Louis observo al chico de rizos y el pequeño sobre en sus manos, mejillas sonrojadas y manos temblorosas eran todo lo que el ojiverde era
— ¿entonces esto que es? — pregunto con diversión el castaño
—Solo tómalo por favor— hablo con voz bajita el rizado
Louis asintió y tomo el sobre, apenas lo hizo y el chico de rizos salió corriendo sin siquiera decirle su nombre. Confundido por la acción del pequeño chico abrió el sobre y encontró en su interior un pequeño dibujo de una rosa a un lado de la frase "me gustan tus ojos", Louis se ruborizo y algunos de sus amigos alrededor rieron.
Por supuesto que el guardo esa nota como un objeto valioso
-*-
— Necesito un empleo— murmuro Louis recargado en el sofá
—Ya te he dicho que no hay prisa, no soy Harry pero hay suficiente despensa en la alacena— menciono Sam a su lado —Lo siento por eso— se disculpó cuando noto lo que había dicho
El castaño bajo la mirada con un poco de nostalgia
—No tienes por qué disculparte Sam— suspiro y se levantó —De cualquier manera lo necesito, me deprime estar sin hacer nada en todo el día— hizo un puchero
—Siempre puedes intentar empezar con lo tuyo, ya sabes tú proyecto soñado de una empresa de planificación de eventos— Sam se encogió de hombros y sonrió cuando los ojos del más bajo brillaron
—Sam, no me ilusiones, eso es muy difícil, ambos lo sabemos, ni siquiera conozco la ciudad y los mejores lugares ya sabes, necesito como toda una lista de cosas y lugares— se excusó pero la emoción latente aún estaba en su pecho
—Eso se puede resolver, arréglate, te llevare a un bar que te va a encantar y te presentare a algunos amigos— dicho eso el rubio se levantó y le dio una nalgada al castaño antes de correr
Lou intento seguirlo para cobrárselas pero el chico fue más rápido y se encerró en su habitación
—Bastardo— se quejó afuera de la puerta, una risita saliendo de sus labios que fue muriendo de poco en poco
Bajo la mirada sintiendo aun esa punzada en su pecho, negó y se dirigió a su habitación para cambiarse de ropa
-*-
Niall se sorprendió cuando vio a Harry fuera de su departamento, no lo había visto en los últimos dos años casi
—wow, esta sí que es una sorpresa— murmuro el ojiazul
Harry rodó los ojos y entro sin invitación
— ¿buenas tardes? — se burló el irlandés
— ¿Dónde está Louis? — murmuro con un deje de irritación Harry
Niall abrió los ojos confundido
—No lo sé— murmuro —Creí que ustedes se habían separado hace meses ¿Por qué preguntas por él? — Le hizo un gesto al rizado para que se sentase pero este negó y resoplo
— ¿Terminar, que? Niall nosotros no hemos terminado, sé que él está molesto, no sé por qué pero se fue hace una semana y no se ha comunicado, creí que tu sabrías— comenzó a dar vueltas en el piso de la sala tomando el puente de su nariz — Acabo de dejar una junta a medias, solo quiero saber dónde está— paso las manos por su cara con frustración
El rubio mordió su labio inferior y vio al rizado con una mueca de pena
—yo...no les había visto juntos en mucho tiempo y el vino a despedirse hace un par de semanas, en realidad no sabía que estaban juntos— gesticulo con sus manos algo confundido, Niall
— ¿despedirse? — pregunto Harry
Niall asintió
Harry negó y salió del departamento más molesto de lo que había llegado
-*-
Cuando Sam dijo que saldrían se imaginó un lugar tranquilo no un bar lleno de luces estrambóticas y temas del año
—Sam estoy muy viejo para esto— se quejó el castaño
— ¿de qué hablas? — rio el rubio —eres joven Lou, ¡vamos a bailar! —
Fue arrastrado a la pista de baile, no conocía el ritmo de la canción y hacía tanto que no bailaba, parecía una eternidad, aún tenía el recuerdo de grandes manos en su cintura y rizos haciendo cosquillas en su rostro cada que Harry se inclinaba a darle un beso, sacudió la cabeza ignorando esos recuerdos y comenzó a tomarle ritmo a la canción
Fue así como dos horas más tarde se unieron un par de amigos de Sam, algunos tragos y Louis estaba bailando sobre las mesa mientras intentaba arrancar el eterno sentimiento de soledad de su pecho, las luces lo mareaban pero eso no significaba que no supiera lo que estaba haciendo y ese era el problema
Estaba a miles de kilómetros de la persona a la que amaba, huyo como un cobarde, por que el sabía que si hubiese enfrentado a Harry con real determinación no habría podido irse, no, no habría podido verlo a los ojos y decirle que se iba, que ya no quedaba nada. Harry le dio una salida fácil y el solo decidió abandonarlo sin explicaciones
Los chicos brindaban y Sam se encargaba de que el castaño no cayera de las mesas mientras intentaba ganar a una chica haciendo twerck
Bajo de un salto y corrió hasta su amigo
—Sam sácame de aquí, quiero correr hasta vomitar mariposas muertas— pidió el castaño, un húmedo rastro de lágrimas adornaban sus ojos y su amigo no se pudo negar
EL rubio asintió con una media sonrisa y limpio las lagrimas en el rostro del ojiazul, ambos salieron del lugar tomados de la mano
Corrieron por la calle como un par de adolescentes, Louis incluso se acercó a tocar algunos timbres, la adrenalina en sus venas era como el calmante perfecto para su aun sangrante herida, y Sam solo podía observar a su amigo reír y gritar sabiendo que solo estaba intentando no romperse sobre la fría acera
Louis giro y soltó una risita
—Harry solía burlarse de mi ¿sabes? — Se acercó a Sam con pasos cortos —decía que tenía mala condición y por eso no quería salir a correr con el ¡JODETE STYLES SOY MUY ATLETICO!— se soltó a reír, limpio su rostro de las lágrimas que amenazaban con Salir y volvió a correr por la calle
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Dioses!!! no tienen la menor idea de lo agradecida y feliz que estoy del apoyo que le dieron a esta historia
infinitas gracias, he leído todos sus comentarios, y de verdad que muchas gracias
espero que disfruten igualmente de este capitulo y el resto de la historia, como siempre les pido me dejen sus opiniones y me comenten lo que les gustaría que pasase mas delante y lo que esperan de la historia
que tengan bonita vida :)
*las palabras en cursivas al inicio, siempre van a ser recuerdos
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¿Existen los finales felices?
Dragoste¿Existen los finales felices? Louis no estaba seguro, no mientras veía una relación de ocho años desmoronarse a sus pies, no mientras despertaba solo en una cama fría y recalentaba la comida en el microondas. Ya no tenía sentido esperar Quizá era m...