1) Cassiopeia Malfoy y la cámara secreta

Navidades

POV: Draco

Todos, salvo Blaise, nos quedamos para navidad. Ginny había preferido quedarse que ir a visitar a su hermano en Egipto, aunque yo pude haber influido en su decisión (le rogué por semanas para que se quedara). Lo que sí, me molestaba mucho que el crédito de la purificación del colegio, el cual le correspondía a Cass, se lo llevara Potter.

Por fin concluyó el trimestre, y sobre el colegio cayó un silencio tan vasto como la nieve en los campos. Las mazmorras estaban bastante vacías, el duelo que le debía a Ginny se lo había pagado mil veces, nos batimos a duelo, y ella era muy buena, los duelos de Ginny y Cass duraban horas, con apuestas y bocaditos.

Amaneció el día de Navidad, frío y blanco. Vin, Greg y yo, fuimos despertados por Cass y Ginny, quienes ya iban vestidas y con regalos. Cass llevaba todos estos meses dándole dinero a Ginny sin que ella lo supieras, cómo ponía monedas debajo de su cama o pagándole por hacer las tareas que ella misma podía, así como yo le pagaba por cuidar a "Mystery" y a "Ludo" las lechuzas de Cass y mía, respectivamente, argumentando estábamos a full con los entrenamientos, porque me había contado que Ginny se la pasaba pensando en qué regalarnos, siendo nosotros ya bastante adinerados, pues se le hacia muy difícil, así que acordamos nada de regalos extremadamente caros.

- ¡Despierten! - dijo en voz alta, abriendo las cortinas de la ventana 

- ¡Ay! ¡Mucha luz! - digo protegiéndome los ojos de la luz con la almohada

- Feliz Navidad a ti también - me dijo sentándose a mi lado y quitándome la almohada de la cara

No creo que fuera capaz de decirlo en voz alta, pero era una muy linda primera vista del día, parecía un ángel, con su sonrisa radiante y sus pecas, ni hablar de su cabello rojo 

- No me dejaste terminar - digo sentándome - Feliz Navidad, Ginny - Yo salgo mis sabanas y me pongo mis pantuflas, bostezando.

- Que tiernos los hermanitos - dice Ginny riendo de nuestras pijamas a juego. Ambas de seda verde, salvo que la mía tenia bordado negro y decía mi nombre en el bolsillo del pecho, mientras que la de Cass tenía bordado blanco y su nombre

- Bonita pijama - le digo a Ginny con un poco de burla

Ella se enoja a la vez que se sonroja, Ginny usaba una muy tierna pijama, era un pantalón gris con bolitas blancas y un suéter de peluche gris con diseño de unicornio dorado.

- Aquí están todos los regalos - dice Cass señalando un saco que estaba en el piso - Pensamos que era mejor si los abrimos juntos

Todos nos sentamos en la alfombra del piso y, como yo tenía sueño, usé las piernas de Ginny como almohada, me gustaba cuando ella acariciaba mi cabello

- Bien, Vin, Greg, traigan los suyos, yo traeré los de Lunático

En pocos segundos éramos un círculo en la alfombra, con un montón de regalos al centro.

- ¡Apunten - todos, me incluyo, nos ponemos en guardia para saltar a los regalos - comiencen!

Mamá y papá me había dado una nueva figura de acción, junto con una carta donde papá se notaba claramente molesto porque, como su fiesta se había cancelado, mamá lo había convencido de ir al crucero con los tíos, y el tío Ted no le gustaba nada; el tío Ted y la tía Andy me dieron un juego nuevo para jugar golf, un juego muggle al que le había encontrado cariño; Vin y Greg me dieron historietas, es que esas novelas gráficas eran tan buenas, me encantaba ver como se movían los dibujos y las historias que les desarrollaban; la prima Nym me había regalado fotos de la oficina de aurores, lo que yo le había pedido, un juego de quidditch versión juego de mesa y unos dulces muy buenos; Blaise me había regalado un balón encantado; Cass me había dado una pequeña bolsa con hechizo expansor indetectable para mis galeones. Me encontré con el regalo de Ginny y lo desenvolví con especial cariño por el papel, me encuentro con una lujosa pluma de águila para escribir. Desde que Ginny se hizo nuestra amiga no hemos permitido que use nada de segunda mano, Cass cambió sus túnicas por unas nuevas, con sus libros... pues no podíamos ser tan descorteses, ya encontraríamos la forma el año que viene, quizá comprando la lista de útiles por su cumpleaños, no sé, ya habría una forma, quizá no se negaría a un regalo de Cass, aunque era bastante testaruda.