1º de febrero 2018, 9:36 P.M.
Mientras tomaba un trago en el burdel que queda a unas calles de donde vivo, entre tanto gentío la vi y quede atónito ante el brilló de su piel, era como si las luces en el burdel se pusieran de acuerdo para darle tono a su esplendor, una Reina entre un montón de piezas de ajedrez, así la veía yo. Se me hacía difícil distinguir el color de sus ojos por la notable distancia que había entre nosotros, les juro que quería arrodillarme frente a ella y rogar por su amor en ese momento, desde entonces supe lo que es amor a primera vista.
9:56 P.M.
Rubia, figura esbelta, sonrisa encantadora y piel blanca como la lana de un cordero a los 3 meses de su nacimiento, poco detalle para tanta mujer, pero era lo poco que podía describir con la distancia que había entre nosotros. Sin más pesar, acabe de tomarme el trago que ignore mientras la veía, me levante y mientras me acercaba me detuve al ver que alguien estaba junto a ella, con disimulo me senté y pedí una botella de Whisky, comencé a tomarla mientras veía que aquella persona tocaba su piel, era como si alguien de pronto me arrebatara las esperanzas, pero al fin la pude ver con claridad, sus ojos eran del mismo color que el Whisky que me tomaba, una maravilla que me motivó a seguir allí hasta terminar la última gota de Alcohol.
11:45 P.M.
Justo al terminar toda la botella decidí salir del burdel, a 3 pasos de la salida escucho una discusión, giró la cabeza y de reojo vi a la rubia con ojos de miel, siendo golpeada bruscamente por el chico, trate de controlarme y continuar hasta la salida pero algo me decía que vaya a socorrerla, sin más me abrí paso entre los que estaban en el burdel y alcance su cara con un fuerte golpe en la mejilla, respondió girando la cabeza y mirándome pero no pasó un segundo en cuanto tome la botella vacía de la barra y golpeé su cabeza, mientras se mantenía cabizbajo por el fuerte golpe que le propiné tome la mano de la chica y salí corriendo con ella sin mencionar una palabra. Al salir le pedí subir a mi coche y le pregunté su nombre;
-A: Sube al coche, te llevaré.
-Me mira y sonríe diciendo:
-B: Gracias... (Responde agitada)
-A: No hay de que, ¿Puedo saber tu nombre?
-B: Me llamó Lili, Lili Gruber.
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Una Diosa en el burdel
Romance"Nunca imaginé que encontraría tanta belleza entre la vulgaridad de un burdel".