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La luz filtrándose por las ventanas me despierta, estoy sumamente cómoda pero tengo calor, el cuerpo de Lucca está sobre mi, su cabeza entre mi pecho y mi abdomen, está aferrado a mi con fuerza, su cabello negro al alcance de mi mano, no puedo creer lo que ha pasado, estoy en la cama de Lucca, me he acostado con el, más allá de eso, me ha dicho que me quiere. Las confesiones de anoche me golpean con violencia, la colección de rubias me turba, Dios, no quiero ni saber con cuántas mujeres se pudo haber acostado Lucca en estos años; necesito pensar y respirar. Cómo puedo me safo de su agarre, me coloco su franela y bajo las escaleras en busca de la cocina. Necesito comida, rebusco en las alacenas por harina, azúcar y leche para hacer panquecas, Bingo! Estoy en eso cuando lo siento detras de mi, su mirada fija en mi, sonrio de manera espontánea, Dios cuánto me gusta este hombre, me acerco lentamente hasta el, sus oscuros ojos en los mios, por favor, por favor que no se esté arrepintiendo, después de lo de anoche, no sé si mi corazón pueda soportar un desplante más viniendo de el.
- Te escapaste de la cama Maia. Su ceño está fruncido en señal de molestia, hace eso muy amenudo.
Una carcajada espontánea se escapa de mi boca
- No me escape a ningún lado Lucca, estoy aquí.
Sus brazos me halan hacia el y me estrecha en un abrazo, su boca va a mi cuello e inhala.
- Quería verte al despertar
No se por que, pero se está portando como un niño y me gusta.
- Me estás viendo Lucca
-Queria verte en mi cama Maia, junto a mi, no sabes de las veces que he soñado con amanecer contigo.
Mi cara de sorpresa debe ser evidente, Lucca me roba un beso corto y suave que me hace sentir tantas cosas; me toma desprevenida antes de montarme en su hombro como un cavernícola y subir las escaleras conmigo a cuestas, no puedo evitar reirme, de verdad se está portando como un niño.
- Joder Lucca como me caiga y me rompa un hueso me la pagarás caro.
Lo escucho reírse de manera inmediata antes de lanzarme en la cama y tirarse a mi lado, me hala hacia su cuerpo, antes de besarme de manera profunda
- Ahora sí, buenos días preciosa
Sus manos explorando por debajo de su franela, mientras me besa, para darse cuenta de que no hay nada más que piel debajo de ella.
- Buenos días Lucca
Esta dejando caricias suaves en mi abdomen, sus ojos fijos en mi
- Estás hermosa está mañana, que bien te queda mi ropa
Hago un vano intento de levantar una de mis cejas
-Asi? - muerde despacio el lóbulo de mi oreja antes de decir
- Si, tienes cara de haber tenido unos buenos orgasmos anoche.
La sensación de su boca cerca de mi cuello, su mano dejando una estela caliente en mi piel desnuda, causan estragos en mí
- Puede que tal vez, me hayan faltado varios.
Sus ojos se encienden en deseo, se incorpora encima de mi antes de halar mi labio entre sus dientes, su franela desaparece en cuestión de segundos, y su boca va a mis pezones, que ya están despiertos, espectantes, me muerde despacio, chupa y aprieta, mientras yo me arqueo ante la sensación creciendo en mi vientre, aprieto mis piernas mientras jadeo, está jugando conmigo y me gusta; separa mis piernas de manera delicada y comienza a rozar su miembro contra mi, puedo sentirlo a través de la tela del boxer, su boca busca su camino a través del valle de mi vientre, de manera pausada va dejando besos cortos a su paso, el calor creciendo en mi es tangible, a estás alturas estoy mordiendome el labio para no gemir.

La voz de Andrés Cepeda saliendo de mi celular interrumpe la tensión de mi cuerpo, pretendo ignorar la llamada, pero el tono me dice que es Anavys llamando, y conociendola como la conozco no dejará de llamar hasta que le responda. El sonido de frustración proveniente de Lucca se me antoja divertido, Anavys le ha jodido la mañana.
- Puedes pasarme mi teléfono por favor? Es Anavys y no dejará de llamar, la conozco.
La cara de frustración de Lucca es todo un poema, mientras se estira por mi celular en la mesa al lado de la cama antes de entregármelo, sus ojos vuelven a estar fijos en los míos mientras respondo la llamada de Anavys
- Hola enana, sigues viva? O te comió el lobo?
Lucca levanta exitosamente una de sus cejas ante el comentario de Anavys, está atento, escuchando
- Buenos días Pie Grande, estoy perfectamente bien, no me ha comido ningún lobo
- Joder nena y yo esperando que me dijeras el tamaño, la forma, las veces y si te hizo gritar, gemir, ver las estrellas, la luna, el sol, Júpiter, Saturno - Dios porqué sera que Anavys siempre es tan expresiva?.
La cara de satisfacción de Lucca no me asombra en lo absoluto, sabe que en efecto ví la luna, las estrellas, Júpiter, Saturno y Marte, los orgasmos de anoche fueron asombrosos, se está regodeando ante lo que ha hecho. Sus ojos abandonan los míos para volver a prestarle atención a mis pezones, oh mierda no Lucca no. Una de sus manos bajando por mi abdomen

-Nena te estoy hablando, porque no me respondes? Maia?
- Anavys creo que ha sido un mal momento para llamar- esto lo he dicho casi en un susurro, puesto que los dedos de Lucca han encontrado su camino dentro de mi
- Por que? Tienes a Lucca cerca ?
- Yo diría más bien, entre las piernas
- Oh mierda Maia, te estoy jodiendo el polvo matutino

La boca de Lucca se ha unido a sus dedos así que estoy gimiendo, Anavys cuelga la llamada, o eso creo, solo puedo concentrarme en la lengua de Lucca haciendo estragos en mí, mientras aprieto las piernas al rededor de su cabeza, una de sus manos va a mis pezones, su lengua haciendo círculos en mí centro, sus dedos entrando y saliendo de mi, necesito más
- Lucca, por favor
Se detiene y se pone de pie para sacarse el boxer, antes de acomodarse entre mis piernas.
- Mírame Maia
Mis ojos pardos se dirigen a el
- Quiero verte mientras te penetro

Y lo hace de una estocada, no se si estoy sensible pero la sensación de cosquilleo en mi vientre es casi inmediata, mi cuerpo se tensa ante su intrusión, Lucca me está dando duro, su cuerpo contra el mío, no ha dejado de mirarme, mi orgasmo llegando a su punto, mientras lo siento tensarse, levantó un poco las caderas para obtener lo que busco, Lucca bombea dentro de mi en estocadas duras, necesitadas, mi orgasmo acompasado al suyo para luego acostarse sobre mi, su respiración en mi cuello

- Buenos días Maia
- Buenos días Lucca
Sonrió de manera boba ante el camino de besos cortos que deja en mi cuello, aún está dentro de mi
- Daría lo que fuera por amanecer así todos los días
Mi corazón se ha saltado un latido, tengo que hablar con el, aclarar varias cosas
- Lucca?
- Dime preciosa
- Por qué te portabas así? Porque la colección de rubias? Por qué ahora sí? 

Es algo que me aturde, me atormenta, si lo que dice es cierto se ha tirado a más de una pensando en mi, por qué? Por qué no decírmelo? Solo Dios y Ana saben lo que he adorado a este hombre tantos años.
Su semblante cambia a uno de tristeza, oh no, no me va a gustar esto, lo sé

- Yo, - titubea antes de continuar- dame tiempo Maia si? Tengo cosas que decirte, que explicar, pero por favor dame tiempo, me gusta tenerte así, tan mía.

Sus profundos ojos negros están cargados de algo que no logro identificar y algo dentro de mi me dice que debo alejarme, algo no está bien, Lucca me esconde algo. Sin embargo no puedo, he soñado por mucho tiempo el estar así, me niego a perderlo sin disfrutarlo.

- Está bien
-Eres preciosa Maia y ahora eres mía, solo mía
Me besa de manera profunda antes de salir de mi, - Vamos bonita, te llevo a desayunar.

Hala mi cuerpo hacia el, es cuando estoy entrando en la ducha que escucho nuevamente mi celular, es Cultura profética quien suena esta vez...

- Oh mierda Leo!
La cara de Lucca se ha transformado, es furia lo que irradian sus ojos ahora, joder! Lo he dicho en voz alta...

Y ahora?

MaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora