Recuperarse

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POV: Draco

- ¿Sabes, Minerva? - dijo pensativamente el profesor Dumbledore a la profesora McGonagall - creo que esto se merece un buen banquete. ¿Te puedo pedir que vayas a avisar a los de la cocina?

- Bien - dijo resueltamente la profesora McGonagall, encaminándose también hacia la puerta - te dejaré para que ajustes cuentas con Malfoy, Potter y Weasley.

- Eso es - dijo Dumbledore.

¿Ajustar cuentas? Yo no he hecho nada nunca, soy un excelente alumno, a diferencia de los otros dos presentes

- Creo recordar que les dije que tendría que expulsarlos si volvían a quebrantar alguna norma del colegio - dijo Dumbledore. Ronald abrió la boca, horrorizado. Yo me quedé atónito ¿Expulsar?

- Pero, señor yo... - traté de excusarme, pero Dumbledore hizo un ademán para callarme

- Soy consciente que usted no ha roto ninguna regla en todo el año, de hecho, se ha portado muy bien, pero el día de hoy ha roto más reglas que muchos alumnos en todo el año y, de hecho, debería expulsarlo por todo el número de reglas infringidas. Lo cual demuestra que todos tenemos que tragarnos nuestras palabras alguna vez - prosiguió Dumbledore, sonriendo - Recibirán el Premio por Servicios Especiales al Colegio y... veamos..., sí, creo que doscientos puntos por cada uno

- Profesor Dumbledore - dijo Ronald - como Malfoy dijo, hubo un accidente en la Cámara de los Secretos y el profesor Lockhart..

- ¿Soy profesor? - preguntó sorprendido - ¡Dios mío! Supongo que seré un inútil, ¿no?

- Hay que ver - dijo Dumbledore, moviendo la cabeza de forma que le temblaba el largo bigote plateado - ¡Herido con su propia espada, Gilderoy!

- ¿Espada? - dijo Lockhart con voz tenue - No, no tengo espada. Pero este chico sí tiene una. - señaló a Harry - Él se la podrá prestar.

- ¿Les importaría llevar también al profesor Lockhart a la enfermería? - dijo Dumbledore a Ronald y a mi - Quisiera tener unas palabras con Harry. Lockhart salió. Ronald miró con curiosidad a Potter y Dumbledore mientras cerraba la puerta.

Ambos recorrimos mayoría del camino en silencio

- Salvaste a mi hermana - dije

- Y tú a la mía, Malfoy - suspiró - Sé que no nos llevamos muy bien, Malfoy, pero eres amigo de mi hermana, y la has salvado...

- Que cursi, Ronald - le digo con ironía

Ambos nos reímos y dejamos a Lockhart con madame Pomfrey, mientras pasábamos el rato con nuestras familias. Cabe decir que todos los Weasley estaban ahí presentes

- ¡Dobby! - dije sorprendido al entrar - ¿Qué haces aquí?

- ¿Dobby? - dijo Ronald sorprendido - Así que eres tú quien ha tratado de matar a mi amigo

- ¿Tú hiciste eso, Dobby? - preguntó Cassie, asombrada

- Entonces la bludger encantada... - dijo uno de los gemelos, atónito

Cassie los diferencia, yo no. El elfo asiente tímidamente

- ¡Dobby! - le regaña Cassie - ¡Eso casi me mata!

- La intención de Dobby no era dañar a la ama Cassie, no, no, solo quería cuidar de Harry Potter y a la ama Cassie - el elfo corré a los pies de la cama, dispuesto a golpearse

- ¡Draco, detenlo! - me grita Cass y yo lo agarro de los endebles brazos

- Gracias, amo Draco

- Dobby es el ex-elfo de los Nott, Cassie no quiso se quedara porque lo trataban muy mal, costó una fortuna - les explico a los Weasley

- Eso es mucho, viniendo de un Malfoy - dice Ronald con ironía

- Sí, bueno, aun no se acostumbra

- Bueno, quisiera darles una recompensa por salvar a la pequeña Cassie - Cassie le golpea la mano, molesta. Los Weasley se ríen de la infantil actitud de Cass, yo también - Bien, en recompensa por salvar a Cassiopeia, les ofrezco.... ¿Dobby? - pregunta arqueando las cejas mirando a Dobby

- No, no, Dobby se quiere quedar, Dobby sabe que hizo mal en desobedecer, pero Dobby se quiere quedar, por favor.... - dice el elfo desesperado

- No, no, Dobby - se apresura a decir mi papá - Quiero que saques una buena cantidad de oro para el joven Weasley y el joven Potter.

Potter ingresa a la enfermería con el diario en las manos

- Su diario, señor Malfoy - dice lanzándole el diario a mi padre, con cara de pocos amigos

- Es mío, Harry, pero no tengo ánimos de volverlo a tener. Dobby, por favor, llévalo a algún rincón oscuro donde nadie lo encuentre

- ¡Dobby, no... ! - llamó Potter, pero el elfo ya había desaparecido

El elfo volvió a aparecer con las dos bolsas de oro, e inmediatamente desapareció.

- Bueno, esta es para el joven Weasley, gracias por salvar a mi hija - Ronald se puso bastante rojo mientras recibía el saco con oro y se quedó atónito al ver la cantidad que había dentro, y eso que era un saco no más grande que su cabeza - Sé que no es mucho, pero espero que sea bien aceptado

Ronald le mostró el oro a su madre, ella también se mostró sorprendida, y se lo mostró a su esposo

- Lucius, es demasiado

- Porfavor, acéptenlo como muestra de mi gratitud. Y este es para usted, joven Potter

Mi padre le da un saco con oro a Potter, quien lo acepta con algo de recelo, sin siquiera revisarlo

- Gracias, señor

- Créelo o no, estamos relacionados, Harry Potter...

- ¡Papá! - lo callamos Cassie y yo

- ¡Lucius! - le regaña mamá

No hubo tiempo para que Potter preguntase algo, porque la profesora Sprout ingresó a la enfermería con vasos de jugo de mandrágora

- Me parece que estoy mejor, madame Pomfrey ¿Me puedo retirar?

- Sí - me concede madame Pomfrey

Cassie y Ginny se levantan de la cama y caminan a la puerta, con mis padres detrás, pero yo no me moví

- Draco... - me llama desde la puerta

Me puse en pie velozmente y me fui con ellos

1) Cassiopeia Malfoy y la cámara secretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora