa que se formó en ella.

Ya eran más de las una de la mañana, se notaban algo agotadas. Se habían olvidado de avisar a las demás sobre la llegada de su hermano.

Solo Lily se quedó unos minutos más, no tenía tanto sueño, agregando que como eran unas vacaciones, no tenía la obligación de madrugar.

Lincoln sintió el peso de la cabeza de su hermana en el hombro, no dijo nada porque estaba concentrado y le recordaba a ella de pequeña.

—Ser un adulto es difícil —expresó Lily.

—No tanto... solo tienes que hacer muchos esfuerzo y sacrificar algunas cosas que te gustan... bueno, si tienes mis problemas, sí —se esforzaba por ser algo gracioso—. Ves a Luan siempre, conmigo solo concretas ese significado —Lily confirmó eso moviendo su cabeza.

Lily solo permanecía recargada en el hombro de su hermano, no negaba que se sentía bien.

—Esto me recuerda cuando tenías seis años y nos quedábamos hasta tarde viendo algo en la televisión —volteó a mirarla—. Y así como estás ahora, era la señal de que te dormirías en cualquier momento —volvió a seguir en lo suyo.

Ansiedad de mi corazón...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora