Entro al auto aún algo despeinado, en realidad no se quedaría a tomar una ducha y arriesgarse a que el chico se despertará, demasiado incómodo.
Comenzó a conducir hacía el departamento de Sam, hizo una mueca cuando noto un par de marcas en su cuello por el retrovisor.
El ya no disfrutaba de las marcas, las muestras de posecividad estaban destinadas solo para una persona. Gruño internamente y dejó caer su cabeza sobre el volante mientras esperaba en el tráfico
No podía evitarlo, cada chico tenía algún rasgo parecido a "el", ya sean rizos u hoyuelos, algunos chicos pálidos o con grandes manos. Por supuesto ninguno como el, jamás nadie sería como el.
Incluso el chico de la noche anterior, era delgado, con rizos y más bajito que el, aquello le había hecho gracia desde que lo vio, no es que Louis fuera realmente bajito, estaba en el promedió, pero por supuesto que su pareja de ocho años le llevaba una cabeza y algunas de sus últimas conquistas también, aunque ninguno de ellos había logrado meter nada en el. El no iba admitirlo a nadie, pero extrañaba que se encargarán de el, ser mimado y atendido. Pero no, el tenía algo claro, su culo y su corazón no aceptaría la entrada de nadie por un largo tiempo.
Reaccionó cuando un auto tocó el claxon detrás de el y se despabilo comenzando a conducir. El tenía que empezar a dejar de pensar tanto en Harry...Dios incluso debería olvidar su nombre.
No es como si el viviera recordando al chico, pero vamos, ocho años de relación no se olvidan tan fácilmenteSin embargo, el sentía que ya no lo amaba, solo se aferraba a lo que alguna vez tuvieron, amaba al chico que fue en el pasado, a su Harry, pero el ya no era su Harry, el era otra persona, el estaba enamorado de un fantasma que ya no existía.
Por supuesto.
-*-
—¿Buena noche?— murmuró Sam con una risita burlona
Louis soltó negó con una sonrisa y se quitó los zapatos
—buenos días— se acercó a la barra para robar un poco del desayuno de su amigo
—hey, devuélveme mi salchicha— le quitó la mitad de la salchicha de la boca al castaño, soltó una risita cuando hizo un sonido de molestia —yq se que te encanta tener la boca ocupada—
—¡oye!— golpeó al rubio —realmente debo darme una ducha— hizo una mueca
—si, apestas—arrugo la nariz en broma, Sam
—ja!— Louis le saco el dedo y se fue meneando exageradamente sus caderas en burla
Sam no pudo quitarle la vista de encima
-*-
—gracias por acompañarme— se dirigió Harry al chico rubio frente a el
Finalmente había decidido llevar compañía al viaje y ahora mismo se encontraban en un avión en primera clase listos para partir a los Angeles
—es un placer guapo— le guiño
Harry sonrió y no tardaron mucho en soltar ambos una carcajada
—¿Serás mi sugar Daddy?— dijo Niall con un toque de diversión
—oh! Por supuesto, pero tendrás que preparar ese trasero—
ESTÁS LEYENDO
¿Existen los finales felices?
Romance¿Existen los finales felices? Louis no estaba seguro, no mientras veía una relación de ocho años desmoronarse a sus pies, no mientras despertaba solo en una cama fría y recalentaba la comida en el microondas. Ya no tenía sentido esperar Quizá era m...