Aquí de nuevo yo! Espero les guste este capítulo 💛💛
Esa mañana estaba hermosa, lo único malo es que cuando Jisung despertó MinHo no estaba a su lado.
-Princesa...
Oh, apareció. Eso fue rápido.
Traía en sus manos una bandeja de desayuno.
JiSung sonrió por el detalle, aveces a MinHo le daba por tratarlo como si fuera una verdadera princesa.
Ellos comieron su desayuno sin problemas, tonteando con las fresas y dándose besos con sabor a café tostado.
Era día de limpiar la casita, Jisung amaba la casita, tan pequeña, acogedora y perfecta.
Aunque podría ser más perfecta, Jisung tenía planeado conseguir dinero por parte de Lixie (cosa que no le había dicho a MinHo aún y ni él sabía como haría), compraría unas cortinas nuevas para la ventana de la cocina, unas sábanas, algunos platos y les hacía falta un maldito colador que se le olvidaba traer del pueblo cada vez que iban lo que lo tenía sacando las cosas con un tenedor.
O tal vez podría sólo comprar el género y pedirle a JeongIn, que es experto con la máquina de coser, que le haga unas cortinas y lo sobrante un camino de mesa.
¿O unos individuales?
-No te veo barriendo princesa- MinHo le apretó el trasero haciéndolo saltar por la sorpresa.
-¡Oye bruto! - Lo persiguió con la escoba por toda la casita.
Su mañana se fue en risas y besos hasta la hora del almuerzo pero se sorprendió cuando MinHo le dijo que había comprado comida deliciosa que solo tenía que calentar en el horno.
-¿Es una cita? - Jisung bromeó ante el detalle.
-Podría decirse que si- MinHo le guiñó un ojo- Traje vino.
-¡Que elegante! Será mejor que me cambie de ropa entonces.
Fue a su cuarto he hizo un atuendo con las cosas que tenía, un pantalón de tela de JeongIn, una camisa de JeongIn también, un cinturon de MinHo y un par de accesorios que eran suyos y los traía puestos el día del secuestro.
Para cuando salió MinHo también se había cambiado, probablemente en el baño de afuera, y la mesa estaba servida con cosas que tenían muy buena pinta.
Realmente estaba todo muy bueno, el vino era delicioso y de verdad había extrañado beber algo de alcohol.
-Jisung te tengo que decir algo- MinHo se tornó serio de repente.
-¿Qué es? - Él no le respondió de inmediato- Vamos ¿Qué es?
-Es que yo...
-¿Yo qué?
-Yo... Te amo- MinHo le soltó.
¿Lo amaba? ¿MinHo a él? Sintió su estómago apretarse y su corazón correr... ¿Amaba él a MinHo?
Si.
-También yo cielo, también te amo- JiSung se puso de pie y caminó hasta sentarse en su regazo.
Ellos comenzaron a besarse apasionadamente, luchando, suspirando cuando tenían la oportunidad de tomar algo de oxígeno.
MinHo colo sus manos bajo la ropa de JiSung mientras que el le jaló del cabello a la par que se frotaba a su cuerpo.
La ropa comenzó a sobrar mientras el calor aumentaba y su novio lo cargó al cuarto. Él estaba siendo especialmente dulce con Jisung esa noche, pasaba la punta de su nariz por la piel de Jisung, sus manos lo sostenían con fuerza pero de una manera que jamás le lastimaría, lo besaba como si fuera la primera vez en su vida que besaba a cualquier persona.
-¿Me perdonarás algún día? - MinHo habló a su oído.
-¿Por secuestrarme? Sabes que no hay nada que perdonar- Jisung peinó su cabello y fijó sus miradas-Nada que hagas me haría alejarte.
-Suena muy bien- Eso fue lo último que hablaron antes de finalmente comenzar con los vaivenes, con los suspiros, con las caricias y jadeos.
El dolor que siempre viene y seguido por placer, Jisung amando casa cosa que MinHo hace con él porque lo conoce bien y sabe dónde, cómo y cuándo.
Ambos siempre en sintonia, gritando al mismo tiempo, respirando al mismo ritmo y llegando al clímax de su pasión en el mismo momento.
MinHo lo sostiene apretado, abrazando a JiSung en su pecho mientras le acaricia la espalda desnuda y suave.
JiSung se siente cansado, claro, también mareado por el vino y un poco acalorado, pero es raro, hay algo más, algo que le hace imposible mantener los ojos abiertos.
Pero está en los brazos de MinHo por lo que si no ve, no oye, no habla, siempre estará protegido por su chico de iris enormes.
Y cae en un sueño profundo, tan profundo.
Pero no sabe, cuando despierta a la mañana siguiente, de donde proviene ese pitido.
Porque cuando él congelador queda abierto suena pero no así, este es otro tipo de pitido. Busca con su mano a Minho pero se detiene espantado cuando escucha la voz de una mujer.
Se obliga a abrir los ojos, a pesar de seguir cansado y que la luz está brillante sobre su rostro.
-Uhhg... - Logra decir algo mientras enfoca sus ojos.
-¿JiSung? Oh cielos, estás despierto- Es efectivamente la voz y el rostro de una mujer.
¿Acaso estaba soñando?
No puede hablar o moverse solo, a penas respira, cuando cae en cuenta de estar en un hospital y que un montón de personas llegan a corroborar su salud.
Incluso por la puerta entra su querido mejor amigo Felix, quien lo abraza y llora en su pecho pero JiSung sigue sin decir una palabra.
Gira su cabeza y ve un ramo de rosas en su mesita, alguien tuvo que dejarlas de regalo, como un robot las toma sin importarle mojar todo con el agua que cae de sus tallos. Con la mano que tiene libre se libera de Felix y en un bruto movimiento rodea con su palma las rosas justo sobre las espinas.
Y le duele.
Y sangra.
Y llora.
Esto está pasando.
Pero esto entonces no es un sueño, es una pesadilla, una pesadilla que está pasando, que es real.
-¡Enfermera! - Felix grita- Cielos Sungie, por favor no hagas eso ¡Enfermera!...
-Felix...
-Si JiSung, soy Felix, ya estás en casa- Felix lo abraza nuevamente- Todo estará bien.
Todo estará bien...
Nada estaría bien, él solo puede llorar sin entender nada y solo con una misma pregunta en su cabeza.
¿Por qué?
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(Des)Conocidos Y (Des)Esperados {MinSung}
RandomHan JiSung vivía su vida de forma normal ¿Cómo podría ser si no? Mirado en menos por su padre mientras que otros lo creen un rico soberbio. Haciendo su rutina aburrida y monótona su vida da un giro cuando pierde la conciencia posteriormente desperta...