El acercamiento

47 9 2
                                    

11:48

Conduje por un par de minutos en completo silencio, el alcohol parecía estar haciendo efecto y en cuanto llegamos al semáforo a dos calles del burdel aproveche para escudriñar un poco sobre la chica que sin dudar subió a mi coche y estuvo viendo por la ventanilla confiando en el extraño chico, como si de un amigo se tratase.

-A: Oye, ¿Te encuentras bien?

-Lili: Si... Solo es un moretón, nada que no quite un poco de hielo.

-A: ¿Segura que todo está bien?, ¿Quien era el tipo de antes?, ¿Por que te golpeó?

-Lili: Calma, todo está bien, solo era un cliente disgustado.

-A: ¿¡Trabajas en el burdel!? (Pregunto sorprendido)

-Lili: Si, ¿tienes algún problema con eso?

-A: No, en absoluto... solo me encuentro raro que alguien como tú trabaje allí.

-Lili: ¿Ah si?, ¿A que te refieres con "alguien como yo"?

-A: Pues, te sonará a cliché, pero en el lugar más bajo que podría ubicarte, es el cielo.

-Lili: ¿Que esperabas de una chica dentro de un edén sexual?, eres un chico extraño...

-A: Te figuraba un poco más como la dueña del lugar... No se ve a alguien tan hermosa muy a menudo.

-Lili: Como digas, galán (Aclama de forma sarcástica, proporcionando una mirada encantadora y fría a la vez); Oye, no recuerdo haber escuchado tu nombre...

-A: (Responde con un manojo de nervios) D... d... disculpa, me llamo Sámuel Veltman, puedes decirme Sam.

-Lili: Ok Sam, lindo nombre...

11:50

En ese momento me di cuenta de que me había enamorado perdidamente de una prostituta, pero aún así la seguía considerando una Diosa.

Finalmente pregunté:

-Sam: ¿Tienes donde quedarte?

-Lili: Vivo en un apartamento en la calle Richman...

Sorprendido responde:

-Sam: ¿¡Enserio!?, vivo a una esquina de allí, ¿Como es que no te había visto?

-Lili: Me mude allí hace unos días, no es extraño que no me hayas visto.

-Sam: Entiendo... Te acompañare hasta la entrada.

-Lili: Gracias galán, ¿pero no haz hecho demasiado por mi?

-Sam: Por supuesto que no, permíteme acompañarte.

-Lili: El mejor trato que me han dado es una propina, pero tú insistes en tratarme como si fuese una damisela en peligro.

-Sam: ¿Acaso no lo eres?, acabo de salvarte de un ogro, me sorprende que lo menciones. (Responde sonriendo y mirándola)

-Lili: (Con una amplia sonrisa responde) Eres raro, Sam...

En el mismo instante, Lili mantiene su mirada en él como un niño miraría un caramelo en la vitrina de la tienda. Sam se detiene en frente del apartamento de Lili y mira de igual manera a la Diosa junto a él; Una de esas escenas donde todo se torna colorido y alegre. Sam estuvo un rato cuestionándose entre si debía besarla o solo quedarse allí. Pero para su sorpresa, Lili toma su barbilla y  lo acerca a su boca, suspirando frente a él, lo besa lentamente y se aleja. Sam la miro y antes de bajarse del coche sostuvo su mano diciendo:

-Sam: ¿Por que fue eso?

-Lili: Solo supuse que debía de agradecerte. Galán...

-Sam: Pues, supongo que debería de salvarte más a menudo.

-Lili: ¿Ah si?, ¿Que tal si me acompañas hasta la entrada?, quizás aparezca algún maleante con mal genio del que debas salvarme...

Una Diosa en el burdelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora